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jueves, 23 de noviembre de 2023

ANATOMÍA DE UNA CAÌDA: EL ESCRITOR POR SU BOCA MUERE

76 Ediciones completó Cannes este año. Repasando su historia, es el festival que mejor mide el espíritu de los tiempos. Fellini, Buñuel, Visconti, Orson Welles, Antonioni . Premiados de la vieja guardia.

Haciendo doblete Kusturica, Loach, August, Haneke, Los hermanos Dardenne, Ruben Öslund ( que este año presidió el jurado)

Si usted repasa esa historia septuagenaria del festival, encontrará obras maestras indiscutidas como Viridiana, El gatopardo , Blow up. También quedará desconcertado con películas que no lograron superar el juicio de la historia. Caso “Sexo, mentiras y video” y alguna otra. Pero, eso sí, cada época marcó una Palma de Oro. Así, un historiador puede hablar de los 70’s del siglo XX pensando en Taxi Driver, La conversación o el Tambor de hojalata. Los 90’s con Pulp Fiction, El piano y la maravillosa Barton Fink.

En el nuevo siglo con La cinta blanca, Sueño de invierno o la vida de Adele.

Pero, detengámonos en las últimas tres Palmas doradas: Titane ( 2021), El triángulo de la tristeza ( 2022) y Anatomía de una caída ( 2023).

Titane es completamente fantástica, El triángulo de la tristeza completamente surrealista y Anatomía de una caída vuelve al realismo puro y duro.

 El titulo remite a “Anatomía de un asesinato “ (1959) de Otto Preminger. No es un remake. Pero hay bastante de estos diálogos punzantes y de cómo un juicio devela el making of de una relación matrimonial. “Anatomia de una caída” bebe de las fuentes de Preminger y del Bergman de “Escenas de la vida conyugal”.

Justine Triet , levanta su Palma de Oro

II

Pero la cosa sigue de largo. Pone sobre el tapete la relación de la vida del artista con su obra. ¿Toda obra es autobiografía? ¿Se puede tomar la vida del artista para interpretar su obra o su obra nos muestra los defectos del artista?

¿Por ejemplo, si la esposa de Stephen King apareciera muerta, sin más testigos que el escritor, inmediatamente buscaríamos en sus libros algún pasaje donde un personaje asesine a la esposa? ¿Lo podemos incriminar al considerar que el pasaje literario es una especie de planeación del asesinato?

“Anatomía de una caída” disecciona con precisión quirúrgica la caída del muerto. Unos 10 metros. Esa caída que en la vida real no debe durar más de 25 segundos, pone a tambalear a los personajes durante un año. Y a nosotros nos agarra durante 150 minutos.

Dos antecedentes sabrosos se me ocurren: “Bajos instintos “ (1991) y “Una pura formalidad” ( 1994). En la primera, Paul Verhoeven nos pone a dudar si la escritora mata en sus novelas y en la vida real. “Si ella mata en la ficción no tiene necesidad de matar en la vida real, puesto que ya sublimó esa fijación”- me dijo, esa vez, mi profe de psicoanálisis.

La de Tornatore es más compleja. Todo sucede en la comisaría durante una noche. El detective, interpretado por Roman Polanski, está convencido de que escritor de novela policiaca ( Gerard Depardieu) asesinó a su esposa. La prueba? El escritor es experto en personajes retorcidos que planean siempre asesinatos perfectos.

Anatomía de una caída” ya ingresó al panteón de las películas de tribunales tipo “12 hombres en pugna” pero no se queda ahí. Analiza, disecciona y clasifica esa cotidianidad del matrimonio. Una vida cotidiana en la que todos convivimos y que no sabemos si algún día se expondrá públicamente como a la escritora protagonista. Johnny Deep se debe estar rascando la cabeza.

jueves, 16 de mayo de 2019

EL QUINTETO DE CANNES


Ví la foto de Cannes 2019. Y se me salió el cursi que nos asalta y nos agarra por las orejas, el cuello, la garganta...He aprendido a querer el cine colombiano, hasta las películas malas.

