El 8 de Octubre de 1967 fusilaron al Ché y nació el mito. Se han realizado tantas películas que cuando uno creía haberlas visto todas aparece una nueva alimentando la epopeya. En internet se encuentran solo en español un millón de sitios que lo idolatran o lo laceran.
Pero, más allá de los ideologismos, existe una faceta poco apreciada y es la del Che escritor. Mientras hacía la guerra, tecleaba la máquina o devoraba a sus poetas favoritos. Siempre tenía un cuaderno al lado donde iba anotando las heridas.
Sus diarios son impresiones realizadas al vuelo, al fragor del combate. Establecía un diálogo con la página en blanco como quien le confiesa sus fantasmas al terapeuta. Los surrealistas lo habrían adorado porque en el Ché se aplica la famosa técnica de la escritura automática. Las palabras van directo del corazón al papel sin mediar la razón. Y se leen de un tirón porque los escribió sin pensar en publicarlos. Sin la promesa de una editorial o un agente literario.
Por ello, cuando se habla del Boom de la literatura latinoamericana, es fundamental mencionar al Ché, por lo menos en lo que se refiere al género de la crónica. Y nada mejor que el protagonista de la guerra escribiendo los pormenores y sin un biógrafo metido entre el personaje y el público.
Pocos personajes en la historia se dan el lujo de vivir a toda velocidad, morir jóvenes y dejar una obra tan monumental. Tal vez Cristo (33 años), Juana de Arco (19), Andrés Caicedo (25), Jim Morrison ( 27) , Jean Vigo ( 29) y Alejandro Magno (33)
Pero, más allá de los ideologismos, existe una faceta poco apreciada y es la del Che escritor. Mientras hacía la guerra, tecleaba la máquina o devoraba a sus poetas favoritos. Siempre tenía un cuaderno al lado donde iba anotando las heridas.
Sus diarios son impresiones realizadas al vuelo, al fragor del combate. Establecía un diálogo con la página en blanco como quien le confiesa sus fantasmas al terapeuta. Los surrealistas lo habrían adorado porque en el Ché se aplica la famosa técnica de la escritura automática. Las palabras van directo del corazón al papel sin mediar la razón. Y se leen de un tirón porque los escribió sin pensar en publicarlos. Sin la promesa de una editorial o un agente literario.
Por ello, cuando se habla del Boom de la literatura latinoamericana, es fundamental mencionar al Ché, por lo menos en lo que se refiere al género de la crónica. Y nada mejor que el protagonista de la guerra escribiendo los pormenores y sin un biógrafo metido entre el personaje y el público.
Pocos personajes en la historia se dan el lujo de vivir a toda velocidad, morir jóvenes y dejar una obra tan monumental. Tal vez Cristo (33 años), Juana de Arco (19), Andrés Caicedo (25), Jim Morrison ( 27) , Jean Vigo ( 29) y Alejandro Magno (33)
Algunas de las peliculas basadas en su vida:
Mi padre el Ché
Ernestico, como lo llaman en Cuba, el quinto hijo del CHE, emprende un viaje tras los pasos de su padre, para buscar al hombre detrás del mito.
Así recorre su lucha, desde sus comienzos, reconstruyendo historias que vivió Ernesto Guevara, mientras se convertía en el comandante CHE Guevara.
Director: Marie-Monique Robin
Idioma: Español
País: Cuba / Francia
Género: Documental
Tiempo: 61 minutos
Diario de Bolivia
Director: Richard Dindo
En lo fundamental, esta película está hecha a partir del recorrido por los mismos lugares por los que circulara Guevara durante su tiempo como jefe guerrillero en Bolivia. La estructura básica, después de la introducción de carácter histórico acerca de los motivos de la partida del Che desde Cuba hacia Bolivia, consiste en lo fundamental en filmaciones hechas en lugares mencionados en páginas del diario que Guevara llevaba y que se ha convertido en un documento de culto de los movimientos libertarios del mundo entero
El sacrificio
El documental permite una reinterpretación de hechos históricos de relevancia internacional” y parece difícil no coincidir con ese fallo. A partir de una minuciosa y compleja investigación, que llevó a los realizadores a entrevistar protagonistas y testigos clave en puntos tan distantes como La Paz, Miami, París y Malmö, Sacrificio descorre el pesado telón con el que hasta ahora había estado prácticamente oculta la historia de Bustos. De hecho, en el capítulo final de su monumental biografía Che, una vida revolucionaria (1997), el historiador norteamericano Jon Lee Anderson –a diferencia de los trabajos del mexicano Jorge G. Castañeda y el francés Pierre Kalfon– ya había redimido a Bustos de su papel de Judas, pero ahora este documental producido por la televisión sueca se concentra exclusivamente en develar la verdad de aquellos días de 1967 que determinaron la captura y la ejecución del Che.
CHE EL ARGENTINO
Director: Steven Sodherberg
Con Benicio del Toro
“Para el Che la revolución estaba relacionada con lo militar pero también con lo ideológico y lo sentimental. Quería derrotar por las armas pero también ganar los corazones”. Así define el director a su impresionante película filmada con alto presupuesto pero con estilo independiente.
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