domingo, 7 de junio de 2020

CINE CLUB FARALLONES: EL DISCRETO ENCANTO DE LA PENUMBRA

Fernando Trueba, Ciro Guerra, Luciano Castillo con los cinéfilos del Club
“No sólo el filme puede ser una obra de arte. También la reflexión crítica lo es : exige amor, sinceridad e inspiración"
André Bazin

El 12 de abril del año 2008, se inició la aventura cinéfila del Club Farallones de Cali. Todo por iniciativa de Juan Fernando Cobo, quien impulsó la idea de la mano con la Junta directiva. Así pues, la primera exhibición se realizó en el salón Las Palmas. Asistieron 19 socios que degustaron la película “Atonement” del director británico Joe Wright. 

Desde entonces se han proyectado mas de  500 películas a razón de 46 películas anuales. La idea consistió en programar ciclos: Las nominadas al premio Oscar (con el que se abre cada año), las ganadoras en el festival de Cannes, Cine y grandes músicos, cine y grandes pintores, cine de ojos rasgados, etc. Incluso, hemos dado algunas de las mejores películas de la historia.
Dos años después, el 16 de octubre del 2010, el club nos sorprendía con la sala “Cinema Farallones” especialmente construida con cómodas sillas, excelente sonido, aire acondicionado y potente proyector. 
No ha existido una sala de cine que haya tenido un bautizo más encopetado: asistieron Fernando Trueba (director español de primera fila, ganador del Oscar a mejor película extranjera), Ciro Guerra (director de “El abrazo de la serpiente”, “Pájaros de verano”, entre otras), Luciano Castillo (crítico de cine cubano), Nicolás Buenaventura (dramaturgo, cineasta y narrador oral) y Alonso Torres (guionista de “Perro come perro”, “Que viva la música” entre otras). Una nómina de lujo para una sala de lujo.
Desde entonces, el cine en el club se ha convertido en el ritual de los sábados. La cofradía del séptimo arte. Ahora, pasamos a vernos por la cámara, pero el resultado es el mismo: compartir el cine, discutirlo y degustarlo. No en vano el director italiano Ettore Scola sentenció alguna vez: “El cine es una maravillosa forma de estar juntos”.

martes, 2 de junio de 2020

CAROLINA MON AMOUR: EL CINE Y LOS LIBROS



Carolina Cruz ha sido apaleada por utilizar los libros para instalar cuchillos. Debo confesar que estando en grado 6° un profesor nos puso a leer “Cien años de soledad”. 534 páginas mal contadas. Lo máximo que había leído hasta ese momento eran los titulares del periódico “El Caleño” (“La mató porque no quería”, “Fue por pan y le dieron pum”). 

Mi viejo me regaló el libro y, al preguntarle a Saldarriaga para que carajos servía eso, (todos estudiamos con un Google adelantado que se las picaba de que tenía las respuestas divinas y humanas) de una me increpó:

-         -  ¿Quién es la mejor hembra del barrio? Como no, Marisela. Pues pones “Cien años de soledad” encima de “Crimen y castigo”, le podés sumar “El Quijote” y te parás en ellos para verla bañar en el patio, hooombre.

Así que no hay que montársela mucho a Carolina. El primer uso que yo le di a un libro estuvo motivado por el voyerismo. Pensando en ella, he elaborado la lista de las películas donde el libro o el acto de leer es el protagonista. No me refiero a adaptaciones, ni a biografías de escritores.
Cuando el libro y los lectores son protagonistas del cine (de este link pueden bajar la totalidad de la lista, dado que son muchos títulos los que hay en mi estante, me dedicaré a hablar de algunos)

NUNCA TE VI, SIEMPRE TE AMÉ. Director: David Hugh Jones. Un Anthony Hopkins jovencito, dirige una librería de incunables en Londres, ediciones raras de libros únicos. Su título original es “84 Charing Cross Road” que es la dirección donde quedaba la famosa tienda. Inspirada en las cartas que se cruzó la escritora Helen Hanff con el solitario librero.

MIS TARDES CON MARGARITTE: El gordo Gerard Depardeiu es un albañil analfabeto que de repente se topa con la jubilada Margaritte que se ha leído todas las novelas de amor, las históricas y las biografías. Los unen las palomas del parque, las que van a alimentar juntos todas las tardes.

EN LA CASA: El maestro Francois Ozon retrata muy bien al profe de literatura que mantiene amargado porque los centennials ni leen ni escriben. No avanzan más allá del tercer párrafo. A punto de tirar la toalla, aparece el chico que escribe tres y cuatro páginas. Describe la casa de su amigo y la fantasía de entrar en ella. La felicidad se le aparece al profe.
MAS EXTRAÑO QUE LA FICCIÓN : Una auténtica rareza, este guion, donde Dustin Hoffman se inspira en Harold Bloom. Un tipo se da cuenta que es un personaje de la novela que está escribiendo alguien. ¿Qué hacer? ¿Cómo encontrar a ese escritor Dios, a ese creador?

TREN NOCTURNO A LISBOA: Jeremy Irons interpreta a un profe de literatura, flaco, ojeroso, cansado y sin muchas ilusiones. De repente encuentra abandonado un libro de poesía firmado por un escritor desconocido. Irons va en busca del enigma. Homenaje al gran Pessoa.
¿PODRÁS PERDONARME ALGUN DIA? Inspirada en la famosa Lee Israel, escritora agobiada por las deudas que un día decide falsificar cartas de los grandes escritores. Todo un arte de la falsificación que implicaba seguir el estilo del escritor y la máquina de escribir de la época.

LA LECTORA: La única película colombiana de la lista. Los traquetos encuentran un libro en alemán que ha dejado el capo. Allí están los secretos y la ubicación de las caletas. Toca secuestrar a una alumna aventajada del Instituto Goethe para que traduzca. Quien tiene la información tiene el poder.
Y siguen otros 35 títulos, pero supongo que Carolina mantiene muy ocupada con los cuchillos. No la molestemos más.