Ver una de Jairo Pinilla o, si quiere ser más extremo, una de Castaño y... hombre son tipos que se la juegan por contar una historia en este país que menosprecia la historia ( en inglés se diferencia la story de la history con lo cual se logra más precisión).  Cuando era adolescente salí de la proyección de " Tacones" putiando , renegando y lanzando maldiciones al cine colombiano. Hoy la volví a ver y ahh....ya no la ví falta de guión ( que no tiene ) , ahora veo con nostalgia una ciudad que se fué , una ciudad que desapareció , que destrozaron.
Veo unas bailarinas  de barrio , que ni siquiera eran profesionales pero que castigaban el pavimento con zapatos cauchosol...oye ..oye...tumbalatimalacatumbambembe.
Pero volviendo a la foto de Cannes 2019, hay allí tres hombres y dos mujeres con una mirada extraña. Digo, extraña por lo triste. Sobre todo , si tenemos en cuenta que la alfombra roja es farándula, alegría, vestidos de canutillos. Los 5 portan letreros escritos como de afán donde , escuetamente, le cuentan al mundo que en Colombia acaban de matar a un cineasta mientras rodaba su último film. Pero que, además, han matado más de un centenar de líderes sociales. La más veterana porta simplemente la palabra PAZ.
El quinteto de Cannes nos recuerda que el arte no puede quedarse impávido ante la masacre. Son los pájaros de verano, los cóndores que no entierran todos los días, los coroneles que no tienen quién les escriba, las extrañas regresiones, los tacones cercanos. No importa si las películas que nos representan allá no ganan ni una mención. Nuestro cine y nuestros cineastas ya ganaron. Se ganaron nuestro respeto. Y nuestro aprecio.

domingo, 22 de mayo de 2016

UN ENCUENTRO CON CON KEN LOACH :Lost in traslation



En el Festival de La Habana andábamos con Rafael Araújo Gámez listos a pescar a Ken Loach, invitado de honor ese año. Terminamos de ver "La canción de Carla”, filmada en la Nicaragua Sandinista, y a la salida del teatro Chaplin lo pillamos al pepo y cuarta.
- Maestro!!!- le digo y el viejo gira hacia nosotros para aclararnos que I do not speak spanish.
De todas maneras no íbamos a perder semejante papayazo y con nuestro inglés aprendido en el Instituto de Altos Estudios de El Saladito nos lanzamos a la aventura de las palabras.
En ese lost in traslation se me ocurrió decirle que lo que más me gustaba de la película era que la cámara buscaba al actor y no al revés como suele suceder en el cine donde el actor busca a la cámara. (Hay que anotar, entre paréntesis, que en aquel momento Dogma95 era el último grito de la moda en manejo de cámara al hombre).
Pero resulta que utilicé el verbo want queriendo decir buscar. No sé porque pensé en el cartel del viejo oeste donde un forajido aparecía ocupando el 80% del espacio y abajo en letras mayúsculas: WANTED dead or alive
El caso es que el viejo explotó de júbilo y me abrazó: Thanks , thanks, you are very kind.
Nos quedamos pensando que no era para tanto, la frase era de cajón nada más contarle a nuestros nietos que un día habíamos conocido a Ken Loach. Pero un cubano traductor que se había pateado toda la escena entró a cuadro para explicarnos que Loach había entendido que la cámara deseaba o quería fraternalmente al actor y que por eso se había emocionado.
En todo caso, ahora que Mr. Ken ha vuelto a ganar la Palma de Oro Cannina, y que el próximo 17 de Junio cumple 80 añitos, es bueno repasar una filmografía  con títulos como: Tierra y Libertad, Pan y Rosas, Buscando a Eric y la imprescindible Jimmy Hall.

sábado, 23 de enero de 2016

Mas abrazos de la serpiente



Nota del bloguero: Nuestro amigo Alberto Ramos, gabólogo, cinéfilo y ahora catador de vinos, nos envía este texto amoroso sobre la pelicula de Ciro Guerra

