sábado, 17 de enero de 2009

Entrevista a Oscar Campo




ENTREVISTA A OSCAR CAMPO UN CINE SIN SOL


Por: José Urbano
"Una película clásica no puede reflejar el ritmo real de la vida moderna. (...) La vida moderna es fragmentaria, todoel mundo lo sabe. La pintura, al igual que la literatura, dantestimonio de ello. ¿Por qué entonces, el cine, en lugar deseguir apegado a la tradicional narrativa lineal, no hace lo mismo?".
Alain Resnais.
Oscar Campo hace parte de una generación que asumió el cine como forma de vida, como el camino eficaz para mostrar la luz de una ciudad que muchos han denominado “un puerto sin mar”. El Grupo de Cali (apodado por los medio de comunicación como “Caliwood”) tuvo titular y como todo equipo que se respete, tuvo suplencia. En esa banca, en esas divisiones menores, se encontraba Oscar devorando cine en los teatros de barrio, en el cine club del viejo teatro San Fernando, mirando si el camino era la Universidad Santiago de Cali o en la Universidad del Valle. Finalmente se quedo en Univalle pero de la Santiago le quedo un amor irrenunciable por las letras y la cercanía intelectual con William Ospina, uno de los colosos del ensayo colombiano.
Hablamos justo después de la primera semana de exhibición de “Yo soy otro”, Una semana critica donde la película se batió con los tanques de la cartelera Made in Usa. Sólo la vieron ocho mil espectadores pues su lanzamiento no tuvo apoyo mediático, ni una adecuada distribución. Por ahora queda la ronda que emprenderá la película por diferentes festivales internacionales
JU:Como sentís eso del publico...esa eterna discusión del arte v.s industria?Es difícil hacer una película en la que coincidan el deseo de expresión, que en mi caso se da a través del cine, pero pensando en el mismo cine y embelesar a un público como el colombiano acostumbrado especialmente a melodramas televisivos llevados a la pantalla de cine. Creo que, aparte de las propuestas comerciales, hay que hacer el esfuerzo por interesar a un público culto, que quiere ver otro tipo de apuestas, que desea acercarse al cine para encontrar la complejidad de algunos ensayos actuales, o de las nuevas expresiones artísticas, en este comienzo de siglo tan influenciado por las estéticas derivadas del computador. Recordemos que desde los años 40 existe en Europa un cine de arte y ensayo. La película no la hice con un propósito comercial, ni aleccionador moral, ni es tampoco un manifiesto político. No deseo tampoco llegar a las grandes mayorías, tan aleccionadas por el poder del UNO. Quiere mostrar una situación de comienzos del siglo XXI, que es difícil de entender y de narrar, que algunos vivimos como una pesadilla, porque hemos entrado en los últimos diez años en un torbellino de acontecimientos que trastornan nuestras antiguas certezas; los signos rotan, y en los lugares en que podíamos reconocernos, encontramos elementos familiares que están mutando en algo que puede ser perturbador y amenazante. La película es un testimonio de esta situación actual, de este comienzo de siglo en Colombia, en el que vivimos en un estado de excepción permanente.
Que tal seria una especie de "gira" por universidades?
Sería interesante, especialmente porque creo que es desde las universidades donde están surgiendo propuestas audiovisuales diferentes a las de los grupos que monopolizan la televisión, el cine, la radio, y que son los mismos que monopolizan la producción y las finanzas en Colombia. Y ya se ve este desafío desde las universidades en las películas de Ciro Guerra, Libia Estela Gómez. Antonio Dorado, Carlos Moreno y los cientos de trabajos experimentales de corta duración de Escuelas de cine, artes, Comunicación Social, diseño. Hay en este momento un gran entusiasmo por la producción audiovisual. Yo soy Otro pone en escena ese nuevo profesional que surge de las universidades a comienzos de este milenio. Un trabajador del nuevo capitalismo bajo el yugo de la flexibilidad laboral, permanentemente al borde del desempleo, alejado de las reivindicaciones laborales colectivas de la clase obrera en el siglo XX, de gran inestabilidad y pesimismo hacia el futuro, de gran rebeldía frente a la sociedad que heredó pero que es al mismo tiempo tremendamente conservador debido a toda clase de inseguridades, tanto en su vida diaria como en su vida laboral. Ese es el personaje de José en Yo Soy Otro.
