miércoles, 26 de junio de 2024

EL CINE Y LAS TABLAS: AMOR A PRIMERA VISTA


Por: José Urbano

(Ponencia presentada en el Encuentro de criticos de Pereira agosto de  2023)

Dos testimonios para iniciar:

Afortunadamente me tocó a mí, esa época del mejor teatro de Colombia y de Latinoamérica. Los mejores métodos. El método de la improvisación, el método de la creación colectiva. Eso me enseñó muchísimo, ver montar obras de teatro de Santiago García, a veces rayando en lo procaz, pero buscando que el actor haga asociaciones, tenga referencias. El proceso de la puesta en escena es un proceso vivo que se debe respirar.”

Carlos Mayolo (1945- 2007 Entrevista Imágenes TV)

“Sin duda, el mundo es mejor gracias al teatro, a la literatura, a la música, al arte… El teatro es una experiencia absolutamente humana porque te ofrece un breve momento de generosidad; te empuja a sentir lo que otros sienten, a ser más humano. No estamos aquí para cambiar el mundo, pero conmover a alguien con una historia ajena es un trabajo que merece la pena”.

Peter Brook (1925- 2022)

Quiero iniciar esta ponencia citando a dos personalidades disimiles pero que guardan en común una relación estrecha entre su teatro y su cine. Mayolo se escapaba muy joven a mirar los ensayos del grupo “La Candelaria”. Allí entabla amistad con Santiago García y, cuando tiene la oportunidad de dirigir su primer largo de ficción, no duda en llamarlo al elenco de “Carne de tu carne” ( 1983). Vasos comunicantes entre el teatro y el cine colombiano.

Peter Brook , quizás la personalidad que más habitó esos dos lenguajes en el siglo XX ,   bebió de Bekett y Chejov para logar una obra teatralmente cinematográfica y cinematográficamente teatral. De “Marat Sade” (1967) se encargará otra disertación aquí. De manera que podemos citar “El señor de las moscas” ( 1963) para sumarle la novela de William Golding y quedar completo el baile.

 

ANALOGIA DE CONSTELACIÓN


Siempre me ha gustado la analogía de la familia para hablar del nacimiento del cine. Este bebé llamado cinematógrafo llegó a la familia cuando ya todos sus hermanos estaban adultos. Hermanos viejísimos como la música y la pintura. Al principio, lo miraron por encima del hombro: “¿Y éste qué?”

Sabido es que el nuevo bebé de una familia nace con las manos del abuelo, los ojos de la mamá, el cabello del papá. El neonato se preguntará: ¿Qué es lo que yo no le he robado a nadie? ¿Tengo alguna característica específicamente mía?

Kubrick alegaba que lo específicamente cinematográfico era el montaje, aunque ese concepto también quede en entredicho pues es uno de los saqueos que el cine le hizo al teatro.

Recordemos que fue Rosseau quien utilizó la palabra “melodrama” por primera vez, para referirse a su obra “Pygmalión” en el que el drama se combinaba con canciones. (1) .

Era frecuente, en la universidad, insultar a una película calificándola de “melodrama” hasta que Jesús Martín-Barbero nos puso en su sitio, aclarando que esa es una categoría, un género tan respetable como cualquier otro

Desde entonces el teatro se fue fortaleciendo incorporando elementos escenográficos y la naciente tecnología.  Y le iba muy bien cuando apareció su hermano el cine en 1895. A esta antesala del cine, Werner Herzog le llama “el protocine”, (2) es decir, a esa búsqueda que siempre tuvo el ser humano por encontrar el movimiento, desde la cueva Chauvet hasta la aparición del cinematógrafo.

Y en ese salto, del teatro al cine, del siglo XIX al siglo XX hay una figura poco mencionada y es la de David Belasco (1853-1931). Se formó desde abajo y desde joven como actor, productor y finalmente como director de teatro. Era un verdadero Autor tal como la Nueva Ola concibió al Autor 60 años después.  Mientras el cine nacía y buscaba un camino, Belasco era un director de escena consagrado. Era un realista meticuloso tal como lo fueron después Erich Von Stroheim y Kubrick en el cine. Llegó a meter animales vivos y a reproducir tal cual una taberna o un café en los montajes teatrales.

