domingo, 9 de noviembre de 2008

Ensayo sobre la ceguera


Tres hechos curiosos llaman la atención en el mes que ya pasó:
1. Federación Nacional de Ciegos (National Federation of the Blind) de los Estados Unidos se lanza a boicotear el estreno de la película “Ceguera” de Fernando Meirelles
2. El Papa Benedicto XVI le pone el freno a la canonización de Pio XII para no desatar la ira santa del gobierno Israelí
3. En Colombia el DAS (organismo de Inteligencia estatal), mediante dos memorandos de alto nivel, ordena espiar a la oposición.
Los tres tienen en común con el hecho de mirar “más allá” o mirar “más acá”. La Federación norteamericana de Ciegos plantea iracunda: "Los invidentes aparecen en el filme como incompetentes, sucios, viciosos y depravados. Son incapaces de hacer las cosas más simples como vestirse, lavarse y encontrar el baño. La verdad es que la gente ciega normalmente hace las mismas cosas que los que pueden ver"
Un caso curioso de “corrección política” pues se sabe que tanto la novela como la película constituyen una metáfora acerca de la condición humana. Incluso, el relato no se mete al laberinto científico. Parte sencillamente de una epidemia que sufre la humanidad y no se sabe de nada a acerca de sus orígenes. La trama va directo al asunto y se pregunta por nuestro destino si todos fuésemos iguales en medio de una limitación como esta.


En el caso del Papa , numerosa documentación (entre ella el excelente filme de Costa-Gavras “Amén”) ha demostrado que Pio XII se hizo el de la vista gorda frente al Holocausto. Luego, cuando la cosa era imposible ignorarla, tomó partido por los victimarios. Dio refugio a los nazis y los ayudó a volarse para Latinoamérica. De todas manera eso es una repetición del papel jugado por la Iglesia en el Holocausto de los aborígenes durante la conquista de América (unos 200 millones mal contados). Se viene a la mente la maravillosa escena de la película “Las Invasiones bárbaras” ( Denys Arcand , 2003): Un profesor de filosofía tiene cáncer por lo que es internado de urgencia el 10 de septiembre del 2001. Al abrir los ojos, al día siguiente, ve por televisión las Torres Gemelas ardiendo, a su lado la enfermera llora y se da el siguiente diálogo:
- Usted tenía algún familiar allí?
- No señor- contesta la enfermera
- Cuantos murieron?
- Cinco mil- vuelve a contestar
- Sabe usted cuando murieron aquí mismo durante la barbarie de la conquista?- pregunta indignado el profesor y responde el mismo: fueron 200 millones de indígenas matados a palo y no existe ningún museo que recuerde ese Holocausto.
Si miramos los memorandos del DAS (publicados por eltiempo.com ) no nos queda la menor duda de que la película alemana “La vida de los otros”(2007), es un juego de niños al lado de semejante bulto. Y como bien lo investigó “El Espectador “, el funcionario que ordenó la investigación era la mano derecha de la directora y mandaba directamente sus informes a Presidencia.
Mirar o no mirar ese es el dilema.

1 comentario:

Kmilo dijo...

Algo que habría que tener en cuenta para contra-argumentar la posición de la Federación Nacional de Ciegos: tanto la película como el libro plantean una ceguera repentina, que ataca a la gente sin prepararla, por lo cual resulta válido que, al menos al principio, no puedan valerse por sí mismos y hacer lo que hacían antes. Y la depravación de los personajes es el resultado de la situación en conjunto, no solamente del hecho de ser ciegos.