 
Por: Alberto Ramos Garbiras (*)
Colombia está de plácemes con la noticia de la preselección de esta película, con otras cuatro, dentro de la categoría mejor película extranjera, para el Oscar de la Academia. El director de cine Ciro Guerra y su equipo de producción han elaborado una película  enmarcable en el género etno-cultural : es un largometraje argumental que tiene revestimiento de documental. Podría verse como  un road movie acuático por esa travesía en canoas que les permite ir de un lugar a otro. Filmada en blanco y negro nos retrotrae a la época de los caucheros que explotaron inmisericordemente varias zonas del amazonas y agredieron a las comunidades indígenas sin ninguna consideración, hasta marcándoles la espalda generando cicatrices imborrables como si fueran semovientes. Al mismo tiempo es una película con un alto componente ambiental que nos muestra exuberantes paisajes, ríos caudalosos, selvas inmensas, bosques, plantas desconocidas, la biodiversidad más sorprendente, y hace énfasis en el cuidado de la riqueza ictiológica. El esplendor de los paisajes y captación de la naturaleza nos recuerda las imágenes de la magnífica  película Apapóris del cineasta Antonio Dorado.
 A diferencia de “Colombia, Magia Salvaje” que se deleita con los paisajes y tiene un tono comercial promocional, como un divertimiento, escogiendo paisajes hermosos y ocultando la mayoría de los daños; esta película, “El abrazo de la serpiente”, es una cátedra no pormenorizada sobre las comunidades indígenas del Vaupés y Guainía, y su relación con el hábitat, formas, usos y costumbres. Aparecen en el decurso de la narración: chamanes, indígenas, sacerdotes, locos delirantes como el brasilero que se cree la encarnación del mesías, y al final, parroquianos que habitan en la frontera con el Perú. Ciro Guerra logró mostrarnos lo que a novela La Vorágine había descrito desde la segunda década del siglo XX. Podemos aludir a Fizcarraldo o a Aguirre la Ira de Dios, dos películas extranjeras sobre excesos contra las comunidades indígenas, para extractar algunos elementos comparativos, pero no se trata de armar un mosaico fílmico sobre situaciones semejantes. Otro valor de esta película nominada a un Oscar es este: como largometraje argumental llega hasta donde se puede narrar una realidad pasada, si fuera cine estrictamente real sería un documental.
 El comportamiento de los nativos con la naturaleza es una consigna, un método, una conducta que por convicción exigen a los extraños o terceros, deben acatar. Nos  da a conocer las reglas de conducta en la selva, las practicas medicinales desde la botánica y homeopatía curativa. El consumo del mambe (la coca), se hace con naturalidad; las tradiciones ancestrales se van viendo gradualmente; la búsqueda de la planta Yakruna es una excusa para hacernos el recorrido completo por varios parajes; y la relación con el entorno aprovechando las propiedades y potencialidades de las plantas. La película está escrita basándose en la historia de un científico alemán, el Dr. Teodor Koch Grunbuerg, de sus anotaciones en los diarios y de la investigación étnica y botánica que realizó en el Amazonas. Grunbuerg interpretado por el belga  Jan Bijvoet, hace el papel del etnólogo que registró sus observaciones en diarios de viaje, luego publicados en Alemania, una selección de anotaciones bajo el género de la crónica.  Libro que permite tener un acercamiento al Vaupés de principios del siglo XX.
La historia está contada en dos tiempos. 1) el viaje de Grunbuerg, acompañado de Karamakate joven interpretado por Nibio Torres de la etnia cubeo. Luego aparece el otro científico que visitó la zona, el biólogo Richard Evan Schultes (Brionne Davies), hace el recorrido con el mismo acompañante, el indígena Karamakate, ya en la tercera edad, interpretado por un indígena Ocaina, Antonio Bolívar. El montaje o edición aparentemente se hace en paralelo, pero son dos tiempos distintos ligados por el mismo guía que orienta a los dos científicos y les enseña la región y lo ancestral, a la vez  aprende de sus profesiones y se retroalimenta de la información. Los recorridos con ambos cronistas permiten armar la narración exhibiendo los estragos de la cauchería y otras explotaciones. El espectador desprevenido en cualquier momento puede pensar que los científicos se van encontrar en cualquier recodo o meandro del río, si el espectador en su asiento del multiplex se descuida y no capta el estilo de la edición con la que fue empalmada la película.
La película “El abrazo de la Serpiente”, que ha logrado distinciones en Cannes, Lima, La India, Mar del Plata y otros 8 festivales, también tiene un tono antropológico al visibilizar a varias comunidades indígenas, así sea tangencialmente, para hacer reflexionar sobre una sociedad supuestamente pluricultural que desconoce sus 84 comunidades indígenas, unas ignotas, otras más conocidas pero no estudiadas y otras arrinconadas en sus zonas de resguardo. Y sin mencionarlo, otras afectadas por grandes megaproyectos que han inundado sus territorios contaminado sus espacios vitales. Una sociedad que desconoce las lenguas de esas etnias, Colombia no tiene un Instituto de lenguas indígenas supérstites, y aún la mitad de los 47 millones de habitantes habla mal el español y escribe peor. Y los que escribían aceptable el Twitter les está dañando la redacción.
Hay una escena compuesta de varias secuencias sobre la evangelización, el establecimiento de una Misión de un sacerdote Capuchino, un español que azota a los menores para extirparles el demonio y cree que es la solución para que no se pierdan en el paganismo. Nos hace recordar la película La Misión protagonizada por Robert de Niro y Jeremy Irons, gira en el Paraguay pero es aplicable a toda América latina, describe las actividades de los jesuitas y la tensas relaciones con lo encomenderos españoles que despojaban y evangelizaban.
Esta película que se apoya en las ciencias sociales y en las ciencias naturales permite abrir un debate serio sobre la evolución del cine colombiano y su conexión con el pasado, la realidad social y todo lo que está por contarse para reconstruir nuestra historia. Tenemos de los años 80 y 90s varias comedias; películas sobre la violencia de los años 50s, cine sobre narcotráfico y  mafias; sobre  los actores de la guerra interna; temas judiciales; cine intimista, mucho cine comercial. Faltaba el cine ambiental con narración de historias reales que nos pongan a pensar y actuar sobre la  protección de los ecosistemas en riesgo. Los mismos medios de comunicación, la academia, los columnistas y la crítica de cine, se ven obligados ahora a evaluar este tipo de cine que los directores no habían abordado. Han sido los críticos extranjeros y los jurados de festivales internacionales quienes se han fijado en la importancia temática de películas ambientales con anclaje real, como La Tierra y la Sombra y El abrazo de la serpiente.
Nota: el autor fue columnista de cine del periódico El País durante 10 años; realizó estudios de historia del cine en Suecia (1982) y edición cinematográfica en España (1983), becado por FOCINE.

