Lo bueno de las redes es que, al publicar, la gente va aportando detalles. Los comentarios apuntaron a un protagonista: Omar Montes. Por fin supimos, gracias a los lectores, que, en el teatro Asturias, nació la leyenda de los proyeccionistas caníbales.
Trabajé con muchos de ellos. Cárdenas del Aristi. Bolívar
Mosquera del Calima. El “mono cenizo” de El Cid. Colorado en Palos de Moguer. Y
el maestro Carlos Santiago, que es el único proyeccionista de 35 m.m que se
encuentra vivo y lúcido. El último de los Mohicanos. Si hay más, que avisen
para hacer una rumbantela mecánica en 70 m.m.
Es cierto que los
proyeccionistas eran tipos solitarios. El retrato que hace Tornatore en
"Cinema Paradiso" es todo un acierto: "Pasas los días aquí
encerrado y te aprendes las películas de memoria" - dice un melancólico
Philippe Noiret interpretando a Alfredo.
En “Cinema Splendor” , Mastroianni administra una sala de
cine que está en las bajas . El proyeccionista, interpretado por Massimo Troisi
(el inolvidable Cartero de Neruda), al enhebrar la película en el proyector,
suspira con nostalgia: "El cine es un espejo pintado."
Imagínate una cabina que generaba un calor como un
asadero de pollos. Proyectando la misma película durante meses. El récord en
Cali lo Tiene "La Ley del monte” con 18 meses en Cartelera. Le sigue de
cerca "La niña de la mochila azul", " My fair Lady" y
"El Cid".
Los vi muchas veces adaptar una cuchara o un tenedor para
reparar un proyector, porque sabían que los repuestos se demoraban y que de
ello dependía su empleo. La gente los felicitaba cuando la película era buena,
como si ellos la hubiesen filmado. Cada vez que escuchaban las carcajadas del
público, sentían que valía la pena aguantar esa soledad.
Los jefes les daban un día libre cada semana y muchos se
metían a otro teatro. Bolívar Mosquera, el proyeccionista del Teatro Calima, se
sabía los pasos de baile de Resortes y las ocurrencias de Tin Tán. "El
cine de ahora no me gusta" - repetía. Y si, cuando la película se
enredaba, en la pantalla se dibujaba un huevo frito y la gente le gritaba:
"Soltá al muchacho, soltá al muchacho". Todo porque, con Omar Montes,
nació la leyenda.
Para leer la primera parte vaya a:
https://ventanadelcine.blogspot.com/2024/06/el-teatro-asturias-pionero-del.html
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