“Entre la jungla femenina
de las prisiones de mujeres en Estados Unidos, un ardiente infierno de acero y
piedra, donde los cuerpos, tras los barrotes, sufren de hambre por un hombre.
Donde pasiones enjauladas se inflaman en reclusión carnal y explotan en
violencia”
El de “Enfermeras
calientes” ( 1972):
“Las enfermeras de
guardia son duras. Enfermeras con terapias propias, ellas son dinamita. Sintiéndose
deprimido, venga y pase una noche con la noche. Llame a las enfermeras expertas
en su profesión. Cuidan a sus pacientes de la manera en que ningún médico
puede. Llame por la noche, a las enfermeras les encanta su trabajo, usted
querrá probar su marca de medicamentos dentro o fuera de servicio”
Las anunciaban en los teatros olla. Ayacucho, Libia, María Luisa. Esperábamos con ansias a Barbara Steele , la anti-diosa de Corman y Mario Bava.
Jonathan Kaplan , uno
de sus pupilos : “Las limitaciones de una película de bajo presupuesto, pueden
influir positivamente para conseguir algo espontáneo. No hay tiempo para
ensayos, no hay tiempo para grandes discusiones, no hay muchos personajes o
motivaciones. Bueno, necesitamos una escena violación en el noveno rollo, se
hace y ya”.
En 1975, el año 2000
era lejano y distópico. De manera que Corman estrena “Carrera Mortal del año
2000” : “Año 2000, América es una inmensa autopista. La gente se agolpa en las
calles para ver a los mejores pilotos, en una carrera de océano a océano. Una carrera
a muerte.”
Corman fue el
responsable del despegue del alumno soñado, Martin Scorsese. Martín
había debutado con poca suerte y le dio carta blanca para rodar “Boxcar Bertha”
y le dio el consejo de la vida, el que Martin ha aplicado siempre:
"Marty, cuando
hagas una película necesitarás un primer rollo apabullante, porque la gente
quiere enterarse de qué está pasando, y una última escena de aúpa, para que
salgan contentos. Lo de en medio no importa demasiado".
La lista de
directores a los que graduó de maestría en rodaje incluye a Francis Ford Coppola, Jonathan Demme, Joe
Dante y muchos mas. Por lo que se ve, Corman sigue siendo protagonista del cine
actual por su legado y porque se adelantó a lo que hoy llaman cine
independiente, cine de bajo presupuesto. Las maravillas que haría hoy con un iPhone.
Títulos
imprescindibles para el espectador insomne:
La bestia de un millón
de ojos, el ataque de los cangrejos gigantes, las mujeres vikingo y la
serpiente del mar, Yo fui un cavernícola adolescente, la mujer avispa.
Cuando la televisión
colombiana no daba vergüenza, pasaban los sábados en la noche, todo el ciclo Cormaniano
de Edgar Allan Poe. “Cita con los clásicos”. Mis amigos del colegio creyeron
que pasaban en diferido los partidos de futbol de Brasil y Argentina. Pero nos
enganchamos y sentimos curiosidad de leer al maestro Poe: “la caída de la casa
Usher”, “El cuervo”.
Se nos fue el maestro
a los 98 años, dejando 700 películas para nuestro goce. Dejando escuela y
proponiendo la figura del Productor-Autor. Ese productor que es culto, sabe de
cine, pero también sabe que una película es 300 butacas que llenar. Un
productor que vigila todo el proceso: desde la idea embrionaria hasta el
montaje final. Y no contento con eso, fue el responsable de llevar al mercado
de los Estados Unidos el cine de Fellini. Truffaut, Kurosawa y Bergman. Con
distribuidores de esa talla, cualquier industria cinematográfica despega.
En sus últimos días,
nos dejó ésta declaración de principios:
“Yo sigo, en cierto
modo, la teoría Freudiana. Creo que el terror es, a la larga, la recreación de
las fantasías y miedos de la infancia. El niño está solo en su habitación por
la noche, los rayos y truenos representan elementos que él no comprende. La
oscuridad representa algún miedo. Yo como adulto conozco la respuesta a esos problemas,
pero los miedos de la infancia siguen ahí. Y considero que la labor de alguien
que trabaje en el medio del horror, es tratar de sacar, por un momento, todos
esos miedos intuitivos que guardan nuestra conciencia”
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