En el Festival de La Habana, un comensal le preguntó a Ettore Scola su opinión sobre los nuevos directores italianos:
- Tienen demasiados espejos en sus casas. Nosotros teníamos ventanas.
Un muchacho se sintió aludido:
- Maestro, y que tiene de malo contar la propia vida en una película?
- Bambino- lo miró con ternura el abuelo Ettore- si la vida de todos nosotros fuese como la de Hemingway ...
Recordé la anécdota a propósito de las tendencias que aparecen de cuando en cuando en el cine. En Latinoamérica, por allá en los lejanos 60, el Nuevo Cine proponía que la cámara se convirtiera en un fusil. Las películas contribuirían a tumbar un sistema injusto cuya razón de ser era la opresión.
El tema se agotó y aparecieron nuevas generaciones llenas de espejos. Ahora se ven documentales tipo Nanni Moretti (Abril, Querido Diario) donde el hombre cuenta que la hija perdió el examen de matemáticas, que el médico le diagnosticó cáncer y que Berlusconi es un tal por cual.
La proliferación de egofilmes hoy es proporcional a la cantidad de panfletos políticos. Jinn Finn, invitado gringo al Festival ha mostrado un paneo del cine tipo Leni Riefenstahl: Cuando el poder utiliza al cineasta como propaganda. El poder es igual llámese Kim Jong II en Corea del Norte o Montesinos en Perú. Realizar documental político hoy es más fácil en el sentido de que el fascismo se ha sofisticado, es decir hay mas temas pero también se puede perder el equilibrio, es decir la poesía. En el documental político el cineasta construye al personaje con relación a la ideología y a las estructuras del poder. Nunca aislado.
Claro que en el conversatorio “El Documental del Yo” la cosa tampoco fue tan esquemática:
- No hay nada mas político que los documentales del Yo- afirma Andrés di Tella, invitado argentino y realizador del documental Eyoico “Fotografías” y añade: “Desconfío mucho de aquel documental donde el realizador se distancia y pareciera que nadie entrevistara y que nadie estuviera manipulando”
- Como contar mejor: el primera persona o en tercera?- se pregunta Oscar Campo
- Que fue primero el entorno social? O el Yo?- interpela una bella dama
Ni panfletos, ni masturbaciones, pienso yo…Espejos siniestros y ventanas…indiscretas.
- Tienen demasiados espejos en sus casas. Nosotros teníamos ventanas.
Un muchacho se sintió aludido:
- Maestro, y que tiene de malo contar la propia vida en una película?
- Bambino- lo miró con ternura el abuelo Ettore- si la vida de todos nosotros fuese como la de Hemingway ...
Recordé la anécdota a propósito de las tendencias que aparecen de cuando en cuando en el cine. En Latinoamérica, por allá en los lejanos 60, el Nuevo Cine proponía que la cámara se convirtiera en un fusil. Las películas contribuirían a tumbar un sistema injusto cuya razón de ser era la opresión.
El tema se agotó y aparecieron nuevas generaciones llenas de espejos. Ahora se ven documentales tipo Nanni Moretti (Abril, Querido Diario) donde el hombre cuenta que la hija perdió el examen de matemáticas, que el médico le diagnosticó cáncer y que Berlusconi es un tal por cual.
La proliferación de egofilmes hoy es proporcional a la cantidad de panfletos políticos. Jinn Finn, invitado gringo al Festival ha mostrado un paneo del cine tipo Leni Riefenstahl: Cuando el poder utiliza al cineasta como propaganda. El poder es igual llámese Kim Jong II en Corea del Norte o Montesinos en Perú. Realizar documental político hoy es más fácil en el sentido de que el fascismo se ha sofisticado, es decir hay mas temas pero también se puede perder el equilibrio, es decir la poesía. En el documental político el cineasta construye al personaje con relación a la ideología y a las estructuras del poder. Nunca aislado.
Claro que en el conversatorio “El Documental del Yo” la cosa tampoco fue tan esquemática:
- No hay nada mas político que los documentales del Yo- afirma Andrés di Tella, invitado argentino y realizador del documental Eyoico “Fotografías” y añade: “Desconfío mucho de aquel documental donde el realizador se distancia y pareciera que nadie entrevistara y que nadie estuviera manipulando”
- Como contar mejor: el primera persona o en tercera?- se pregunta Oscar Campo
- Que fue primero el entorno social? O el Yo?- interpela una bella dama
Ni panfletos, ni masturbaciones, pienso yo…Espejos siniestros y ventanas…indiscretas.
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