martes, 30 de enero de 2024

LA VENDEDORA DE ROSAS , 25 AÑOS DESPUÈS

 

Victor Gaviria en el 20 Festival de cine de La Habana
Foto: José Urbano

La película había clasificado a la selección oficial en Cannes. Compitió codo a codo con producciones de prestigio como La eternidad y un día (a la postre, Palma de oro) , La vida es bella” (Premio especial del jurado) “Mi nombre es Joe” ( Premio a mejor actor)   y “La vida soñada de los ángeles”( Premio a mejor actriz).

El mundo celebraba que una película con actores naturales filmada en Medellín-Colombia, hubiese alcanzado la cima de los festivales europeos.

En diciembre de 1998, en el Festival de La Habana # 20, la esperaban con ansias. Reunidos en la oficina de prensa, los críticos y curadores hicieron una rápida encuesta y resultó que yo era la única persona que la había visto. Víctor Gaviria había realizado un pase privado en Cali.

Foto: José Urbano
Como el staff paisa no llegaba, me tocó a mí. Escribí una reseña en el diario del festival y me montaron en la vaca loca de presentarla.

Iba a hablar de la metodología pues Víctor había adelantado en Cali, rushes del documentalPoner a actuar a los pájaros” , testimonio obligado para cualquier aspirante a realizador que quiera aprender a dirigir actores. No era un detrás de cámara al uso, era la prueba palpable del proceso pedagógico.

Cuando me preparaba para la presentación, apareció de la nada el mostacho frondoso de su director. Me quité un peso de encima y bajé a primera fila a repetirla. Nunca olvido la presencia, en el teatro Yara ,de la plana mayor del nuevo cine latinoamericano: Fernando Birri, Julio García-Espinosa, Alfredo Guevara, Pastor Vega. Y presencia impactante de Julio Medem, que aplaudió de pie al finalizar la proyección.

 “La vendedora de rosas” finalmente se alzó con Tercer Premio Coral en la categoría de Mejor Película¸ Premio a la Mejor Edición¸ Mención Especial para los niños actores¸ Premio Glauber Rocha de la Prensa Extranjera, Premio de la Organización Católica Internacional del Cine y del Audiovisual (OCIC) y Premio de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

LA PARODIA CALIENTE

Lorena Sofía , en el papel estelar de la parodia porno


En la industria de Hollywood, es un honor que a una película de éxito la parodien en versión porno. Así, hemos ido coleccionado poco a poco:  " Porn wars” ( la guerra de las galaxias) "Avatar XXX" "Súper agente 86", "Amas de casa desesperadas", "Gladiador".

 "La vendedora de Rosas “ es la única película, que ha gozado de ese honor en el cine colombiano. Fue grabada en Cali en el barrio El Limonar.  Una chica vende flores y geranios en la avenida Pasoancho al sur de la ciudad. Su director, Gustavo Castaño, alcanzó a filmar 9 películas, pero "La vendedora de rosas" es su canto del cisne.

LO QUE DIJO LA CRITICA HACE 25 AÑOS

Los hermanos Coen y Frances McDorman, encantados con "La vendedora de rosas" en el festival Habanero. Foto: José Urbano

Orlando Mora:  “Con La vendedora... el país recupera una presencia internacional cinematográfica que no tenía desde “La estrategia del caracol”. En lo personal, me parece que es la continuación de un director que ha explorado el mundo de los barrios populares y de los seres marginales de una terriblemente explosiva y trágica ciudad como es Medellín, pero con una característica que no establece una mirada moral ni de denuncia social. Gaviria descubre la dureza, pero al mismo tiempo los restos de ternura, de solidaridad y de amor de quienes, al fin y al cabo, son apenas seres humanos.”

Umberto Valverde : “Más que una película, Víctor Gaviria ha hecho una propuesta cinematográfica en donde, la investigación de la historia y el manejo de los parámetros del documental, convierten a esta cinta en un obra singular en la que, además, la historia de los niños de Medellín se convierte en un pretexto -y hasta en una metáfora- para contar la historia de la violencia colombiana” .

Mauricio Silva Guzmán ; Una cinta de inmenso valor histórico, tanto como para recordarnos que este país, ahí muy cerquita, a tan sólo media cuadra de nuestras casas, está vuelto chicuca . Cinematográficamente, el horror poetizado.

Lina Aguirre : Me causó una impresión muy profunda, no porque muestre algo que se desconozca totalmente, sino porque lo pone de frente con un tamiz que es a la vez muy sutil y elaborado. Gaviria hace un voto por los niños de la calle, no dramatiza al estilo cursi, pero encuentra en esa vida sórdida una manera poética de llevar al cine los amores, las fantasías y lo que a estos niños les queda de inocentes.

Héctor Rincón : Me causó tanto impacto que, a la salida de la premier, no tenía qué decir. Me parece que es un mérito inmenso de alguien que tiene la poesía y la sutileza de acercarse a un mundo arisco. Gaviria se acerca a unos niños y les conquista un corazón inconquistable. El es una persona de un gran valor patriótico porque nos pone frente al horror que nosotros mismos hemos creado. A nivel cinematográfico, la encuentro muy bien hecha, de factura impecable. Ahora, ese lenguaje reiterado del gonorrea y el malparido , cada tres palabras, es una metáfora de la violencia que vive el país .

Manuel Kalmanovitz : Es una película muy conmovedora. Aunque tiene elementos más convencionales que Rodrigo D (la fotografía y la música) eso también hace que la tragedia central toque más al público. La humanidad de los personajes es indudable, lo que es todo un logro para el cine colombiano acostumbrado a películas que dicen más de los directores que del país en que vivimos. Los niños de la calle, que se han convertido en parte de las ciudades, son retratados con sensibilidad y sencillez por Gaviria.

Pedro Zuluaga: Con esta película, como con ninguna, hay que opinar tarde. Una cinta muy compleja de leer, mucho más para nosotros como antioqueños. Aquí hay que tomar distancia ya que uno puede conmoverse y olvidarse de la obra artística. Lo cierto es que es una revelación muy distinta a Rodrigo D. en la que, además, hay más elementos de juicio. Sin embargo, después de un proceso de 10 años con una obra tan coherente, yo esperaba de Gaviria un nivel conceptual y metafórico más profundo. Creo que La vendedora... es demasiado ruda en su enfrentamiento con el tema. Extrañé el símbolo. Es un choque demasiado directo.



1 comentario:

Jorge kujar dijo...

Es sin duda un hito en la historia del Cine Colombiano 🍷