Entre el 18 y el 21 de agosto los críticos se volvieron a ver. Sucedió EL XXIV ENCUENTRO NACIONAL DE CRÍTICOS Y PERIODISTAS DE CINE. Es la cita de cada año en Pereira. Este año el tema fue la amable relación que el cine ha tenido con el teatro. Exhaustiva maratón de ponencias durante tres días sin pausa. Agradecimiento a su devoto organizador el maestro Germán Ossa. Y a los cafés de Pereira que ponen a sonar los mejores boleros y tangos.
Y a mí me dio por poner a los críticos a reflexionar
sobre su oficio. ¿Qué es eso de la crítica de cine? ¿Sirve para algo?
El mandamás de la Columbia, el odiado Harry Cohn, dijo
burlándose de la crítica: “Si me duele el
culo la película es mala, si no me duele es buena”
A lo que el gordo Hitchcock preguntó airado: “De cuando acá la estética del cine se
rige por el culo de Harry Cohn?”
Andrés Caicedo, siempre tan punzante, solía decir: “Siempre, de la crítica, me ha gustado lo
insólito, lo audaz, lo irreverente, lo maleducado. Para eso sería bueno
encontrar un método que universalice lo personal. Cada gusto es una aberración.”
Aquí las opiniones de los duros de la butaca:
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