Crees que mientras la televisión vende optimismo y “países de cucaña”, tu propuesta es muy pesimista?Yo no creo que mi propuesta sea pesimista. Está mostrando las incertidumbres de un trabajador de los nuevos medios en estos tiempos oscuros, desesperanzadores; pero está abierto a un futuro sin el lastre de las grandes ideologías heredadas del siglo XX. Creo que el personaje de José llega a la evidencia del mundo como catástrofe, la catástrofe de una guerra civil que no ocurre solamente en Colombia, sino que es mundial, donde nada es capaz de limitar el encuentro cruel de las fuerzas en conflicto. Ni siquiera el derecho, que entra como una fuerza más en el enfrentamiento generalizado. Pero creo que la película también se aleja del “liberalismo existencial”, pues se cuestiona la idea de que cada cual tiene su vida, que cada uno se define por una serie de cualidades que hacen de él un individuo único e irrepetible y que en últimas, debemos encerrarnos en la idea cínica de la supervivencia individual. Hay una parte de José que se moviliza contra la catástrofe, pero no hace más que prolongarla, en la figura del alzado en armas, que pone en paréntesis todo lo que aferra a la vida, sin preguntarse cómo bloquear el avance de la catástrofe, cómo construir mundos habitables. Al final de la película José deserta de sus identidades impuestas. Lo que continúa después de esa deserción, no lo trata la película, pues caería en el terreno del panfleto político. José es un lugar vacío que vive en una sociedad imperial en guerra civil permanente, invadido por la jerga y las actitudes de las fuerzas en conflicto; Los invasores toman la forma de un yo repetido, pero siniestro. Son la representación en la película de un medio hostil, cuyas fuerzas intentan permanentemente cooptarnos. Vive la cara oculta del multiculturalismo, con temores inspirados y avivados por los medios de comunicación y por un estado que ha abandonado toda fachada de bienestar, que hace caso omiso de las amenazas y peligros del mercado, para sumirnos en temores y miedo de los cuerpos de los otros, especialmente de los desposeídos y en fechas más recientes, del terrorismo global. Creo que el personaje José cobra conciencia de su propia fragilidad, de su riesgo como sujeto, pero también de la indocilidad de su cuerpo. Y ese es el comienzo para construir su futuro.
LA BANCA DEL GRUPO
Como fueron tus inicios en la "banca" del grupo de Cali?
Pura cinefilia. Yo iba al cine- club de Cali y al Tec. Conocí a Poncho (Luis Ospina) y a Andrés Caicedo por un curso de cine que ellos dieron. Era muy importante en ese momento la erudición. Conocer nombres de películas y directores. La mayoría de lo que me interesaba era por referencias de libros, porque las películas todavía no habían llegado a Cali. Cuando el grupo comenzó a disolverse yo estaba todavía en bachillerato.
Me llevaban pocos años pero en la adolescencia la diferencia entre un joven de 15 años y uno de 23 es bastante grande. Era la misma relación que podía tener con los profesores del colegio.
En bachillerato ya te interesabas por el cine...algo como dirigir un Cine Club o el periódico del Colegio?No. Me gustaba leer. Odiaba los deportistas. Los jóvenes drogos de entonces odiaban los deportistas. Yo estudiaba con los hermanos Maristas y no me obligaban a las clases de deportes. Iba a la biblioteca y leía a Tomas Mann y a Vargas LLosa por recomendación del profesor de literatura. En Cali había mucha cosa que hacer en ese momento para un joven descreído
La decisión de estudiar Comunicación social era para meterte al cine luego?Si, era lo más parecido a una escuela de cine. Por lo menos teóricamente, porque la Escuela de Comunicación en ese momento estaba muy inclinada a la lingüística, la semiología y el psicoanálisis. Había profesores como Estanislao Zuleta , Jesús Martín y Germán Colmenares , que tenían otros intereses intelectuales alejados de la cinefilia. En el caso de Jesús, su acercamiento al cine era a través de la semiología y el psicoanálisis, a través de Greimás, Barthes, Metz. Estaban muy distantes de la cinefilia total del grupo de Cali. Y como sucedía también en esos años, había una actitud iconoclasta en la Universidad, que todavía persiste. En las universidades es mucho más importante la cultura letrada y el ensayo. Había mucha desconfianza hacia el cine y la Tv., especialmente en esos años de grandes movilizaciones estudiantiles y de discusión ideológica universitaria. Creo que es una desconfianza que hoy comparto.
