Por:
José Urbano
Sabido
es que hay dos bandos irreconciliables: los Anti-Stratford( que juran y alegan
que William no escribió nada y los Pro- Stratford que dicen que sí, que, aunque
William nunca se codeó con la realeza, tuvo la osadía de mirarla a partir de
escritos, que luego reescribió)
El
bando de los “Anti” es más encopetado. Allí figuran Chaplin , Orson Welles y
Freud. Parecía que la película “Anonymous” ( 2011, Roland Emmerich) había
cerrado el debate dándole la razón a Chaplin.
Pero,
cuando corría el tiempo de descuento, Chloé Zhao empata el partido, basándose
en la novela escrita por Maggie O'Farrell.
La
hipótesis es que la muerte de su hijo llamado Hamnet sería la inspiración para
escribir Hamlet. Era común en la Inglaterra isabelina, pronunciar igual los dos
nombres.
Ahí,
el dulce se le puso a mordiscos a Freud y Welles porque la hipótesis empataría
el partido y plantearía que sí, que William escribió una obra inmortal,
grandísima y compleja inspirado en su hijo muerto.
Hamnet
pudo morir por la peste bubónica que mató a 15 mil personas sólo en Londres.
Los teatros cerraron y es cuando William se dedica a escribir poesía.
Me
emociona que tanto en “Anonymous” como en “Hamnet”, reconstruyen muy fielmente
como puedo ser el teatro El Globo. La plebe de pie, en el centro , destechado, pues no
había luz eléctrica. En los palcos techados, se parqueaba la nobleza. El proscenio
muy cerca a la gente. Los espectadores podían estirarle la mano al actor.
Shakespeare
se inspiró en su hijo muerto para escribir Hamlet? Es una especulación de la escritora,
que prolonga la directora.
Como
dato curioso, en su obra El rey John , Shakespeare recrea a un niño muerto y el
duelo del padre:
“El
dolor llena la habitación de mi hijo ausente,
Se
acuesta en su cama, camina conmigo,
Se
presenta con su belleza, repite sus palabras,
Me
recuerda todas sus partes graciosas,
Rellena
sus ropas vacías con su figura;
Entonces,
¿tengo motivos para amar el dolor?
Adiós:
si tuvieras una pérdida como la mía,
podría
brindarte mejor consuelo que tú.
No
conservaré esta figura sobre mi cabeza,
cuando
hay tal desorden en mi mente.
¡Oh,
Señor! ¡Mi hijo, mi Arturo, mi hermoso hijo!
¡Mi
vida, mi alegría, mi alimento, mi mundo entero!
¡Mi
consuelo de viuda y remedio para mis penas!”
Rey Juan, Acto III, Escena IV
Cierta
o no la hipótesis de la película, Chloé Zhao nos ha regalado una obra maestra,
que seguramente arrasará en los premios Oscar . Ya se probó ante un público
exigente en Toronto y Valladolid.
Zhao
demuestra, que se puede hacer cine exquisito basado en hechos reales, pero
agregando una buena dosis de ficción. Como para que tome nota el juez que
censuró la película “Noviembre” en Colombia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario