lunes, 28 de agosto de 2023

EL CINE, EL FUTURO Y LA CRITICA

 

(El encuentro de críticos de cine en Pereira, cumplirá 25 años en el 2024. Aquí una reflexión, a las volandas, sobre el Futuro en el cine).

Nadie le vaticinó un futuro al cinematógrafo. Desde el mismo momento de su nacimiento, aquel día de los inocentes, al cine le dijeron que no había futuro. Le gritaron que ya no existía espacio para otro arte. Contra todo pronóstico, ha capoteado con éxito todos los atentados.

De Meliés a Christopher Nolan, de Fritz Lang a Spielberg, De Bradbury a Asimov, De Caligari a 2001; todos estos cineastas y escritores proféticos imaginaron futuros apocalípticos algunas veces o distópicos en otras. 

Por ser el arte ligado íntimamente a la tecnología, al cine le ha tocado bailar al son que le toquen: Mudo o sonoro, Cinerama o 3D, Technicolor o Imax.

Godard afirmaba, en los años 60, que odiaba al cine por su imposibilidad material: para escribir un poema solo se necesita una hoja de cuaderno y un lápiz, pero un cortometraje requería los ahorros de toda una vida. Hoy, se ha cumplido el sueño de Godard. Cualquier persona puede grabar lo que quiera sin pedirle permiso a nadie. Solo necesita tener una historia para contar. Entonces Tik Tok nos recuerda que Lumiére continúa vivo y que ya es posible contar un corto sin quedar en la ruina. El cine y la poesía caminan juntos.

 Su compadre Truffaut visionó la cámara del celular cuando escribió por allá en 1959:

“El cine del futuro será mucho más personal, como una novela individual y autobiográfica, una confesión, o un diario. Los jóvenes cineastas se expresarán en primera persona y contarán lo que les ha sucedido. Podrá ser la historia de su primer o más reciente amor, de su despertar político, el relato de un viaje, una enfermedad, su servicio militar, su matrimonio, sus últimas vacaciones. Y será agradable, pues será algo real y novedoso... El cine del mañana no será dirigido por funcionarios de la cámara, sino por artistas para quienes la filmación de una película será una aventura maravillosa y emocionante. El cine del futuro se parecerá a la persona que lo hizo, y el número de espectadores será proporcional a la cantidad de amigos que el director tenga. El cine del mañana será un acto de amor.”

David Griffith,  escribió un texto fantástico en 1924 llamado El cine dentro de cien años. Allí, vaticinaba como sería el cine en el año 2024. Su manifiesto dice:

“Los personajes y los objetos se verán en la pantalla (que para ese entonces tal vez no será blanca, y ciertamente no cuadrada, ni nada parecida a las de ahora) como si los estuviéramos viendo en la vida real. La tan discutida "profundidad" en el cine, que hasta ahora no ha sido perfeccionada, para ese entonces ya se habrá inventado y adoptado. La imagen no se verá plana: si un personaje camina hacia la chimenea uno reconocerá la distancia que existe entre el personaje y la chimenea.”

En 1982, Wim Wenders reunió a una veintena de directores en la habitación 666 de un hotel. Debian contestar una única pregunta: ¿ES EL CINE UN LENGUAJE, UN ARTE A PUNTO DE MORIR? Desfilaron Godard, Spielberg, Fassbinder, Herzog y otros. En los testimonios, se siente el miedo de los cineastas porque la Televisión les quite lo ganado por el cine en tantos años. De hecho, al entrar al cuarto, el entrevistado se topaba con un televisor prendido.

EN 1995, cuando el cine celebraba su primer centenario, a la productora Sarah Moon se le ocurrió reunir a 40 consagrados directores para que filmaran una peliculita con las mismas limitaciones de Lúmiere: 59 segundos, no hay sonido, no hay zoom, no hay montaje, no hay música, no hay iluminación artificial. El resultado es apasionante: Lelouch filma el travelling de un beso, Kiarostami un huevo frito, Lynch un asesinato, Wim Wenders a los ángeles en los tejados de Berlín. Así fue como “Lumiére y compañía” vaticinó al Tik Tok 30 años antes.