Existe entonces una especie de "parricidio" con Andrés y Poncho, en el sentido de desmarcarse de la cinefilia pura?Cuando entré a comunicación Social le mostré a Andrés los libros de semiología del cine y a él le parecía pura patafísica. Después me regaló un libro de Christian Metz.
Y por ahí llegas a la producción en 16 m.mA mi realmente no me interesó mucho producir en cine mientras estudiaba en la Universidad. Aunque veía cine, me interesaba más andar con los jóvenes rebeldes de la Universidad, que hacían happenings y teatro de calle.
En ese momento una carrera llamada "Comunicación social" era una cosa extraña, supongo, esperabas luego dedicarte a la docencia?No. Me interesaban el cine y la literatura. Yo estudiaba literatura en la noche en la Universidad Santiago de Cali. Allí conocí a William Ospina y me interesé por Faulkner, Joyce y Thomas Mann. William era un excelente alumno de Estanislao Zuleta en ese momento.


Y como llegas a tus inicios de Valeria y Máximo Gris?
Al salir de la Universidad entré de copy publicitario. Era algo terrible para mí, que estaba acostumbrado a las asoleadas en Pance. En la década de los ochenta comenzó la diáspora de caleños. De pronto casi todas las personas que conocía estaban traficando o metidas en el M- 19. Ya no había parches de drogos en las esquinas. Para no aburrirme comencé a escribir guiones y cuando empezaron las convocatorias de Focine ya tenía dos guiones de largometraje que escribí con Fernando Vélez y varios mediometrajes. Conseguí financiación para Valeria y Juan Máximo Gris y una mención para un largometraje muy en estilo de Rodrigo D, que se llamaba Píntalo de Negro. Era sobre jóvenes universitarios delincuentes.
Veo que ahí del 16 m.m tenes un paréntesis hasta llegar al ¾ en video...como fue ese viajeSe acabó Focine. Se fueron los que hacían cine en Cali en los ochenta, las hermanas Vásquez, Mayolo, Sandro, Alejandra Borrero, Karen Lamassone, Palau. Solamentte quedó Luis Ospina haciendo documentales. Yo estaba dando un curso de guión en Univalle cuando apareció Telepacífico. Había visto el trabajo sobre Antonio María Valencia de Luis Ospina y sabía que tenía sin editar "Ojo y Vista, peligra la vida del Artista". Propuse a los profesores de la Universidad hacer un programa de documentales, al estilo de Retratos que estaba haciendo Víctor Gaviria en Teleantioquia , utilizando como piloto el documental de Luis Ospina. Ese fué el comienzo de "Rostros y Rastros".
Viendo en retrospectiva "Rostros y Rastros" se ve la influencia de Luis Ospina en casi todos, buscando la crónica urbana....había otro tipo de influencias alli?La forma de hacer Luis sus documentales fue la que tomamos la mayor parte de los que trabajamos en este espacio: entrevistas en las que se eliminaba tanto la pregunta como el narrador omnisciente. Desarrollo temático por bloques, juegos visuales entre cada bloque y más tarde video clips. Después aparecieron otros elementos importantes como las teorías culturales en boga entre los profesores de comunicación social. La antropología urbana, las historias de vida, las reflexiones sobre la representación y la escritura.
