viernes, 17 de octubre de 2008

HONORIS CAUSA PARA PONCHO OSPINA






El pasado 14 de Octubre la Universidad del Valle le otorgó al cineasta Luis Ospina el titulo Honoris Causa en Comunicación Social –Periodismo. Estuvo parte de la titular del grupo de Cali: La Rata Carvajal, Karen Lamassone, Ramiro Arbeláez, Miguel González, Carlos Palau, Hernando Guerrero, Beatriz Libreros, Sebastián Ospina.
También, cómo no, hubo refuerzos de la banca: Oscar Campo, Toño Dorado, Memo Bejarano.
Hubo ausencias notorias (quizás por lesión) : Pakiko Ordoñez, Rodrigo Vidal, Umberto Valverde, Fernando Manchola, The Vásquez sister’s , Sandro Romero
También faltaron por orden de desaparición: Andrés Caicedo, Fernell Franco, Carlos Mayolo, El viejo Buenaventura.

Flaco, gafas tres cuartos de nariz, camiseta negra tipo Herpo, ligeramente encorvado, se presentó acompañado de su parcero de toda la vida Pedro Manrique Figueroa.
Su discurso, de los más esperados en los últimos años, fue una colección brillante de los juegos de palabras a los que nos tiene acostumbrados. Me pregunto si en la historia de la Universidad del Valle existe un discurso Honoris Causa tan lleno de chistes de doble vía, mamadera de gallo y calambures. Tan lleno de amor por Cali y por el cine. Uno de mis pasatiempos favoritos es rastrear las frases de Ospina. Ahí va una muestra inagotable de su lengua:

La televisión no deja de ser un mueble

Todo el mundo es director de cine hasta que se demuestre lo contrario

Cali es una ciudad rica para no hacer nada, para andar por ahí sin camisa perdiendo el tiempo con los amigos.

Mi obra ha tenido 3 obsesiones que han sido la ciudad, la memoria y la muerte.

A uno no le quitan lo filmado

Con Carlos Mayolo fundamos la revista “Ojo al cine”, que fue como la viga en el ojo del cine ajeno

París era una fiesta. Sí, una fiesta a la cual no estábamos invitados

Siempre he sostenido que lo que más educa es el mal ejemplo, aunque al poco tiempo me di cuenta de que es más aburrido enseñar que aprender.

Pura sangre no dio en la vena del público y sólo me dejó un saldo en rojo.

Después de Pura sangre sólo me quedó la sombra de una deuda

No estaba tan equivocado el mogul Sam Goldwyn cuando decía que lo único positivo del cine es el negativo

Desde que Pablo Escobar nos maleducó al enseñarnos las primeras líneas, los colombianos perdimos todas las aspiraciones. Y los políticos, como de costumbre, aspiraron a más; ellos, con su olfato para el negocio (y el negociado), se metieron en el negocio del olfato. No vieron más allá de sus narices, por más que digan que todo se hizo a sus espaldas.

El cine es una operación militar. Se dan y se cumplen órdenes. Es un trabajo colectivo poco democrático; el director da una orden y todo el mundo la obedece. Dreyer, más austero él, comparó el cine con la arquitectura: lo que en arquitectura es un plano, en cine es un guión. En ambos oficios se requiere mucho dinero para hacer realidad ese plano. Para eso se necesita un maestro de obra, y se le exige que sea una obra maestra y no un «ladrillo»

¿Y qué puede hacer un director cuando su pesadilla predilecta se le hace realidad? Abrir los ojos y mantenerse alerta. Despertarse obedientemente todos los días y llegar al set como si todo lo tuviera en la cabeza, cuando en realidad uno está cagado del susto

Si uno va siempre detrás del público lo único que va a ver es su culo, según la sentencia de Marcel Ophüls.

El director de cine, en su infinito insomnio, vela y revela el sueño del espectador. Y el sueño del director produce monstruos. Por eso una película es tan sólo la huella de un deforme, como bien se lo recuerda el crítico de cine al director en 8 ½ .

El video es el cine sin dolor

El cine de ficción, con toda la parafernalia técnica y sus altos costos, siempre ha sido para mí un estado de excepción, mientras que el documental es un estado de gracia. La diferencia, en otros términos, sería la que existe entre una querida muy costosa y caprichosa y un primer amor fiel y generoso

La principal justificación que tiene el rating (en televisión) es la económica. El rating está basado en la misma falacia que dice que “si billones de moscas comen mierda, ¿por qué no usted?”.

Cali, que para mí siempre había sido una fuente continua de inspiración, se había convertido ahora en un paraíso perdido que tenía que atrapar antes de que se me escapara de las manos.

El cine siempre ha sido para mí como una piedra en el zapato; cargo penosamente con ella y nunca me la puedo quitar de encima. Para los que nos criamos en los años 50 y 60, el cine fue nuestro primer amor. Nadie olvida el primer amor.

La crítica, y de esto estoy muy agradecido, esperaba de mi una obra maestra cuando sólo soy el maestro de obra de la primera obra negra del cine colombiano.

Hay críticos que tienen la mente tan estrecha que no les cabe la menor duda.

No hay cine sin televisión. Habría televisión sin cine?

LOS DIEZ FILMS DE PONCHO

Al preguntarle por sus diez imprescindibles, sus gafas responden:

Vértigo
El hombre de la cámara
Sunset Boulevard
El Ciudadano Kane
Persona
Taxi Driver
Out of the Past, ( retorno al pasado)
Avaricia
Viridiana
La edad de oro

1 comentario:

margarita peña dijo...

Que aspero que se reconozca el camello de gente como este man.
Ojalá hayan más de esta calaña o mejores en la historia del cine de nuestra perdida sucursal del cielo.
Luisito Ospina, una abrazo enorme.