Hoy, el teléfono móvil ofrece múltiples usos, incluyendo el de grabar, editar y musicalizar. Cuando cargábamos la Bell and Howell de 16mm, o la Sony de ¾ no imaginábamos cuanto se encogería la cámara, al punto de cargarla en el bolsillo.

Es por ello, que se debe animar a los chicos de colegio y universidad a contar historias de un minuto como lo hacía Lumiére. A que realicen el sueño de Truffaut: el cine como acto de amor.

También, con ello, se involucra al espectador del futuro, en la formación de públicos.

TÓPICOS

Para tomar el futuro en el cine como eje temático es necesario dividir en:

1.  CIENCIA FICCIÓN: las películas que pronostican un futuro cercano, caso INTERESTELAR (Nolan 2014)

2.  LA DISTOPIA: las películas que están en las antípodas de la utopía. Son las películas de un futuro alienante caso UN MUNDO FELIZ (múltiples versiones en cine) , 1984 ( Radford 1984), LOS HIJOS DE LOS HOMBRES ( Cuarón 2006)

3.  FILMINUTOS: Que consiste en apropiarse de la tecnología actual no como objeto alienante sino como sujeto creativo. El filminuto que busca transformar la comunicación.


domingo, 27 de agosto de 2023

EL CINE DENTRO DE CIEN AÑOS, por D. W. Griffith

 

NOTA DEL BLOGGER: En 1924, un periódico le encomendó a D.W Griffith imaginar cómo sería el cine en el año 2024. Por considerarlo de interés y porque el futuro ya está aquí, lo reproducimos en esta traducción de Luis Ospina.

Griffith fue el mas grande director norteamericano del periodo mudo. Ferviente lector de Dickens, supo trasladar la estructura del relato literario hacia el naciente cine y lo dotó de identidad. Es responsable de obras maestras como “Intolerancia” y “El nacimiento de una nación”.

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Dicen que soy un realista, un hombre que se desempeña mejor cuando reproduce en el cine la vida tal como él la ve o la conoce. De lo que el editor inmediatamente asume que la fantasía sea algo fácil para mí, y me propone una pregunta que escasamente se puede contestar con algo que no sea un sueño. Afortunadamente yo tengo mis fantasías.

 ¿Cuál cree que sea el estado del cine dentro de cien años?, me pregunta el editor en cuestión.

 Yo me he preguntado eso muchas veces, y como no soy una de esas personas que responde a su propia imaginería con respuestas, puedo por lo menos dar una opinión. Puedo cualificar esto añadiendo que esta opinión de alguien que le ha dedicado gran parte de su vida al tema.

 En el año 2024 lo más importante que habrá logrado el cine será la eliminación del conflicto bélico en el mundo. El cine será el factor más poderoso en hacer que esto sea posible. Usando el lenguaje universal del cine se establecerá en toda la tierra el verdadero sentido de la hermandad del hombre. Por ejemplo, el inglés habrá aprendido que el alma del japonés es, esencialmente, igual a la suya. El japonés se dará cuenta que sus ideales son los mismos que los del americano. Todos los hombres son iguales.


No se debe asumir que yo crea que dentro de cien años el cine haya tenido tiempo de educar a las masas, apartándolas del caos y de la discordia. Lo que quiero decir es que, para ese entonces la guerra, si es que todavía existe tal cosa, se librará estrictamente sobre una base científica, sin el elemento de la destrucción física. Mi teoría es que el conflicto será también gobernado por leyes científicas y por reglamentos a los que ambos bandos de la controversia se suscribirán. Ejércitos provistos de guantes de boxeo, hombre a hombre, se enfrentarían en una "batalla" para determinar el vencedor. No les estoy tomando el pelo. Hablo en serio. Será una cuestión de ciencia y juego limpio hasta el último momento. Hablo también en serio cuando predigo que después de la "batalla" los guerreros se retirarán a una cantina a beber jugo de uvas. Así como se eliminaron las viejas prisiones de deudores inglesas por medio de la educación, así mismo se eliminará el conflicto armado.

 No hay duda que dentro de un siglo encontraremos muchos más dramas íntimos presentados en las pantallas, aunque siempre existirá un campo aparte para los films de amplios panoramas como NACIMIENTO DE UNA NACIÓN y AMÉRICA.