PUNTO DE QUIEBRE
Ese momento me parece un punto de quiebre interesante y es cuando veo que te desmarcas de la cinefilia pura para ver el cine como un medio y no como un fin. Esta tu visión del cine atravesada por varios discursos contemporáneos?En la Universidad es muy importante el ensayo. Es el género textual que más circula. Y en parte, en la Escuela ganó el documental su legitimidad por su cercanía con el ensayo. El documental que se ha hecho en Univalle es más cercano al ensayo documental que al directo o al panfleto político. Llevo ya más de veinte años en el asunto y claro, cuando hice Yo soy Otro me fue muy difícil renunciar a lo que traía desde el documental. Ahora estoy muy interesado en el documental de ensayo, que aparece como un nuevo hipergénero que hace bricolaje de documental, experimental y ficción en diferentes dosis. En Yo soy Otro la mezcla la hice hacia la ficción.
En Yo soy Otro la dominante fue la ficción pero tengo un interés muy grande en argumentar críticamente. Creo que al público le parecen extrañas estas mezclas. Lo que permitió fundir los distintos géneros fue la utilización de la alegoría que a tantos incomoda, en especial, a los puristas del cine clásico
Como va esa mirada de lo Objetivo a lo Subjetivo? (pienso en los Lumiere poniéndole una cámara a una calle ...hasta el documental industrial de ahora..)La mirada de lo Objetivo a lo subjetivo está mediada en las propuestas audiovisuales contemporáneas por las figuras retóricas. Cuando uno apela al ensayo y a la retórica es porque desea alejarse de la idea del realismo y del relato objetivo. Pero también del agobio de la subjetividad. En el cine ha tenido un gran desarrollo la construcción alegórica especialmente en el cine de vanguardia, en el experimentalismo de Godard, Resnais, Greenaway. Pero también en Orson Welles, los hermanos Coen, David Lynch.
La alegoría se caracteriza por tener segundos sentidos no controlados, por ser un desarrollo hipertextual a partir de algo, un género conocido. Y por la presencia del concepto. En el documental es notable el desarrollo alegórico en Chris Marker, Godard, Agnes Varda que son mis autores preferidos ahora.
En ese sentido crees ( como Greenaway) que el cine ha perdido demasiado tiempo contando la misma película tantas veces y no ha buscado otros caminos?Yo creo que en el cine se han explorado muchas vertientes, muchos caminos que han quedado truncos. Lo terrible es el monopolio de un modelo único, y en el caso colombiano, ese modelo traducido en melodrama telenovelesco.
En el caso colombiano el problema social ha sido visto desde ojos "objetivos" anecdóticos, digamos, es tu propuesta una ruptura de esa forma de mirar nuestra guerra?Es casi la única apuesta de los productores y los distribuidores. Es lo único que quiere el público colombiano. No creo en la "objetividad" de esas propuestas. Creo que generan un "efecto" de objetividad. Suponen que la realidad habla por si misma. Yo creo que en una película hacemos una construcción de sentido, que surge de nuestra observación, pero no es la realidad la que nos habla. Por eso me interesa mucho el cine de primacía del montaje. En Yo soy Otro había una aspiración secreta a un cine inorgánico. Un cine sin sol.
En ese sentido creo que el antecedente mas inmediato es "Colombian Dream" , en cuanto a la fractura del relato..Creo que el cine de Aljure es muy cercano. Es lógico. Con él aprendí el manejo del set y un acercamiento al montaje no lineal. La fragmentación, la no secuencialidad es algo que nos acerca a la hora de filmar

CRUCE DE CAMINOSComo es un cineasta o comunicador que entrecruza varios discursos como neomarxismo y psicoanálisis..Que sale de ahí?No sé si en mi caso es al Neomarxismo y al Psicoanálisis. Hay muchos autores de diversas vertientes que me interesan, desde Paul de Mann y Harold Bloom, hasta Terry Eagleton, Agamben y Zizec. De hecho, esta década en las universidades en todo el mundo han sido de discusión ideológica, a diferencia de una década como la de los noventa donde la discusión se planteaba fundamentalmente en términos éticos. Y no sé a que propuesta estética se aproxima mi discurso. De hecho tengo una gran prevención frente a la estetización de los discursos que provienen de la discusión política. Pertenecen a ámbitos diferentes. Me gustan algunas propuestas formales de Greenaway pero también las de algunos otros autores como David Lynch, los Coen y Cronenberg que retoman las estructuras convencionales de construcción narrativa para después subvertirlas, como es el caso de películas como Barton Fink de los Coen o Carretera Perdida de Lynch .Me interesaron para este trabajo películas que describen pesadillas, como El Proceso de Orson Welles, Almuerzo desnudo, Dead Ringers, After Hours, El Inquilino de Polansky, El Huevo de la serpiente y La hora del lobo de Bergman.