domingo, 2 de agosto de 2015

La Tierra y la Sombra: Cine y medio ambiente


Nota del bloguero: Como experto en la materia , Alberto Ramos, analiza la película de Acevedo desde varios puntos de vista, incluyendo el ambiental, por supuesto.

Por: Alberto Ramos Garbiras (*)

La película del director César Acevedo obtuvo cuatro permios recientes en Europa, el Cámara de oro en el festival de Cannes, también  el SACD (Sociedad de Autores),  Visionary Award (premio revelación) y Le Grand Rail D’Or (premio del público). Es un director joven, talentoso y con una visión crítica sobre los problemas de la sociedad colombiana que, seguramente le proporcionará al cine nacional obras para reflexionar sobre lo que nos falta alcanzar para ampliar la democracia y poder gozar de los derechos sociales, económicos y culturales.

Alfonso(Haimer Leal ),el esposo de la campesina abandonada regresa a una casa rural en un minifundio de Candelaria(Valle) después de 17 años de ausencia, en medio cañaduzales(con cultivos de caña a lado y lado como muros), camina hacia su antiguo hogar, una casa sin panorama rodeada de caña de azúcar y un árbol samán que sobrevivió a la tala intensiva para extender el monocultivo, y recibe el primer impacto ambiental: es envuelto por una nube de polvo que levanta uno de los vehículos del ingenio. Su hijo Gerardo (interpretado por el actor Edison Raigosa),  está muy enfermo, fue cortero de caña de azúcar cerca de 12 años y ha adquirido una enfermedad pulmonar que no lo deja salir de la casa, se cuida del humo, el polvo, los incendios y la pavesa de la caña: vive encerrado pero sin atención médica: El entorno lo está matando.

Hay una escena que lo dice todo: Alfonso recorre las áreas alrededor de la casa, no encuentra nada de lo que había, los parajes diversos desaparecieron, los árboles frutales no existen, las fincas cambiaron su vocación, el campo ahora es uniforme, cierra los ojos para reaccionar, vuelve y mira: todo es como un inmenso colchón verde.  Ese monocultivo de caña que transformó el panorama, acabó con las fincas, los árboles, la avifauna y transformo el panorama en un colchón verde. La rutina de los corteros de caña es retratada en esta película de César Acevedo, los trabajadores están gran parte del día en medio del calor canicular y con una indumentaria de protección solar, sombrero, un trapo en el cuello y guantes, dotados de machetes. Los corteros viven una situación de esclavitud, sin servicios de salud, sin protección laboral, comiendo de portacomidas, asoleados, tiznados y en la tarde terminan fatigados, sin fuerzas y se mueven como zombies.Llegan tiznados e irreconocibles a sus casas a bañarse, para recuperar energías.

