domingo, 15 de diciembre de 2024

RECORRIENDO EL CINE LATINOAMERICANO

 

Foto: José Urbano

Desde hace años se dice que para ver cine latinoamericano hay que ir a Europa (o a La Habana). Es una paradoja que no podamos ver en Colombia, lo que hacen los vecinos del pacto andino. El cine latinoamericano sigue dando lora. Es alternativa concreta frente a las narrativas hegemónicas.

Hasta ahora, Perú se muestra empático con las simpáticas alpacas (Un pana de Los Andes, aclara que aunque son primas hermanas, las llamas tienen más cara de camello y las alpacas son más cachetonas y de pelaje mas fino).

El caso es que la película RAÍZ del director Franco García, ya venía aplaudida en Berlín y la aplaudimos acá. Ovación.

Extrañamos la época en que al salir del teatro Chaplin nos topábamos con Alfredo Guevara, Fernando Birri, Pancho Lombardi , Carlos Diegues. Si. Extrañamos esa época, pero los novísimos agarraron la posta. No es gratuito que los dos temas más visitados por los cineastas de ahora sean: el agua y la crisis de la adolescencia. Ambos temas van de la mano porque los nacidos en el siglo XXI sienten que no heredarán nada, salvo una inmensa masa de plástico. La soledad generacional tanto por el planeta deteriorado como por la soledad de no saber para donde pegar en la vida.

El caso es que películas como RAIZ, que nos cuenta la vida de una aldea en el Perú profundo donde los pastores de alpacas se sienten invadidos por la multinacional minera. Alguna vez en Segovia ( Antioquia) vi gritar a un campesino: “Toda minería es ilegal”.

RAIZ es una película poética, con frio, que recuerda a la ópera prima de Oscar Catácora WIÑAYPACHA.

QUERIDO TRÓPICO de Ana Endara Mislov fue una grata revelación no solo por el guion tan estupendo, sino por la presencia de la caleña Jenny Nava. Otra vez la desesperanza de una joven colombiana inmigrante en Panamá. 

Me gusta cuando los guiones me dan toda la información desde el inicio. Es un principio Hitchcokiano: tratar al espectador como alguien que es inteligente. El espectador debe saber más que los personajes, debe saber más que el detective, en el caso del género policiaco. QUERIDO TROPICO no es un policiaco, es una historia pequeña e íntima. El 90 por ciento sucede en escenarios interiores y desde la primera secuencia sabemos el gran secreto. Eso no es obstáculo para que nos involucremos con este personaje abatido.

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