Vos tenes muchas referencias cinéfilas pero no te atenes al asunto técnico sino que esta técnica cinematográfica esta cruzada por una idea intelectual como en Raul Ruiz , por ejemplo?
Mi interés en esta película era hacer una alegoría, es decir, ir más allá de la anécdota, utilizando estrategias que son usuales en este tipo de obras: mirar a través de la mirada de otros, interrupción del dispositivo narrativo convencional, uso de modos retóricos del lenguaje, es decir, tropos que en Yo Soy Otro son muchos: repetición variación, acumulaciones, metáforas, interpenetraciones, alteraciones del iconismo, símiles, hipérboles, secuencialización y yuxtaposición, dialéctica de fragmentos. Son estrategias que están muy presentes en el arte post- moderno y en algunos cineastas como Resnais, Godard, Raúl Ruíz, Sokurov, Bela Tarr. El deseo no es de emulación de estos autores sino de utilizar una gran variedad de recursos que están allí en el cine contemporáneo para expresar una idea. El recorrido que he hecho en esta película es de la idea a la forma. Hay poca observación directa de lo real. Tal vez porque siempre en mis trabajos tengo poco interés por el realismo. He querido expresarme a través de la mirada de otros.
Cuando uno ve películas fragmentadas como Ciudad de Dios que fueron aclamadas por el publico es que esa fragmentación era mas "digerible"?La estética del fragmento tiene muchos "usos" tanto en el cine como en la televisión contemporánea. En el caso de Ciudad de Dios está subordinada a la narración. Con esto no estoy diciendo que no me guste. Es solamente que la veo más cercana al espectáculo televisivo del video clip actual.
Hoy precisamente leía una entrevista con Alain Resnais donde dice que si la vida no es lineal no entiende porque el cine ha insistido tanto en ello. Te parece que es hora que el espectador madure esta percepción?
Creo que en el mundo actual conviven muchas estéticas cinematográficas. La de Resnais sigue influyendo a muchos autores que desean un acercamiento más "intelectual". Pero al lado de esta están otras como las que tiene su germen en el cine de Rossellini, o del expresionismo alemán, o del cine de la Nueva Ola. Creo que todas estas estéticas lo que hacen posible es que el autor de comienzos de siglo tenga muchos referentes a los cuales puede acudir. Y también están las estéticas de los géneros populares, en las cuales se siguen haciendo muy buenas películas. Después de más de un siglo de cine tanto realizadores como espectadores tienen un sinnúmero de opciones.
En la mayoría de los textos, tanto en la ficción como en el documental, entramos al mundo a través de unos sujetos que garantizan la estabilidad espacio- temporal de lo representado apelando a unas motivaciones e intencionalidades que son comprensibles, a cierta transparencia. Rara vez forma parte de la estrategia de los realizadores el interrogar la estabilidad de ese sujeto, que ha sido cuestionada a lo largo del siglo XX por diversas disciplinas científicas y filosóficas. Aparecen serios cuestionamientos en películas como El Espejo de Tarkovski o Persona de Bergman. En ellos su indagación ha ido pareja con la utilización de la alegoría y con el fraccionamiento espacio temporal. Pero también ese relato de sujetos fragmentados ha sido de nuevo “normalizado” en películas como Repulsión y El Inquilino de Polanski y en otras de géneros populares como El Club de la Pelea y Matrix, con una vocación más comercial. Al parecer, la opción del fraccionamiento del relato va pareja con una desbandada del público.
No te gusta el cine de genero' donde se “respetan" una leyes?