 Uno entrará en su sala de cine preferida y verá a los actores el doble de grandes de como los vemos ahora, porque las pantallas serán el doble de grandes, y la película el doble de ancha. Con estas ampliaciones los primeros planos desaparecerán casi por completo, ya que será relativamente fácil ver las expresiones faciales al ver los actores de cuerpo entero. Siempre será necesario filmar la cara en el cine. El rostro es el reflejo del alma del hombre.

 

Nuestros close ups, o insertos, como los llamo yo, a menudo son cansones y desconcertantes. Yo los inventé, pero he tratado de no abusar de ellos como muchos lo han hecho. Es un truco mecánico y de poco crédito para cualquiera.

 Digamos que ahora hay cinco teatros de estreno lujosos en una calle de Nueva York. En 2024 habrá por lo menos cuarenta. Las ciudades de veinte mil tendrán más de cien. El cine, gracias a su gran alcance, estará capacitado para contar cierto tipo de historias como ningún otro medio. Pero debo añadir que la gloria de la palabra hablada y escrita en el drama íntimo y poético nunca podrá ser superada por otra forma de expresión.



 En el año 2024 nuestros mejores directores serán hombres graduados de escuelas, academias y universidades con cursos de cine. Nuestros actores y actrices serán artistas graduados de escuelas y universidades con cursos altamente especializados sobre la actuación frente a las cámaras. Esto es inevitable.

 Soy bien consciente que la difícil y arbitraria forma como se selecciona hoy en día el talento cinematográfico (y por talento cinematográfico quiero decir directores, diseñadores, actores, y camarógrafos) no durará mucho. El tiempo se encargará de arreglar esto a base de mérito y equipo.

Griffith , de sombrero, junto a Chaplin

 Cada semana me preguntan varias veces si creo que la fotografía en color del cine pueda ser perfeccionada. Lo más probable es que sí, creo yo. Indudablemente todos los métodos de tintes y proceso de color ahora en uso no son los correctos. No se ha llegado a ellos con el mínimo de inventiva y por lo tanto no pueden durar. Los films en color que vemos en la actualidad han sido hechos usando gelatinas sobre la película o poniendo lentes de colores frente a la película. Estos sistemas carecen de armonía) fidelidad. Debo admitir que yo también he experimentado con ellos pero sería el último en hablar seriamente sobre los resultados obtenidos. Hemos estado sólo explorando y especulando.

 Solo por medio de un método será posible obtener color natural en el cine. Este método desarrollará una película tan sensible que podrá fijar los tintes y los colores naturales a medida que ésta se filme.



 Es lógico que el hombre o la mujer poco entendido en la materia crea que esto es muy remoto y poco posible. Pero pensemos en la conquista del aire, ¡el descubrimiento de un medio por el cual la voz humana puede ser transmitida por el aire tres mil millas! Cuando nos ponemos a pensar en lo que se ha logrado en este campo sería insensato suponer que la fotografía en color —natural, permanente— no se pueda inventar. Dentro de cien años el color de los ojos y el pelo de una mujer, el color del mar, los colores del arco iris serán una parte natural de todo drama cinematográfico.

 En cambio, estoy seguro que dentro de un siglo se habrá abandonado todo intento de hacer cine hablado. Esto es cierto porque la propia esencia del cine no hace necesaria la palabra hablada. La música –la buena música– siempre será la voz del drama mudo. Dentro de cien años encontraremos a los más grandes compositores de la época dedicando toda su maestría y su genio a la composición de música especial para el cine.

 Habrá tres personas principales en la producción de un drama cinematográfico: primero el autor y luego, el director y el compositor, todos ocupando puestos de igual importancia.