La película tiene doble género: corresponde al género dramático, pero al mismo tiempo se enmarca en el género ambiental. Para escribir sobre esta película uno trata de evitar el comentario meramente contenidista y el enfoque ecosocialista, pero el guion y el encadenamiento de los hechos lo conducen a esa clase de escritura.

“La Tierra y la Sombra” narra la agonía de un cortero de caña desatendido, sin seguridad social. Fue utilizado cuando tenía salud, energías y el pago a destajo no le permitió disponer de ahorros para protegerse  Y una madre aferrada a la tierra, que no concibe la transformación que la agroindustria con cañaverales le impuso y fue cercada por los daños ambientales. César Acevedo, director de este film narra la situación familiar angustiante de los corteros de caña cercados por los impactos ambientales y las desiguales condiciones laborales. Es un drama familiar Una familia desahuciada irremediablemente desprotegida por el Estado que permitió la alteración de la huella ecológica y no reguló la producción al permitir quemas, requemas y fumigaciones a los ingenios azucareros. Una película que describe un intenso drama familiar por los efectos socioeconómicos negativos de una agroindustria monoconcentradora del poder agrícola atentando contra la seguridad alimentaria de la región.

Lo único que le falta a esta película dentro de ese cuadro lúgubre que narra es una secuencia donde aparezca una avioneta fumigando con glifosato, ese es el otro factor que exterminó los cultivos de frutas y hortalizas de los pequeños propietarios, minifundistas que no se pudieron sostener. En el Valle del Cauca por fuera del glifosato   se viene presentando la inadecuada aplicación y aspersión aérea de pesticidas órganofosforados, en el sector agrícola con vuelos ilegales desde aviones livianos que, de manera anti técnica afectan cultivos vecinos y aledaños, madurándolos prematuramente, o descomponiendo sus frutos. Las aplicaciones y aspersiones realizadas con esta clase de aeronaves, han carecido de los permisos que deben expedir las autoridades aeronáuticas, sanitarias y ambientales. La continuidad de esos sobrevuelos de fumigación agrícola no han sido controlados debidamente y no cumplen los requisitos en lo tocante al manejo de residuos sólidos, de líquidos; no hay control sobre las mezclas y la utilización de albercas, equipos de aspersión, tanqueo de los agroquímicos, etc.

Lo que le sucede a esta familia de “La tierra y la Sombra” es lo que le ha sucedido a todos los minifundistas del Valle geográfico, fueron asfixiados y liquidados económicamente. Un entorno infernal no solo por las llamas que los rodean por la quema del follaje de caña, con lluvia de pavesas que asfixian. Las pavesas con el viento son pulverizadas hasta en partículas submicrónicas que se inhalan imperceptiblemente, esa seguramente es la enfermedad pulmonar que hace agonizar al hijo de la pareja disuelta.

Como ambulancia el padre del  debilitado Gerardo contrata una carretilla que en el Valle del Cauca llaman Zorra, esa escena condensa la  precariedad de la familia expuesta a la extinción. Lo conduce por desespero ante la desatención médica a un puesto de salud donde no le recetaran lo apropiado ni lo diagnosticaran en debida forma por la inexpertica del médico y por las negativas a quienes no tengan medicina preparada, o al menos afiliación a una EPS. El padre angustiado implora que lo reciban y atiendan porque se va a morir, la súplica no tiene eco.
Al final de la película vemos el éxodo obligado de la familia, deben abandonar la casa, único bien que han tenido, la abuela(Hilda Ruiz) se queda sin familia, sin trabajo y sin sustento porque ni para la recolección primitiva de frutos le sirve el área donde habita , impactada por el monocultivo de la caña de azúcar. Hilda Ruiz desempeña la mejor actuación con introspección a la manera de los egresados de Actor Studio. Es serena, seca solo dice lo preciso y está marcada por el tiempo y las circunstancias que la agobian.