Hay muchas películas de género que me fascinan, de autores como Billy Wilder, John Ford, Hawks, Melville, Ridley Scott y muchos otros autores menos famosos de esa monstruosa maquinaria que es Hollywood. Creo que me gustaría hacer una película dentro del canon pero en la medida en que tenga necesidad de hacerla. No era el caso en este momento, en el que deseaba ir más allá de la historia de un personaje para introducirme en otra escala, en las conmociones que provocan en nuestro entorno más cercano los desastres de la guerra a nivel global. Ese cambio de foco terminó haciendo añicos el relato que me había planteado en un primer momento dentro del género fantástico. Todavía tengo la duda, que me planteó Alberto Quiroga, acerca de si la película hubiera podido encontrar una forma más “canónica” con uno o dos años más de trabajo. Tal vez no. Me interesé en esta historia en la medida en que daba cuenta de un proceso de fragmentación de un personaje que llevé incluso hasta el relato, haciendo superposiciones de personajes y cancelando el desarrollo narrativo en la mitad de la película para dar una sensación de acumulación y de series superpuestas a la manera de un palimpsesto.
Si la gran falencia del cine colombiano es la dirección de actores como fue el reto de trabajar varios personajes en un solo actor?El riesgo era muy grande en esta película. Traté de reducirlo dándole una mayor importancia al componente visual y al ritmo que venía de la música y el clip. Los personajes transitan por una serie de cuadros, que son expresión de su "interioridad" atormentada y vacía. El trabajo de Juan Cristobal Cobo, el director de fotografía y de Jorge Reyes y Victoria, en el diseño visual, fue muy importante en este aspecto. El personaje traté de definirlo más en términos de encarnación o antropoformización de fuerzas sociales que de la "verdad" sicológica del personaje. El personaje, como la enfermedad, es un conjunto vacío que es "llenado" por diferente tipo de sustancialidades, los otros que lo invaden. Redujimos con el actor, la caracterización de estos personajes a unos pocos rasgos que eran más visuales. Hay pocos diálogos, pocos intercambios con otros personajes. Y el actor tiene un "trabajo" más cercano a los de las películas de Bresson, es un "modelo" que se mueve por unos cuadros. Héctor García entendió rápidamente el reto del guión y se dedicó a construir más "visualmente" los personajes y a diferenciarlos a partir de sus actitudes en función de la trama. Esto requiere un trabajo más intelectual, más distanciado del actor.
Concientemente te propusiste una película política?
La película no pertenece a una antropología positiva ni a un planteamiento político que pudiera ser capitalizado por algún grupo partidista, no plantea una visión “positiva” acerca del mundo. No tiene una lógica narrativa que nos lleve a un punto fijo, a un fin determinado. No puede ser llevada fácilmente hacia una tendencia política. Este fue un propósito que fue apareciendo en el camino. En principio quería contar un relato fantástico.
Finalmente, Oscar, que le espera al cine en el presente siglo.
No sé. Están cambiando muchas cosas. Casi todos los procesos del cine, al igual que en todos los sectores de la producción, pasan por el computador. Eso implica la posibilidad de nuevas configuraciones de todos los componentes conocidos en el cine. Cierta pérdida de peso, cierta liviandad, que posibilita nuevas combinaciones hoy desconocidas. En eso el cine sigue un comportamiento similar al de todas las mercancías en este comienzo de siglo. Cierta liviandad y pérdida de peso que se ha convertido en el signo de un imperio, que quiere trámites fluidos y en el que toda densidad es un fastidio. También es preocupante la concentración de las posibilidades de producción, distribución y exhibición en unas pocas empresas globales dedicadas a la mercantilización del cine. La tiranía de la mercancía. De una parte está la posibilidad de producción de películas al alcance de la mano, incluso en nuestro propio cuarto pero paralelamente una fuerte ofensiva por el control y privatización de las ventanas donde estas películas pueden ser exhibidas. Y el cine sigue siendo una empresa muy costosa, a la que pocos pueden arriesgarse.
Creo que el cine va a sobrevivir en lugares distintos y lejanos del ritual cinematográfico en la medida en que también van surgiendo diferentes redes alternativas.
Para leer la crìtica a YO SOY OTRO  ir a : 
http://ventanadelcine.blogspot.com.co/2008/07/yo-soy-otro-la-guerra-por-dentro.html
(Entrevista publicada originalmente en la Revista Kinetoscopio # 82 )

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