 No queremos ni vamos a querer oír la voz humana en nuestros films. La música, tal como yo me la imagino dentro de cien años, se usará para visualizar la imaginación del ser humano. Y, así como en nuestra imaginación esas voces invisibles son siempre perfectas y dulces, o si no magníficas y emocionantes, uno las encontrará registradas en la mente del espectador, en forma de música bella, expresando exactamente lo que el autor quiere. A mí se me hace que esas imágenes que vemos en la pantalla deben ser siempre mudas. Cualquier otra cosa sería ir en contra del objetivo real de este nuevo medio de expresión. Nunca habrá films hablados. ¿Por qué han de haberlos si la ausencia de voz puede ser tan bella como la música? En la música bella no hay "r's" disonantes ni consonantes retorcidas ni farfulleos guturales ni tonillos nasales. Por consiguiente el espectador medio preferirá ver las imágenes y dejar que la voz que le hable sea la de la música, uno de los artes más perfectos.

 Parece que soy muy enfático al respecto, y quiero serlo.

 En el año 2024 tendremos orquestas de todo tipo trabajando para el cine. Cada teatro tendrá varias orquestas de diferentes caracteres. Los films grandiosos con amplios espacios abiertos siempre tendrán más de una orquesta a su servicio. Cuando se necesite un cuarteto de cuerdas para una escena, allí lo habrá. Cuando se necesite el gemido de una guitarra o el rasguido de un banjo, allí estarán. También habrá orquestas sinfónicas más grandes de lo que ahora podríamos imaginar para acompañar lo grandioso y lo sublime.

 Nosotros escasamente tenemos una idea de lo que será el desarrollo de la música para el cine. Me parece un poco cómico darme cuenta ahora del lugar tan pequeño de nuestra vida cotidiana que ocupa el cine, a pesar del gran aumento que ha habido en los últimos años en la asistencia a las salas de cine. Dentro de cien años creo que los aviones de pasajeros exhibirán películas en sus vuelos regulares entre Nueva York y Chicago y entre Nueva York y Londres. Los trenes, que viajarán a velocidades dos o tres veces mayores a las de ahora, tendrán vagones con salas de cine. Casi todos los hogares de buen gusto tendrán su sala privada donde las familias podrán proyectar miniaturas de los grandes films, y, por supuesto, podrán hacer álbumes con películas en lugar de fotograbados y fotos fijas. Los grandes barcos de vapor se jactarán de exhibir películas de estreno a bordo traídas a la mitad del océano por aviones. Además todas las clases de nuestros colegios se dictarán con la ayuda del cine y de los dibujos animados educacionales.

 Cuando todas estas cosas sucedan ya no habrá titileo en las proyecciones. Los personajes y los objetos se verán en la pantalla (que para ese entonces tal vez no será blanca, y ciertamente no cuadrada, ni nada parecida a las de ahora) como si los estuviéramos viendo en la vida real. La tan discutida "profundidad" en el cine, que hasta ahora no ha sido perfeccionada, para ese entonces ya se habrá inventado y adoptado. La imagen no se verá plana: si un personaje camina hacia la chimenea uno reconocerá la distancia que existe entre el personaje y la chimenea.

 Asimismo, en los paisajes, uno podrá 'sentir' el sentido propio de la distancia. Las cimas de las montañas no parecerán como si estuvieran una encima de otra sino que se verán exactamente como si estuviéramos parados mirándolas. Claro está que todos estos son meros detalles que requerirán largos e intensos estudios y experimentos, pero vendrán. En otras palabras, desde el punto de vista de la naturalidad, las imágenes del cine dentro de cien años serán tan parecidas a las personas y a los objetos filmados que uno, sentado en su butaca, no podrá saber a ciencia cierta sí son imágenes o la vida misma.

 Perfeccionando el sistema de iluminación el cine se verá tan fluido ante el ojo como si fuera un cuadro estático iluminado. Para ese entonces los estudios habrán cambiado mucho, y en lugar de forzar a un actor a trabajar frente a grandes luces enceguecedoras, que ahora a veces alcanza los 117º F, sino que tendremos luces "Frías". Ya estamos experimentando con estas. Nuestros estudios serán instituciones de amplio crecimiento, tan grandes como algunas ciudades que rodean a Nueva York. Creo que dentro de cien años la producción cinematográfica no estará concentrada en sitios como el Hollywood de hoy en día. Las películas serán hechas en varias ciudades, la mayoría de éstas cerca de Nueva York.

 Me molesta un poco cuando me preguntan si la popularidad del cine pasará. Me parece ridículo. Tan ridículo como asumir que la popularidad de la música, o de la pintura, o del teatro, pasará.

