Nota del bloguero:
Nuestro amigo Alberto Ramos nos envía este texto sobre la película caleña ya
comentada en positivo por el autor de este blog. Una vez termina el articulo se puede leer la respuesta del realizador Alexander Giraldo.
Por: Alberto Ramos G.
En medio del
“nuevo Boom” del cine nacional aparece en cartelera la película 180 Segundos
del director Alexander Giraldo, esta es su opera prima, su primer trabajo en el
largometraje, con un resultado negativo ante el público. La película tiene un
equivocado corte del negativo sobre lo filmado o rodado. Un montaje caótico
con mal manejo del tiempo interrumpiendo la acción indebidamente,
narrando por segmentos, impidiendo el desarrollo de las secuencias y escenas.
Es una película sin escenas, pegando trozos de otros momentos sin ni siquiera
ser historia del pasado, o premoniciones. Una imbricación o superposición de
segmentos de lo filmado para remedar los montajes del cine americano, con
la pretensión de proyectar la copia con efecto visual dinámico, ágil,
pero sin efectos especiales.
El espectador
queda desorientado, escuché gente en la sala bisbisear, “pero esto fue
después”, o “esto ya había sucedido”, o “entonces ya atracaron el sitio”. El
director seguramente quería experimentar una nueva técnica narrativa pero se
dispersó de la idea central de la historia que era el robo, entonces, por
resaltar el papel del infiltrado se distrajo en otros aspectos no relevantes.
El mal uso del
flash back (fundido en negro) es otro abuso en la edición de esta película. Ese
fundido al oscurecer toda la pantalla se hace como mecanismo de transición para
marcar una elipsis o paso del tiempo usualmente hacia atrás dentro de la
historia de la narración. No se usa para la continuidad de la acción presente,
entonces, da la impresión que la película fuera a terminar antes de concluir la
historia.
“180 Segundos” goza de buen sonido superando el problema de muchas producciones
inaudibles. Y exhibe a tres buenos actores, Luís Fernando Montoya, Angélica
Blandón y Rincón el espía, que sirven de soporte para cubrir la bisoñería del
resto del reparto actoral. Esta es una película que no le suma nada a la filmografía
nacional. Intrascendente, de mala factura, caótica y con un lenguaje soez
deprimente.
Puede
inscribirse en el género del Thriller (cine policíaco) por la trama criminal
con dos modalidades delicuenciales a la vez: el asalto a una agencia de cambios
en moneda extranjera y la red de traficantes de joyas actuando coetáneamente en
el mismo edificio. Son tres grupos de protagonistas: las dos bandas de
delincuentes y los agentes policíacos del orden que, también resultan
delincuentes. Una película donde todos son delincuentes. El grupo de detectives
es el único que actúa con profesionalidad actoral. Los otros son principiantes
como el director. El agente encubierto, Rincón, es el único protagonista no
corrupto, por su papel según el guión y por el desenvolvimiento de los hechos
queda entrampado en medio de la acción de las dos bandas.
El director
tendrá mucho que aprender de otros directores nacionales como Sergio Cabrera,
Lisandro Duque y Andrés Báiz. Siendo vallecaucano de esta lista tiene dos buenos
ejemplos para aprender a dirigir, hacer buen cine, saber narrar y ordenar las
secuencias. Lisandro Duque con Los Actores del Conflicto, Milagro en
Roma y Los Niños Invisibles, lo demostró, y Andrés Báiz, con Satanás
y la Cara Oculta.
Otra falencia
de esta película es desaprovechar la ciudad donde se hizo el rodaje. Cali
prácticamente no se ve. Solo la Plaza de Caycedo y la estatua de Belalcázar se
distinguen. El rodaje en las calles del centro se desperdició, seguramente para
evitar el aparecimiento de mirones y público arremolinado alrededor de las
cámaras, entonces cercenaron las imágenes, por segundos muestran a los actores
deambulando preferiblemente con primeros planos o planos medios en
contrapicado, para eliminar el entorno. La última película de Steven
Soderbergh, “La Indomable”, con Gina Carano y Ewan McGregor, tiene una
persecución callejera en Barcelona que es una pieza perfecta de rodaje en
exteriores. Y sobre ubicación panorámica hay que ver las primeras tomas aéreas
de “Media Noche en París” de Woody Allen para aprender como se encuadra
y ubica la ciudad donde va a girar la película. Hay que ver toda la filmografía
sobre James Bond con los diferentes interpretes (Sean Connery, Roger Moore,
Timothy Dalton, Pierre Brosman, o Daniel Graig). Donde cada director ubica la
ciudad a donde llega el agente 007; o hay que ver el cine europeo donde si
resaltan las ciudades escenario de la acción.
(*) El autor ejerció la crítica de cine en el periódico "El País"
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Respuesta del Realizador Alexander Giraldo director del largometraje 180 SEGUNDOS:
Saludos. Mi respuesta es muy extensa para lo permitido por el blog. Estoy
enviándola acá esperando le llegue al "critico" que escribió sobre 180
segundos.
Nunca me tomo el tiempo de responder a las "criticas" las leo con cierta curiosidad, como quien va al circo. Pero con esta me voy a tomar un poco más de 180 segundos en responder. Primero porque quien la escribe carece de sentido de la orientación narrativa y segundo porque le hace daño a una película que, sin pretensiones, intenta cerrar su ciclo creativo, bien difícil en nuestro país.
Creo que el señor Ramos tiene graves problemas con el tipo de narración que propone mi película. Seguro tiene que ver con el grado de entendimiento narrativo que posee. Al leer sus referencias me queda claro el tipo de cine que ve. Y es suficiente para mi, saber que es un problema de apreciación mental, no de la película.
Es posible que el señor Ramos nunca haya visto películas de este tipo, y por eso sus pobres "apreciaciones" y "correcciones" van dirigidas desde el cine clásico; entiéndase clásico como aquel cine que respeta las convenciones, que se queda atrapado en el paradigma de las reglas cinematográficas; si sus "correcciones" parten de allí, entonces estamos hablando de dos películas completamente distintas.
Es posible que el señor Ramos no haya visto nunca películas como: Vidas cruzadas (Robert Altman, 1993), Amores perros (Alejandro González Iñárritu, 2000), La mala educación (Pedro Almodóvar, 2004), Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994), Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999), 21 Gramos (Alejandro González Iñárritu, 2003) o la película que influencia a 180 segundos The Killing de Stanley Kubrick de 1958.
Es posible que el señor Ramos no logre entender que,180 Segundos es una historia disgregada. La acción se rompe en varias líneas diferentes, aunque conectadas gracias a las relaciones que se establecen entre los personajes y los espacios. La fragmentación de la acción actúa como elemento que permite desordenar cronológicamente la historia, por lo que la sensación de disgregación es mayor.
Es una película contada en fracciones: Dentro del cine contemporáneo existe una clara convivencia de relatos unitarios, con una estructura tradicional donde se muestran una única diégesis con una disposición lógica en la que aparece el planteamiento de los hechos, un desarrollo y complicación de los mismos y termina con su desenlace.
Sin embargo en las últimas décadas se dan mucho más profusamente un rompimiento de esa estructura, dando paso a la fragmentación del relato. Una enumeración de filmes sería interminable pero quiero citar como muestra, películas tan conocidas como las arriba mencionadas.
No es fortuito el uso de ese tipo de estructura. Más que un homenaje o juego fanático a algún tipo de cine o director, se trata de construir un relato episódico, donde el espectador se vea empujado a preguntarse sobre la vida de los personajes. Y en la búsqueda de esa respuesta, se introduzca en la historia.
Es un drama que se desenvuelve bajo la materia de un atraco perfecto, pero que va anudando un tramado especial sobre la vida de los personajes.
Ahora bien, desde el campo cinematográfico, permitame corregirlo señor Ramos, en 180 segundos no existen los fundidos a negro. No hay uno solo, pues es parte de las reglas del cine clásico que estoy rompiendo, porque no me interesa el uso académico del fundido a negro. Lo que existen son jumcuts constantes, esa es la base del montaje y en determinados momentos, son jumcuts a negro. Evidenciando que se esta en una película, que se esta observando la vida de un personaje en una película. Generando un átomo narrativo entre el personaje y espectador. Que usted lo vea como una regla de otro cine, es su problema.
No existen flash backs en mi película; bueno si, hay dos: cuando la banda recuerda los momentos con René, un antiguo colaborador, y cuando entendemos el pasado de Rincón; así que la película no va y viene en flash backs para explicar algo. La película esta cortandose en el tiempo sin recurrir a la mente de ningún personaje, lo que haría de forma normal el cine clásico.
(Otra corrección: un flash back no se reconoce por un fundido a negro. El flash back es la forma como se rompe la estructura narrativa clásica o aristotélica, en busca de respuestas en el pasado, que el presente del personaje no pude resolver. La forma de romper la estructura clásica no solo se sirve de flash backs, también de flash forwards: salto en el tiempo posterior al presente, o sea el futuro. Normalmente, el salto al pasado ha ocurrido, mientras el salto al futuro puede ser una visualización. El uso de estos recursos no tienen que ser a partir del fundido a negro, podrían utilizarse de múltiples maneras, según la propuesta narrativa del audiovisual)
La ciudad en la pantalla: Si usted quería ver una postal de Cali, esta no es su película. Incluso fue una de las razones fotográficas: renunciar al uso desmedido de las postales de la ciudad. No me interesa mostrar la ciudad desde el punto de vista acomodado de otros cineastas. No me interesa la ciudad que todos conocen. Me interesa la ciudad que yo vivo. Por ello no va a ver mas allá de lo que me interesa. Mi ciudad es recalcada de otras maneras, a través de los diálogos, de las formas de comportarse, de la cultura, de las capas atrás de lo evidente.
El uso del primer plano y la cámara al hombro es una mas de las propuestas en contra del cine costumbrista que usted ve. Por ello no me quedo en la generalidad del plano. No me interesa mas que el detalle de lo que viven mis personajes. Recalco, no me interesa la postal del cine clásico.
Tiene toda la razón señor Ramos, mi película "no le aporta nada a la filmografía nacional", tampoco me interesa hacerlo. No hice una película para quedar en un libro. Ah!, pero si hice una película para hacer un ejercicio antropológico y narrativo respecto a lo que considero es el cine. Que usted no lo entienda y además lo irrespete es otra cosa. Triste por cierto.
Al escribir 180 Segundos entendía, casi desde el primer momento, que se iba a tratar de una película fragmentada, donde el montaje tenía que ser totalitario, es decir, todo iba a girar en torno a un concepto de montaje. Escribí el guión en desorden, como ejercicio académico, pero también buscando indagar en el concepto de yuxtaposición: ubicar a un personaje en su momento de vida más tranquilo y relajado, por ejemplo cuando habla con un amigo o su hermana mientras come, y luego cortar, directamente, a ver esa misma persona en su momento de total crisis, una crisis vital. El resultado de unir esos dos momentos fue único e intenso. Por ello, todas las historias que había ido construyendo a lo largo de años, me permitían jugar con el concepto y armar el guión de esa manera.
La pregunta: qué pasaría si un ser humano que conocemos de determinada manera, fuera un ser humano totalmente distinto por alguna situación específica. Las respuestas giran alrededor de cómo viviría, o vería esa persona determinada situación.
Allí nace el modo probable y el modo necesario, que en palabras de Guillermo Arriaga “en una crisis, el carácter; cualquiera que fuera; sale a flote”. Entendemos el modo probable como lo que conocemos de una persona, su día a día, sus formas habituales de comportarse; mientras el necesario es lo que no sabemos de él, y sale a flote en una crisis.
Reitero, al leer sus referencias cinematográficas me queda claro que nada de lo que he escrito y compartido acá usted lo entiende. Por ende 180 segundos no es el tipo de película que le agrade. Pero eso no significa que pueda escribir y corregir una película que va mas allá de sus propias influencias. Así que no me diga de quien aprender. No me diga a quien observar, a quien leer. Tengo claras mis influencias y estudio mucho para poder escribir o hablar.
Finalmente me molesta esta critica y que un espacio como este se preste a "la polémica" a partir de un texto ignorante y destructivo.
180 Segundos es muy personal. Hecha con mucho trabajo y renunciando a cantidades de situaciones de toda índole. No por ello es buena, no por ello es mala. Creo que el cine está mas allá de esas simples palabras. El cine es un ejercicio de abstracción de la realidad, de subjetividad.