La película tiene el tono del cine neorrealista italiano, con crudeza, sin adornos y con actores  que parecen sacados del sitio que se describe, narra la situación de oprobio, encierro y amenaza  a que el entorno los reduce. El Neorrealismo ese cine italiano de la segunda postguerra que retomó y aplicó en lo social el realismo francés. El cine italiano de la segunda mitad de los años 40s en medio de la precariedad por la devastación de la segunda guerra mundial se concentró en exhibir las condiciones sociales de manera real sin ocultar los sufrimientos humanos, Exaltó los sentimientos de los personajes, se rodó en sitios externos, escenarios naturales, por fuera de los estudios de cine, unos guiones comprometidos con la realidad social p ara plantear estados de precariedad y si se quiere de pauperización de sectores sociales. Fue el cine que hicieron directores como Rosselinni, De Sica, Visconti, De Santis, Lattuada, Germi,  Masseli, Fellini y otros que hicieronpelículas memorables como La tierra tiembla(Terra Trema), Ladrón de Bicicletas(Ladri di Biciclette), Stromboli: Terra di Dio, Riso Amaro, Ossessione,El Limpiabotas, Roma , Citta Aperta y otras.

La película fue filmada o rodada en la vereda El Tiple de Candelaria, este municipio vio  estancado su desarrollo y padece por falta de agua potable. El monocultivo de la caña de azúcar absorbe  sus aguas subterráneas y desvían las superficiales. Las aguas superficiales no solo están contaminadas por las cargas orgánicas, también por las aguas residuales que vienen aguas arriba, más los vertimientos porcícolas y otros factores, también la tala intensiva en las laderas del otro municipio afecta por empalizadas su potabilización, los deslaves en las cuencas por talas intensivas vuelven turbulentas las aguas que rodean el municipio, y los vertimientos industriales, entre otros. Cuatro ríos surcan y recorren el municipio, tres ríos altamente contaminados e intratables (Párraga, Cauca y Desbaratado) y el otro, aguas arriba la administración Municipal de Florida impide que se conecten las tuberías.

Allí, en Candelaria, la realidad concreta hoy es esta, se ha alterado la biodiversidad, la vida no es saludable y productiva en armonía con la naturaleza, las aguas subterráneas no son objeto de especial protección, el consumo humano del agua no tiene prioridad sobre otros usos, no hay acciones de corrección y restauración del deterioro ambiental, el paisaje no es protegido, los suelos se han salinizado, no funciona para este municipio el sistema nacional ambiental porque no hay acciones conjuntas de  las autoridades, se registra degradación y erosión de los suelos, se alteró nocivamente la topografía, se alteró el flujo natural de las aguas, hubo extinción cualitativa y cuantitativa de especies vegetales.
Hay 33 municipios con cultivos de caña que los bordean, y recientemente estos cultivos se han extendido a las planicies de los municipios con tierras de ladera. El monocultivo de la caña de azúcar acabó la vegetación y espantó la avifauna. En la película los pocos pájaros que quedan están en la banda sonora y en la imaginación del abuelo acudiendo al  recurso de los sonidos que emitían, silvando para imitarlos. La quema del follaje de la caña alteró la temperatura y bordea e invade con pavesas a la población, las partículas submicrónicas son un atentado permanente contra las vías respiratorias de los residentes, las fumigaciones aéreas con glifosato acabaron con los minifundistas pudriendo sus frutos y hortalizas; los ingenios azucareros desecaron los humedales e invadieron la ronda protectora de las corrientes de agua; el rio Párraga fue convertido en una cloaca, por la disminución acelerada de su caudal, por el aprovechamiento del caudal desproporcionado por parte de la industria azucarera de la localidad, por la contaminación ambiental generada por los ingenios azucareros y la población del municipio sin PTAR los cuales arrojan a su escaso caudal aguas contaminadas. Candelaria puede ser analizado como Municipio piloto de lo que sucede en otros cuando se altera el paisaje y la geografía con un solo cultivo y se atenta contra la seguridad alimentaria. Hay que exigirle a la CVC la recuperación y restauración del rio Párraga, sancionando  a los contaminadores.
Quien visite ese municipio y recorra sus alrededores, salta a la vista que el desarrollo armónico se rompió hace varios años en Candelaria por el extensivo cultivo de la caña de azúcar  que tiene cercado a este municipio y extenuados, asfixiados, acogotados a sus habitantes. Municipio anulado por un monocultivo que atenta contra la huella ecológica y disminuyó la agricultura antes diversa y pujante.

(*) El autor de este comentario ejerció la crítica de cine durante diez años en el periódico El País, fue codirector de la revista de cine Trailer con Umberto Valverde, y asistió a cursos de historia del cine y apreciación cinematográfica en España y Suecia.