 No. No creo que la popularidad del cine disminuirá; ya lo he dicho que aumentará y seguirá aumentando. Por ejemplo podríamos citar mi propio film NACIMIENTO DE UNA NACIÓN, que fue reestrenado hace dos años, después de no haber estado en cartelera durante los últimos diez años, y su éxito fue tan grande como cuando el estreno. La popularidad del cine (que es una forma natural de la expresión dramática) aumentará a medida que la calidad de las películas vaya aumentando. Dentro de cien años tendremos novelistas que le dedicarán todas sus energías a la creación de argumentos originales para el cinematógrafo. Por esto quiero decir que los novelistas dedicados exclusivamente al cine crearán personajes, situaciones y dramas en función de imágenes. Habrá historiadores del cine que serán una gran ayuda para la producción. Habrá artistas de cine de todas clases. Los resultados serán más naturales, más dignos y más sinceros porque tendremos personas especializadas en cada una de las ramas del cine, todos unidos con un misino fin: crear una película.



 No puedo negar que el radio ya tiene su propio público. Sin duda ha apartado a mucha gente de los cines y los teatros. Es un descubrimiento grande y útil, un medio glorioso. Dentro de cien años no habrá confusión entre la radio y el cine. No puede haber conexión ni conflicto entre los dos. Tal vez haya conflicto entre la radio y el teatro pero no entre la radio y el cine. Cada uno ocupa su propio sitio exclusivo en nuestras vidas.

 Ahora preparémonos para un pequeño sobresalto. Dentro de cien artos el cine costará aproximadamente el doble de lo que cuesta hoy en las salas de estreno. Es apenas lógico. El tiempo, el esfuerzo, la energía, y la preparación invertidos en un film serán mayores. Honestamente en ningún momento puedo comprender como hubiera sido posible poner más tiempo, más esfuerzo, más energía, y más preparación de la que puse en mis propios films; pero, para ese entonces, esto será cierto hasta de los films comunes y corrientes. En el año 2024 la entrada a los films de calidad no constará menos de cinco dólares.

 Viendo la bola de cristal he visto muchas cosas que no he mencionado aquí. Quizás sería un poco aburridor discutirlas. Pero sí quisiera decir una cosa sin cualificaciones: El cine es un niño al que le hemos dado vida en nuestra generación. A medida que va creciendo se va desarrollando maravillosamente. Nosotros pobres almas escasamente podemos visualizar o soñar sus posibilidades. Debemos ser cariñosos con él en su juventud para que en su madurez pueda recordar su niñez sin remordimientos.

 David Wark Griffith

 Collier's mayo 3, 1924.

 Revista “Ojo al Cine” nº 3 y 4, 1976

 Traducción: Luis Ospina.

martes, 22 de agosto de 2023

LOS CRITICOS DE CINE BAILANDO EN PEREIRA

                     

Entre el 18 y el 21 de agosto los críticos se volvieron a ver. Sucedió EL XXIV ENCUENTRO NACIONAL DE CRÍTICOS Y PERIODISTAS DE CINE. Es la cita de cada año en Pereira. Este año el tema fue la amable relación que el cine ha tenido con el teatro. Exhaustiva maratón de ponencias durante tres días sin pausa. Agradecimiento a su devoto organizador el maestro Germán Ossa. Y a los cafés de Pereira que ponen a sonar los mejores boleros y tangos.

Y a mí me dio por poner a los críticos a reflexionar sobre su oficio. ¿Qué es eso de la crítica de cine? ¿Sirve para algo?

El mandamás de la Columbia, el odiado Harry Cohn, dijo burlándose de la crítica: “Si me duele el culo la película es mala, si no me duele es buena”

A lo que el gordo Hitchcock preguntó airado: “De cuando acá la estética del cine se rige por el culo de Harry Cohn?

Andrés Caicedo, siempre tan punzante, solía decir: “Siempre, de la crítica, me ha gustado lo insólito, lo audaz, lo irreverente, lo maleducado. Para eso sería bueno encontrar un método que universalice lo personal. Cada gusto es una aberración.”