A quienes leen la "critica" y no ven la película, una lastima que ocurra. A quienes ven la película, gracias por hacerlo. A quienes les gusta y a quienes no, gracias por tomarse el tiempo de entender el porqué ocurre una cosa o la otra.
Alexander Giraldo
Director/Guionista
180 Segundos
Enviado desde mi Cerebro
Nunca me tomo el tiempo de responder a las "criticas" las leo con cierta curiosidad, como quien va al circo. Pero con esta me voy a tomar un poco más de 180 segundos en responder. Primero porque quien la escribe carece de sentido de la orientación narrativa y segundo porque le hace daño a una película que, sin pretensiones, intenta cerrar su ciclo creativo, bien difícil en nuestro país.
Creo que el señor Ramos tiene graves problemas con el tipo de narración que propone mi película. Seguro tiene que ver con el grado de entendimiento narrativo que posee. Al leer sus referencias me queda claro el tipo de cine que ve. Y es suficiente para mi, saber que es un problema de apreciación mental, no de la película.
Es posible que el señor Ramos nunca haya visto películas de este tipo, y por eso sus pobres "apreciaciones" y "correcciones" van dirigidas desde el cine clásico; entiéndase clásico como aquel cine que respeta las convenciones, que se queda atrapado en el paradigma de las reglas cinematográficas; si sus "correcciones" parten de allí, entonces estamos hablando de dos películas completamente distintas.
Es posible que el señor Ramos no haya visto nunca películas como: Vidas cruzadas (Robert Altman, 1993), Amores perros (Alejandro González Iñárritu, 2000), La mala educación (Pedro Almodóvar, 2004), Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994), Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999), 21 Gramos (Alejandro González Iñárritu, 2003) o la película que influencia a 180 segundos The Killing de Stanley Kubrick de 1958.
Es posible que el señor Ramos no logre entender que,180 Segundos es una historia disgregada. La acción se rompe en varias líneas diferentes, aunque conectadas gracias a las relaciones que se establecen entre los personajes y los espacios. La fragmentación de la acción actúa como elemento que permite desordenar cronológicamente la historia, por lo que la sensación de disgregación es mayor.
Es una película contada en fracciones: Dentro del cine contemporáneo existe una clara convivencia de relatos unitarios, con una estructura tradicional donde se muestran una única diégesis con una disposición lógica en la que aparece el planteamiento de los hechos, un desarrollo y complicación de los mismos y termina con su desenlace.
Sin embargo en las últimas décadas se dan mucho más profusamente un rompimiento de esa estructura, dando paso a la fragmentación del relato. Una enumeración de filmes sería interminable pero quiero citar como muestra, películas tan conocidas como las arriba mencionadas.
No es fortuito el uso de ese tipo de estructura. Más que un homenaje o juego fanático a algún tipo de cine o director, se trata de construir un relato episódico, donde el espectador se vea empujado a preguntarse sobre la vida de los personajes. Y en la búsqueda de esa respuesta, se introduzca en la historia.
Es un drama que se desenvuelve bajo la materia de un atraco perfecto, pero que va anudando un tramado especial sobre la vida de los personajes.
Ahora bien, desde el campo cinematográfico, permitame corregirlo señor Ramos, en 180 segundos no existen los fundidos a negro. No hay uno solo, pues es parte de las reglas del cine clásico que estoy rompiendo, porque no me interesa el uso académico del fundido a negro. Lo que existen son jumcuts constantes, esa es la base del montaje y en determinados momentos, son jumcuts a negro. Evidenciando que se esta en una película, que se esta observando la vida de un personaje en una película. Generando un átomo narrativo entre el personaje y espectador. Que usted lo vea como una regla de otro cine, es su problema.
No existen flash backs en mi película; bueno si, hay dos: cuando la banda recuerda los momentos con René, un antiguo colaborador, y cuando entendemos el pasado de Rincón; así que la película no va y viene en flash backs para explicar algo. La película esta cortandose en el tiempo sin recurrir a la mente de ningún personaje, lo que haría de forma normal el cine clásico.
