domingo, 15 de noviembre de 2020

Resplandor de Kubrick , el Teatro Alameda y la profe buenona

DE LA SERIE HISTORIAS DE SANTA LIBRADA
CAPITULO 1

En noveno grado, se nos apareció la virgen: la profe de química se enamoró del papi del salón. El compa de apellido Toro (un gordo al que apodábamos Raging Bull) conquistó a la dama con saliditas al kilómetro 18 en el carro que le prestaba el papá. El cucho trabajaba con los mágicos y gracias a ese sombrero de mago conocimos el primer Betamax llegado a Cali.  

Ese romance  nos dio patente de corso para sacarle el cuerpo a la clase de química y así enamorarnos del cine. El gordo Toro embestía la tabla periódica para exonerarnos y sacar la máxima calificación sin necesidad de  gritar “presente”.

El dulce se nos ponía  a mordiscos cuando la parejita peleaba.

-      No jodás gordo, tenés que mantenerla contenta, te compramos flores si querés . Al menos aguantá hasta que nos graduemos.

Saltábamos la tapia del colegio y caíamos directamente al teatro Alameda. Veíamos todo tipo de cine, sin filtros, desde porno en el cine Oro hasta serie Z en el María Luisa. Apenas éramos cinéfagos.

Y anunciaron una película con Jack Nicholson. Doblete, pague una y lleve dos. Por primera vez en nuestra vida, caíamos en cuenta de algo que hoy  sabe hasta un niño de pre-escolar: las películas no se hacen solas, alguien da las órdenes. ¿Como así que existe una profesión llamada director de cine? Y allá, en el afiche,  en letras chiquitas, aparecía el hombre de las galletas. Directed by Stanley Kubrick.

-      Tiene nombre de genio – dijo Ramírez

-      Hay que ubicarlo para invitarlo a una Póker -  dijo Suárez.

¿Quién era ese tal Kubrick? ¿De dónde había salido?. En este pueblo nadie daba razón. Faltaba mucho tiempo para que se inventara Google. La bibliotecaria nos advirtió que para figurar en la enciclopedia Salvat había que estar muerto. ¿Cómo investigar la vida de un tipo que aún respiraba y que ni siquiera sabíamos dónde vivía?

Hasta el profesor más inteligente del colegio nos salió con la estupidez de “ ¿a quién le interesa un señor que filma películas? A mi pregúntenme por escritores, filósofos, pintores…”

Pero alguna mente lúcida nos advirtió que a la Alianza Francesa llegaba la biblia del cine llamada Cahiers du Cinema. Efectivamente la madame nos dice que les acaba de llegar la última edición, en caliente, donde incluso le dan portada a la película. En páginas centrales, el crítico Oudart anotaba que Resplandor es «una obra de gran cultura, y de una cultura que no está muerta»

El texto iba acompañado de fotogramas de la película y de una foto borrosa del maestro. Con una cara de genio!!! Y una cara de llamarse Stanley Kubrick, que no podía llamarse de otra manera.

Pero a la película le dieron garrote. El gran critico Roger Ebert la desechó por  onírica y sin sentido. En general, la crítica anotaba que era la película más mala del director.

-      Si esa es la más mala- gritó el flaco Bolaños- entonces las otras son monumentales!!!

El asunto es que nos tocó un mundo donde era complicado acceder a la información.  Y donde era casi imposible acceder a la filmografía de un director. La revista inventariaba al final las películas anteriores de Kubrick. Salimos como locos a preguntarle a toda la ciudad donde podíamos ver “La naranja mecánica”, “2001 odisea espacial”, “Lolita”. No existía esa posibilidad salvo que un cine club la repusiera. Cuando las repusieron estaban rayadas y mutiladas.

Hoy, 40 años después Resplandor se mantiene fresquita. Todos los días gana adeptos. Hasta Roger Ebert se retractó y admitió en el 2006 que es una gran película. Y el gordo Toro tuvo un hijo con la profe. A ese chico, que debe llamarse Stanley, ya se le está cayendo el pelo como a Jack Nicholson.

PD: Para los que quieran profundizar en el mito de Resplandor, recomiendo los documentales “Room 237” y “Life in pictures” y la película “Color Me Kubrick” donde John Malkovich interpreta a un suplantador del maestro.

PARA LEER EL CAPITULO 2 , VAYA A:

https://ventanadelcine.blogspot.com/2023/04/avioneto-y-su-corte-de-santa-librada.html

 

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