Aquí las opiniones de los duros de la butaca:



jueves, 17 de agosto de 2023

CARNE DE TU CARNE cumple 40 años

 

El 7 de agosto de 1956, en plena dictadura de Rojas Pinilla, explota en el centro de Cali un convoy militar cargado de dinamita. El saldo dejó cientos de casas destruidas y más de mil muertos. La ciudad apenas contaba con cien mil habitantes. Ese es el punto de partida de CARNE DE TU CARNE dirigida por Carlos Mayolo. Película que está cumpliendo 40 años.

Partiendo de este hecho histórico, Mayolo nos muestra esta familia oligarca caleña, los Velasco, que tienen que abandonar la casa destruida para refugiarse en su hacienda campestre.

La película inaugura el género gótico tropical, es decir que partiendo de un hecho histórico la trama va a derivar en un relato fantástico, lleno de surrealismo.

Carne de tu carne es una metáfora aterradora de los pájaros asolando los campos matando rivales políticos y apropiándose de las tierras fértiles del valle del Cauca.

Vista hoy, 40 años después, Carne de tu carne mantiene intacta la vigencia política de una ciudad, a la  que  destruyen cada cierto tiempo.

Un relato vampírico, que retoma mitos populares como El duende y la madremonte. Un relato político que elige la simbología del incesto para retratar nuestras elites feudales.

El incesto de los dueños del país sigue ahí: se casan entre ellos, intercambian parejas para no soltar el poder.

 


 

martes, 15 de agosto de 2023

ENCUENTRO INTERNACIONAL DE CRITICOS DE CINE

 


A William Faulkner le gustaba  cazar peleas con los críticos y escribió un célebre texto al respecto: “Vive y deja vivir; critica con gusto en virtud de un criterio, y no riñas. La reseña inglesa critica al libro, la americana al autor. El crítico americano le endosa al público lector un distorsionado bufón en el seno de cuya sombra acechan imprecisamente los títulos de varios volúmenes íntegros. Sin duda, si hay dos profesiones en las que no deberían existir envidias profesionales son la prostitución y la literatura”.

Faulkner alegaba que, si le tocaba elegir entre el crítico y el artista, elegía al artista puesto que el primero no puede existir sin el segundo.

Otra cosa fue la nueva ola francesa, que pasó de la crítica a la realización. Godard no distinguía mucho entre las dos profesiones. «Como crítico, me consideraba un cineasta. Hoy [como cineasta] todavía me considero un crítico»

Su compadre Truffaut ilustraría la diferencia entre crítico y director protagonizando un escàndalo.Siendo el crítico estrella de “Cahiers du cinema” lo expulsaron del festival de Cannes porque rompió uno de los jarrones inmensos que colocaban a la lado y lado de la pantalla. Truffaut alegó que esos jarrones eran de mal gusto y un estorbo para apreciar las películas. Al año siguiente volvió a Cannes, pero acreditado como director pues su ópera prima, “Los 400 golpes”, había clasificado a la selección oficial. Le palpitaba el corazón en el estreno y tuvo una revelación : los jarrones le parecieron divinos. Truffaut tiene la frase más citada al respecto: Todo el mundo tiene dos profesiones: la suya propia y la de crítico de cine”

Fernando Trueba también ejerció la crítica de cine, antes de convertirse en uno de los mejores directores españoles. “Sigo siendo un cinéfilo,- nos aclaró aquella vez en Cali- sigo pensando que se aprende más de cine, viéndolo que haciéndolo

II

Todo esto, porque cada año, se reúnen en Pereira los duros de la crítica de cine para botar corriente y ponerse al día. Al frente está Germán Ossa, critico habitual del periódico “El Diario” y del portal “El opinadero”. Este fin de semana se celebra el encuentro número 24. Un sueño que arrancó en 1994.

Este año, hay homenajes a realizadoras, visita de críticos extranjeros. El eje temático son las relaciones amigables entre el teatro y el cine. Mi ponencia girará en torno a estos dos lenguajes: “El cine y el teatro: Amor a primera vista”.

Agosto no solo es mes de cometas o de ballenas , también es el mes de los críticos de cine.

Descargue Aquí, la programación confirmada.