(Otra corrección: un flash back no se reconoce por un fundido a negro. El flash back es la forma como se rompe la estructura narrativa clásica o aristotélica, en busca de respuestas en el pasado, que el presente del personaje no pude resolver. La forma de romper la estructura clásica no solo se sirve de flash backs, también de flash forwards: salto en el tiempo posterior al presente, o sea el futuro. Normalmente, el salto al pasado ha ocurrido, mientras el salto al futuro puede ser una visualización. El uso de estos recursos no tienen que ser a partir del fundido a negro, podrían utilizarse de múltiples maneras, según la propuesta narrativa del audiovisual)
La ciudad en la pantalla: Si usted quería ver una postal de Cali, esta no es su película. Incluso fue una de las razones fotográficas: renunciar al uso desmedido de las postales de la ciudad. No me interesa mostrar la ciudad desde el punto de vista acomodado de otros cineastas. No me interesa la ciudad que todos conocen. Me interesa la ciudad que yo vivo. Por ello no va a ver mas allá de lo que me interesa. Mi ciudad es recalcada de otras maneras, a través de los diálogos, de las formas de comportarse, de la cultura, de las capas atrás de lo evidente.
El uso del primer plano y la cámara al hombro es una mas de las propuestas en contra del cine costumbrista que usted ve. Por ello no me quedo en la generalidad del plano. No me interesa mas que el detalle de lo que viven mis personajes. Recalco, no me interesa la postal del cine clásico.
Tiene toda la razón señor Ramos, mi película "no le aporta nada a la filmografía nacional", tampoco me interesa hacerlo. No hice una película para quedar en un libro. Ah!, pero si hice una película para hacer un ejercicio antropológico y narrativo respecto a lo que considero es el cine. Que usted no lo entienda y además lo irrespete es otra cosa. Triste por cierto.
Al escribir 180 Segundos entendía, casi desde el primer momento, que se iba a tratar de una película fragmentada, donde el montaje tenía que ser totalitario, es decir, todo iba a girar en torno a un concepto de montaje. Escribí el guión en desorden, como ejercicio académico, pero también buscando indagar en el concepto de yuxtaposición: ubicar a un personaje en su momento de vida más tranquilo y relajado, por ejemplo cuando habla con un amigo o su hermana mientras come, y luego cortar, directamente, a ver esa misma persona en su momento de total crisis, una crisis vital. El resultado de unir esos dos momentos fue único e intenso. Por ello, todas las historias que había ido construyendo a lo largo de años, me permitían jugar con el concepto y armar el guión de esa manera.
La pregunta: qué pasaría si un ser humano que conocemos de determinada manera, fuera un ser humano totalmente distinto por alguna situación específica. Las respuestas giran alrededor de cómo viviría, o vería esa persona determinada situación.
Allí nace el modo probable y el modo necesario, que en palabras de Guillermo Arriaga “en una crisis, el carácter; cualquiera que fuera; sale a flote”. Entendemos el modo probable como lo que conocemos de una persona, su día a día, sus formas habituales de comportarse; mientras el necesario es lo que no sabemos de él, y sale a flote en una crisis.
Reitero, al leer sus referencias cinematográficas me queda claro que nada de lo que he escrito y compartido acá usted lo entiende. Por ende 180 segundos no es el tipo de película que le agrade. Pero eso no significa que pueda escribir y corregir una película que va mas allá de sus propias influencias. Así que no me diga de quien aprender. No me diga a quien observar, a quien leer. Tengo claras mis influencias y estudio mucho para poder escribir o hablar.
Finalmente me molesta esta critica y que un espacio como este se preste a "la polémica" a partir de un texto ignorante y destructivo.
180 Segundos es muy personal. Hecha con mucho trabajo y renunciando a cantidades de situaciones de toda índole. No por ello es buena, no por ello es mala. Creo que el cine está mas allá de esas simples palabras. El cine es un ejercicio de abstracción de la realidad, de subjetividad.
A quienes leen la "critica" y no ven la película, una lastima que ocurra. A quienes ven la película, gracias por hacerlo. A quienes les gusta y a quienes no, gracias por tomarse el tiempo de entender el porqué ocurre una cosa o la otra.
Alexander Giraldo
Director/Guionista
180 Segundos
Enviado desde mi Cerebro