Victor Gaviria en el 20 Festival de cine de La Habana Foto: José Urbano |
La película había clasificado a la selección oficial en Cannes. Compitió codo a codo con producciones de prestigio como “La eternidad y un día” (a la postre, Palma de oro) , “La vida es bella” (Premio especial del jurado) “Mi nombre es Joe” ( Premio a mejor actor) y “La vida soñada de los ángeles”( Premio a mejor actriz).
El mundo celebraba
que una película con actores naturales filmada en Medellín-Colombia, hubiese
alcanzado la cima de los festivales europeos.
En diciembre de 1998,
en el Festival de La Habana # 20, la esperaban con ansias. Reunidos en la
oficina de prensa, los críticos y curadores hicieron una rápida encuesta y resultó
que yo era la única persona que la había visto. Víctor Gaviria había realizado
un pase privado en Cali.
Iba a hablar de la
metodología pues Víctor había adelantado en Cali, rushes del documental “Poner
a actuar a los pájaros” , testimonio obligado para cualquier aspirante
a realizador que quiera aprender a dirigir actores. No era un detrás de cámara
al uso, era la prueba palpable del proceso pedagógico.
Cuando me preparaba
para la presentación, apareció de la nada el mostacho frondoso de su director.
Me quité un peso de encima y bajé a primera fila a repetirla. Nunca olvido la
presencia, en el teatro Yara ,de la plana mayor del nuevo cine latinoamericano:
Fernando Birri, Julio García-Espinosa, Alfredo Guevara, Pastor Vega. Y presencia
impactante de Julio Medem, que aplaudió de pie al finalizar la
proyección.
“La vendedora de rosas” finalmente se alzó con Tercer Premio Coral en la
categoría de Mejor Película¸ Premio a la Mejor Edición¸ Mención Especial para
los niños actores¸ Premio Glauber Rocha de la Prensa Extranjera, Premio de la
Organización Católica Internacional del Cine y del Audiovisual (OCIC) y Premio
de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
LA PARODIA CALIENTE
Lorena Sofía , en el papel estelar de la parodia porno |
En la industria de
Hollywood, es un honor que a una película de éxito la parodien en versión
porno. Así, hemos ido coleccionado poco a poco: " Porn wars” ( la guerra de las galaxias)
"Avatar XXX" "Súper agente 86", "Amas de casa
desesperadas", "Gladiador".
LO QUE DIJO LA CRITICA HACE 25 AÑOS
Los hermanos Coen y Frances McDorman, encantados con "La vendedora de rosas" en el festival Habanero. Foto: José Urbano |
Umberto Valverde : “Más que una película, Víctor Gaviria ha hecho una
propuesta cinematográfica en donde, la investigación de la historia y el manejo
de los parámetros del documental, convierten a esta cinta en un obra singular
en la que, además, la historia de los niños de Medellín se convierte en un
pretexto -y hasta en una metáfora- para contar la historia de la violencia
colombiana” .
Mauricio Silva Guzmán ; Una cinta de inmenso valor histórico, tanto como
para recordarnos que este país, ahí muy cerquita, a tan sólo media cuadra de
nuestras casas, está vuelto chicuca . Cinematográficamente, el horror poetizado.
Lina Aguirre : Me causó una impresión muy profunda, no porque
muestre algo que se desconozca totalmente, sino porque lo pone de frente con un
tamiz que es a la vez muy sutil y elaborado. Gaviria hace un voto por los niños
de la calle, no dramatiza al estilo cursi, pero encuentra en esa vida sórdida
una manera poética de llevar al cine los amores, las fantasías y lo que a estos
niños les queda de inocentes.
Héctor Rincón : Me causó tanto impacto que, a la salida de la
premier, no tenía qué decir. Me parece que es un mérito inmenso de alguien que
tiene la poesía y la sutileza de acercarse a un mundo arisco. Gaviria se acerca
a unos niños y les conquista un corazón inconquistable. El es una persona de un
gran valor patriótico porque nos pone frente al horror que nosotros mismos
hemos creado. A nivel cinematográfico, la encuentro muy bien hecha, de factura
impecable. Ahora, ese lenguaje reiterado del gonorrea y el malparido , cada
tres palabras, es una metáfora de la violencia que vive el país .
Manuel Kalmanovitz : Es una película muy conmovedora. Aunque tiene
elementos más convencionales que Rodrigo D (la fotografía y la música) eso
también hace que la tragedia central toque más al público. La humanidad de los
personajes es indudable, lo que es todo un logro para el cine colombiano
acostumbrado a películas que dicen más de los directores que del país en que
vivimos. Los niños de la calle, que se han convertido en parte de las ciudades,
son retratados con sensibilidad y sencillez por Gaviria.
Pedro Zuluaga: Con esta película, como con ninguna, hay que opinar
tarde. Una cinta muy compleja de leer, mucho más para nosotros como
antioqueños. Aquí hay que tomar distancia ya que uno puede conmoverse y
olvidarse de la obra artística. Lo cierto es que es una revelación muy distinta
a Rodrigo D. en la que, además, hay más elementos de juicio. Sin embargo,
después de un proceso de 10 años con una obra tan coherente, yo esperaba de
Gaviria un nivel conceptual y metafórico más profundo. Creo que La vendedora...
es demasiado ruda en su enfrentamiento con el tema. Extrañé el símbolo. Es un
choque demasiado directo.
1 comentario:
Es sin duda un hito en la historia del Cine Colombiano 🍷
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