 

 

 

jueves, 10 de agosto de 2023

LA PIEL DEL TAMBOR : Entrevista con Sergio Dow

 

Foto: José Urbano

Sergio Dow debutó en el cine con el largometraje EL DIA QUE ME QUIERAS, una película que recreaba la visita de Carlos Gardel a Venezuela. Ahora vuelve y ataca con el estreno de “LA PIEL DEL TAMBOR”, basada en la novela de Arturo Pérez-Reverte.

"La piel del tambor" es una película internacional, filmada en inglés con actores británicos, colombianos, italianos y españoles. Dice el escritor que la frase LA PIEL DEL TAMBOR era el grito de los ejércitos que se sentían vencidos pero se jugaban la última carta en el campo de batalla . 

Aquí , la sabrosa conversa con el director caleño Sergio Dow.

https://www.youtube.com/watch?v=HNoRV7ErfDQ

PD: La superproductora caleña Alina Hleap, integró la tropa que hizo posible “La piel del tambor”. Y me envía éste sentido mensaje: “Como productora quiero agradecer a los "amigos cinematográficos" qué hacen parte del grupo de apoyo y a todos los inversionistas que creyeron y aportaron al proyecto desde el comienzo. Así mismo quiero hacer un reconocimiento especial al equipo humano de Cali que me acompañó durante estos años en el proceso: Catalina Hoyos Lago, Guillermo Peña, Silvio Paz, Vicenta Zerrate, Vannithy Montero y, especialmente, al Fondo Mixto de Promoción de la Cultura y las Artes Del Valle del Cauca, quienes a través de su gerente, María Clemencia  Ramírez, me respaldaron irrestrictamente”


miércoles, 2 de agosto de 2023

OPPENHEIMER, CHAPLIN, Y EL BRUTO McCARTHY

 

A todos nos pasó en algún momento de nuestra vida. Allá en la escuela San Roque del barrio Colón la profesora nos mostró la revista Life donde estaban impresas las fotografías de la bomba nuclear.  En dos detonaciones mataron 120 mil personas. A esa edad, imaginar 120 mil cadáveres apilados era demasiado. Como si de repente, mataran a todos los habitantes de Jamundí.

¿Quién tiró la bomba? ¿Quién dio la orden? Le hacíamos todo tipo de preguntas a la profesora Silvia Inés. Pero nadie hizo la pregunta más importante: “Quien inventó la bomba atómica?”

40 años después, Christopher Nolan nos responde con una obra maestra. Desde su primer corto, que dura apenas tres minutos, el maestro nos muestra a un hombre tratando de atrapar algo, que no sabemos que es y al final asistimos a un juego de espejos infinitos (podéis ver o descargar el corto aquí).  En ese cortico, del joven Christopher, podemos ver sus obsesiones posteriores. En su ópera prima ( Following) un hombre busca en la ciudad algo que ni el mismo sabe que es, nunca olvido el juego del tiempo, en la que sigue siendo mi película favorita ( Memento),  o el hombre que no puede dormir ( Insomnia),o el tipo que se mete en tus sueños y te planta ideas en el inconsciente ( El origen) o la hipótesis de que los extraterrestres somos nosotros mismos ( Interestelar)

De “Oppenheimer” me gustan muchas cosas. El manejo del croma. A veces Blanco y negro, a veces color y a veces sobreexpuesto. Porque no hay que olvidar que Nolan vuelve al cine clásico filmando en celuloide, en negativo de 70 m.m. Para las generaciones nuevas, resulta insólito complicarse con celuloides a estas alturas pues se tiene a la mano todos los recursos del cine digital. Pero Nolan parece sacado de los comienzos del cine. Tiene la magia de Grifith, el toque de Porter, juega a Meliés descubriendo la truca. Es un bicho raro en medio de héroes de cartón, que han ido invadiendo el cine de hoy.

Y el hombre se decanta por un anti-héroe. Mientras visionaba “Oppenheimer” no podía olvidar la historia personal que vivió Chaplin. Ambos eran héroes mediáticos cuando la caza de brujas los acusó de comunistas y de actividades anti-norteamericanas. La paranoia gringa en su máximo esplendor. Chaplin no les dio la ganga y se les voló. Orson Welles también se pisó. No se iban a humillar ante un comité que simplemente los necesitaba como chivos expiatorios. No era un juicio imparcial. Ese comité Macartista jugaba con las cartas marcadas.