El aterrizaje de Belasco en el cine, se dio por todo lo alto: escribiendo o inspirando a directores de la talla de Cecil B. DeMille ( La muchacha del dorado oeste, 1915), Fritz Lang ( Harakiri , 1919) y Edwin S. Porter ( Zaza, 1915)

PUESTAS EN ESCENA RADICALES

En aras del tiempo para los demás conferencistas, quiero hacer un salto y paso por encima del sonoro anotando, que queda para otra ocasión mirar el aporte de Broadway al cine musical que emergió en los años 30. El musical teatral que ha parido obras maestras como “Cantando bajo la lluvia “ ( 1952), “El show debe seguir” ( 1979) y otras mil.

Pienso en Hitchcock realizando el plano secuencia de “La soga” (1948). Aunque fue un experimento audaz, “La soga” se ve hoy bastante desactualizada por culpa de las nuevas tecnologías.

En cambio, la puesta en escena de “La ventana indiscreta” (1954) sigue siendo actual y potente. Con esa cámara paquidérmica Hitchcock fue capaz de montar un largometraje en un mismo espacio y bajo un mismo punto de vista. Por su aspecto voyerista, es una de las películas más homenajeadas de la historia.

Y del teatro filmado del cine mudo pegamos un salto mortal a puestas en escenas radicales en cuanto a la familiaridad con el teatro y en cuanto al manejo del espacio

1.     DOGVILLE ( Lars Von Trier 2003) Dogville es un pueblo perdido en la América profunda. Desde el prólogo el director muestra las cartas : la puesta en escena está más cerca de  Jerzy Grotowski que de Hollywood. El pueblo es un gran salón y la cámara no intentará disimularlo. Por el contrario, remarcará la falta de ambientación y de recursos en el diseño de arte.  No existen las puertas, pero el director ha ordenado que un aviso diga “puerta”. Tampoco existen paredes pero el director ha ordenado que se escriba “aquí hay una pared”. Ni Grotowski soñó semejante pobreza de decorados, pero La fuerza moral e inmoral de los personajes hace de ese artificio una fortaleza. Los personajes están tan desnudos como el proscenio. Es la artificialidad del teatro llevada al cine. La búsqueda del espacio no-natural.

2.     Y LA NAVE VA ( Federico Fellini 1983) . Mucho antes de Dogville, Federico planteaba retos casi utópicos entre el cine y el teatro. Unos millonarios abordan el barco que los llevará a altamar para darle libertad a las cenizas de una cantante que ha muerto.  Es 1914 y los agarra la primera guerra mundial. Hasta ahí, muy fellinesca pero lo sorprendente es la guardarropía: sabemos que las olas del mar son bolsas azules que ondean unos tramoyistas. “Que bella la luna- suspira un personaje- parece pintada”. Y sonreímos porque efectivamente está pintada con acuarela. Fellini se burla aún más y realiza al final una grúa que nos muestra la tras-escena. Los tramoyistas, como hormigas, mueven la nave, soplan el viento artificial.

UNAS PELICULAS ESTÁTICAS Y EXTÁTICAS

Finalmente, he agrupado un puñado de películas que sacan la cara por su puesta en escena minimalista. Obviamente, el lote lo lidera Polanski por partida triple:

1.     LA VENUS DE LAS PIELES (2013)

2.     UN DIOS SALVAJE ( 2011)

3.     UNA PURA FORMALIDAD ( Tornatore ,1994)

Las dos primeras las dirige Polanski con un pulso férreo. Suceden en un minimo espacio. La primera en un proscenio vacío. La actriz que aspira al papel principal en una obra intenta seducir al director. En el tire y afloje, en el miedo al fracaso, ahí se van los 90 minutos del metraje. La segunda sucede en la sala comedor de un hogar de clase media. Dos parejas escriben un comunicado conjunto. Una pareja, la anfitriona, es el padre y la madre del chico agredido y la otra es el padre y la madre del agresor.  Todo se va en sátiras, en rencores, en no dejarse imponer. Polanski traslada el bullyng de los hijos a la confrontación de los padres.

La tercera es protagonizada, como no, por Polanski y Gerard Depardieu. Mano a mano actoral entre el comisario que sabe que el escritor sospechoso del asesinato si es efectivamente el asesino. Pero a ver, pruébalo le dice Depardieu. Éste es escritor de best sellers policiacos y el comisario cree encontrar en las novelas, la clave de la acusación. Una noche entera transcurre, sin que salgamos de las paredes de la comisaria.

4.     LA HUELLA (dos versiones Joseph L. Mankiewicz 1972 y Kenneth Branagh 2007)

5.     EL ANGEL EXTERMINADOR ( Buñuel, 1962)

6.     BURIED ( Rodrigo Cortés, 2010)

7.     LOCKE ( Steven Knight, 2013)

8.     THE GUILTY ( Gustav Möller 2019)

No quiero llenar de más títulos esta ponencia. Simplemente subrayar que desde un director canónico como Luis Buñuel hasta una joven promesa como Steven Night , hay una búsqueda por lo estático y por lo extático. En el caso de Buñuel existe el paraguas del surrealismo. ¿Por qué no pueden salir si las puertas están abiertas de par en par ? ¿Es la burguesía un encierro en si misma? ¿Una especie de ghetto?

