lunes, 28 de agosto de 2023

EL CINE, EL FUTURO Y LA CRITICA

 

(El encuentro de críticos de cine en Pereira, cumple 25 años en el 2024. Aquí una reflexión, a las volandas, sobre el Futuro en el cine).

Nadie le vaticinó un futuro al cinematógrafo. Desde el mismo momento de su nacimiento, aquel día de los inocentes, al cine le dijeron que no había futuro. Le gritaron que ya no existía espacio para otro arte. Contra todo pronóstico, ha capoteado con éxito todos los atentados.

De Meliés a Christopher Nolan, de Fritz Lang a Spielberg, De Bradbury a Asimov, De Caligari a 2001; todos estos cineastas y escritores proféticos imaginaron futuros apocalípticos algunas veces o distópicos en otras. 

Por ser el arte ligado íntimamente a la tecnología, al cine le ha tocado bailar al son que le toquen: Mudo o sonoro, Cinerama o 3D, Technicolor o Imax.

Godard afirmaba, en los años 60, que odiaba al cine por su imposibilidad material: para escribir un poema solo se necesita una hoja de cuaderno y un lápiz, pero un cortometraje requería los ahorros de toda una vida. Hoy, se ha cumplido el sueño de Godard. Cualquier persona puede grabar lo que quiera sin pedirle permiso a nadie. Solo necesita tener una historia para contar. Entonces Tik Tok nos recuerda que Lumiére continúa vivo y que ya es posible contar un corto sin quedar en la ruina. El cine y la poesía caminan juntos.

 Su compadre Truffaut visionó la cámara del celular cuando escribió por allá en 1959:

“El cine del futuro será mucho más personal, como una novela individual y autobiográfica, una confesión, o un diario. Los jóvenes cineastas se expresarán en primera persona y contarán lo que les ha sucedido. Podrá ser la historia de su primer o más reciente amor, de su despertar político, el relato de un viaje, una enfermedad, su servicio militar, su matrimonio, sus últimas vacaciones. Y será agradable, pues será algo real y novedoso... El cine del mañana no será dirigido por funcionarios de la cámara, sino por artistas para quienes la filmación de una película será una aventura maravillosa y emocionante. El cine del futuro se parecerá a la persona que lo hizo, y el número de espectadores será proporcional a la cantidad de amigos que el director tenga. El cine del mañana será un acto de amor.”

David Griffith,  escribió un texto fantástico en 1924 llamado El cine dentro de cien años. Allí, vaticinaba como sería el cine en el año 2024. Su manifiesto dice:

“Los personajes y los objetos se verán en la pantalla (que para ese entonces tal vez no será blanca, y ciertamente no cuadrada, ni nada parecida a las de ahora) como si los estuviéramos viendo en la vida real. La tan discutida "profundidad" en el cine, que hasta ahora no ha sido perfeccionada, para ese entonces ya se habrá inventado y adoptado. La imagen no se verá plana: si un personaje camina hacia la chimenea uno reconocerá la distancia que existe entre el personaje y la chimenea.”

En 1982, Wim Wenders reunió a una veintena de directores en la habitación 666 de un hotel. Debian contestar una única pregunta: ¿ES EL CINE UN LENGUAJE, UN ARTE A PUNTO DE MORIR? Desfilaron Godard, Spielberg, Fassbinder, Herzog y otros. En los testimonios, se siente el miedo de los cineastas porque la Televisión les quite lo ganado por el cine en tantos años. De hecho, al entrar al cuarto, el entrevistado se topaba con un televisor prendido.

EN 1995, cuando el cine celebraba su primer centenario, a la productora Sarah Moon se le ocurrió reunir a 40 consagrados directores para que filmaran una peliculita con las mismas limitaciones de Lúmiere: 59 segundos, no hay sonido, no hay zoom, no hay montaje, no hay música, no hay iluminación artificial. El resultado es apasionante: Lelouch filma el travelling de un beso, Kiarostami un huevo frito, Lynch un asesinato, Wim Wenders a los ángeles en los tejados de Berlín. Así fue como “Lumiére y compañía” vaticinó al Tik Tok 30 años antes.

Hoy, el teléfono móvil ofrece múltiples usos, incluyendo el de grabar, editar y musicalizar. Cuando cargábamos la Bell and Howell de 16mm, o la Sony de ¾ no imaginábamos cuanto se encogería la cámara, al punto de cargarla en el bolsillo.

Es por ello, que se debe animar a los chicos de colegio y universidad a contar historias de un minuto como lo hacía Lumiére. A que realicen el sueño de Truffaut: el cine como acto de amor.

También, con ello, se involucra al espectador del futuro, en la formación de públicos.

TÓPICOS

Para tomar el futuro en el cine como eje temático es necesario dividir en:

1.  CIENCIA FICCIÓN: las películas que pronostican un futuro cercano, caso INTERESTELAR (Nolan 2014)

2.  LA DISTOPIA: las películas que están en las antípodas de la utopía. Son las películas de un futuro alienante caso UN MUNDO FELIZ (múltiples versiones en cine) , 1984 ( Radford 1984), LOS HIJOS DE LOS HOMBRES ( Cuarón 2006)

3.  FILMINUTOS: Que consiste en apropiarse de la tecnología actual no como objeto alienante sino como sujeto creativo. El filminuto que busca transformar la comunicación.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Maravilloso texto. Nace de la inteligencia de un hombre culto y no por culpa de un evento como el nuestro, que simplemente es un hecho que debìa existir y existe. Es una reflexión hermosa que nos ayuda, en esencia, a impedir que el cine muera. Pues no debe y mucho menos, puede morir.

Anónimo dijo...

Gracias por regalarnos una inspiración tan poderosa.

Anónimo dijo...

Que alegría saber que el cine tiene otros cien años de vida...