 Robert Oppenheimer, se sometió. Se dieron el lujo de humillar al más grande físico de su época. El físico al que Albert Einstein le hacía reverencia.

II

Al cine lo vienen matando desde el mismo día que nació. Y cada vez que lo dan por muerto, el aparato renace. En los años 50, inventaron el Cinerama para enfrentar el auge de la televisión. El 3D pasó a darle la mano cuando el video y las antenas parabólicas vinieron a quitarle la clientela. Esta semana me gocé lo que ha venido pasando con las películas Barbie y Oppenheimer: la gente se volcó a los cines. Incluso, muchachitos aguantándose las tres horas de “Oppenheimer” en un mundo digital dominado por Tik Tok. La euforia de esta semana, me recordó la fiebre de “Tiburón” en el teatro Calima, “Jurassic Park” en el Bolívar”, “La ley del monte” en el cine México.

III

El punto de partida de la película es el libro El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer” escrito al alimón por Kai Bird y Martin J. Sherwin Premio Pulitzer 2006 ( podéis descargarlo aquí )

Nolan inicia con la misma cita del libro:

“Prometeo robó el fuego y se lo entregó a los hombres. Pero cuando Zeus se enteró, ordenó a Hefesto que clavara el cuerpo de Prometeo al monte Cáucaso. Allí pasó muchos años encadenado. Todos los días un águila caía sobre él y le devoraba los lóbulos del hígado, que volvían a crecerle durante la noche. APOLODORO, Biblioteca, libro I, 7, s. II a. C”

La analogía con el mito de Prometeo ya la había hecho, en 1818, Mary Shelley al publicar la novela “Frankenstein”. Oppenheimer es exactamente un Víctor Frankenstein que creó una criatura. La ficción aterradora de Shelley se convirtió en realidad en manos de Nolan.

IV

Pequeñas apariciones, ninguna dura más de dos minutos. Personajes diminutos, pero potentísimos. Gary Oldman : un minuto y lo odias . Kenneth Branagh es el genio Niels Bohr, Rami Malek la buena conciencia, Casey Affleck , el burócrata militar. Tom Conti , el entrañable Albert Einstein. Un aspecto Tarantinesco que consiste el invitar a grandes estrellas a trabajar en una o dos escenas. ¿Por qué no otro actor barato y desconocido?  para que tu recuerdes por siempre esa aparición fugaz.

V

Al finalizar la proyección, algunos amigos salieron a comprar ibuprofeno porque la banda sonora les hizo dar dolor de cabeza. No es la banda sonora sutil de Interestelar, ni la tensionaste de El origen. Es cierto que tiene momentos de estridencia. Porque Nolan busca meternos en la conciencia de un hombre que ve cuerpos descuartizados y escucha bombas por todos lados. No es paranoia, es culpa.  Recuerdo que allá en la escuela San Roque la profe nos contó que uno de los pilotos terminó regalando la pensión del ejercito gringo y devolviendo las medallas. Y como la conciencia le decía que había obrado mal, se dedicó a realizar asaltos para que lo encanaran, cometía infracciones a propósito porque sentía que debía pagar con cárcel el crimen de lesa humanidad. Eso nos llenó de consuelo. Ahora sabemos que a Oppenheimer le sucedió lo mismo.

NOTA: Volví a ver películas sobre el tema Hiroshima y recomiendo

1, El documental Oppenheimer el dilema de la bomba atómica

2. La tumba de las luciérnagas (anime)

3. Hiroshima (anime). Allí está la mejor reconstrucción de cómo pudo haber sido lanzada la bomba

4. Fat man and the little boy (1989) de Roland Joffe. Paul Newman interpreta al general Groves y Dwight Shultz ( aquel loco Murdoch de la serie "Los Magnificos") interpreta a Oppenheimer

 5. Y el libro en el que se basa la película de Nolan

 https://www.youtube.com/watch?v=dcAsbqDlHts