“Buried” sucede en un ataúd. El espacio más reducido que pueda tener un actor. Sospecha uno que la cámara también está a punto de morir pues se le acabará el oxígeno ( o la batería). “Locke sucede enteramente al volante. El único personaje, no para de hablar y no para de conducir un auto. Aquí, incluye el plano secuencia. Cuando el cine quiere parecerse al teatro tratando de que el tiempo real sea igual al tiempo cinematográfico.

“La huella”, tiene el pulso de Harold Pinter en el guion. Tal como a él le gustan. Sólo dos personajes: el amante y el esposo. Pinter se pasó, al igual que Peter Brook, nadando en las aguas teatrales y en las turbulencias cinematográficas.

Y, por ultimo dejo a la danesa “THE GUILTY”. Un policía a quien han degradado a la línea de emergencias, debe salvar a una mujer secuestrada. Otra vez la lucha del tiempo. La película tira por la borda aquello de que una imagen vale más que mil palabras. Acá es al revés una palabra conduce a mil imágenes.

EPILOGO EN PLANO SECUENCIA

Juan José Campanella nos dijo en una entrevista una frase que siempre me gusta citar: “La vida es un plano secuencia” (3). Esto, a raíz de su célebre película “El secreto de sus ojos” (2009), donde el plano secuencia de 11 minutos nos dejó asombrados. Siempre me gusta hablar con los realizadores sobre la relación con el espectador. Al fin y al cabo, tanto el director de cine como el director de teatro trabajan con un material común: la dirección de actores.

El plano secuencia: “Birdman” (2014) es una de las películas más célebres filmada de un solo tirón. Es decir, “La soga” de Hitchcock superada gracias a las nuevas tecnologías.  El cine y el teatro, juntos para arrancarle un pedacito a la vida

El ojo y el zoom: Dice Néstor Almendros en su imprescindible texto “Días de una cámara” ( 1980) que Dios no dotó de zoom  al ojo humano. Por lo que le toca al espectador de teatro desplazarse hacia el actor si quiere verlo más cerca. O llevar binóculos. El zoom es el arma poderosa del camarógrafo de cine cuando quiere dirigir la mirada del espectador

Lo artificial: El teatro no disimula su artificialidad, en cambio el cine lo intenta disimular con la truca, la iluminación y llevando a los personajes a lugares remotos donde el espectador difícilmente podrá ir. Y aún, si sucede en una sola locación, el director de cine buscará la naturalidad en sus actores

La Conciencia- Presencia: El espectador sabe que está viendo a unos actores presencialmente. Tiene conciencia de la sala teatral. El espectador de cine, entra en el juego del director y le hace creer que está allá en esos lugares , viviendo esos dramas.  Quizás es por ello que el cine ha sido más censurado que cualquier otro arte. El tirano sabe que una pelicula puede convencer más rápido y a más gente

Cada función se reinventa: Decía Enrique Buenaventura que lo que le fascinaba del teatro era su capacidad de reinvención. Cada función es un reto. Cada función de “A la diestra de Dios padre” llegó a ser distinta porque se dialogaba, se le hacían ajustes.

La mirada del actor: Una de las premisas del cine es que está “prohibido” al actor mirar a la cámara. Por supuesto que hay películas que lo hacen, pero son más bien excepciones. En el teatro no hay problema porque está la idea de la presencia pero en el cine rompe la magia. Pienso en una película como “Whore” ( Russell, 1991) donde la única actriz  mira a cámara y le cuenta al espectador sobre el oficio de la prostitución. Es un largo monólogo y al personaje le toca hablar con el espectador porque no hay más. 

Los diálogos: Una película con aroma teatral como las de Polanski, o las escritas por Harold Pinter, le dan prioridad a los diálogos porque escasean las acciones.

Termino haciendo énfasis en que el teatro y el cine padecieron un flechazo desde que se conocieron. Un amor a primera secuencia.

[i]



[i](1) William Paul STEELE. The Character Of Melodrama. University of Maine Press 1967

(2) La cueva de los sueños olvidados (2010) Werner Herzog

(3) https://ventanadelcine.blogspot.com/2012/01/la-vida-es-un-plano-secuencia.html

 

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