Nadie le vaticinó un futuro al cinematógrafo. Desde el mismo momento de su
nacimiento, aquel día de los inocentes, al cine le dijeron que no había futuro.
Le gritaron que ya no existía espacio para otro arte. Contra todo pronóstico,
ha capoteado con éxito todos los atentados.
De Meliés a Christopher Nolan, de Fritz Lang a Spielberg, De Bradbury a Asimov,
De Caligari a 2001; todos estos cineastas y escritores proféticos imaginaron futuros
apocalípticos algunas veces o distópicos en otras.
Por ser el arte ligado íntimamente a la tecnología, al cine le ha tocado
bailar al son que le toquen: Mudo o sonoro, Cinerama o 3D, Technicolor o Imax.
Su compadre Truffaut visionó la
cámara del celular cuando escribió por allá en 1959:
“El cine del futuro será mucho más personal, como una novela individual y
autobiográfica, una confesión, o un diario. Los jóvenes cineastas se expresarán
en primera persona y contarán lo que les ha sucedido. Podrá ser la historia de
su primer o más reciente amor, de su despertar político, el relato de un viaje,
una enfermedad, su servicio militar, su matrimonio, sus últimas vacaciones. Y
será agradable, pues será algo real y novedoso... El cine del mañana no será
dirigido por funcionarios de la cámara, sino por artistas para quienes la
filmación de una película será una aventura maravillosa y emocionante. El cine
del futuro se parecerá a la persona que lo hizo, y el número de espectadores
será proporcional a la cantidad de amigos que el director tenga. El cine del mañana
será un acto de amor.”
David Griffith, escribió un texto fantástico en
1924 llamado “El cine dentro de cien años”
. Allí, vaticinaba como sería el cine en el año 2024. Su manifiesto
dice:
“Los personajes y los objetos se verán en la pantalla (que para ese
entonces tal vez no será blanca, y ciertamente no cuadrada, ni nada parecida a
las de ahora) como si los estuviéramos viendo en la vida real. La tan discutida
"profundidad" en el cine, que hasta ahora no ha sido perfeccionada,
para ese entonces ya se habrá inventado y adoptado. La imagen no se verá plana:
si un personaje camina hacia la chimenea uno reconocerá la distancia que existe
entre el personaje y la chimenea.”
En 1982, Wim Wenders reunió a una veintena de directores en la habitación 666
de un hotel. Debian contestar una única pregunta: ¿ES EL CINE UN
LENGUAJE, UN ARTE A PUNTO DE MORIR? Desfilaron Godard, Spielberg, Fassbinder,
Herzog y otros. En los testimonios, se siente el miedo de los cineastas porque
la Televisión les quite lo ganado por el cine en tantos años. De hecho, al
entrar al cuarto, el entrevistado se topaba con un televisor prendido.
Hoy, el teléfono móvil ofrece múltiples usos, incluyendo el de grabar, editar y musicalizar. Cuando cargábamos la Bell and Howell de 16mm, o la Sony de ¾ no imaginábamos cuanto se encogería la cámara, al punto de cargarla en el bolsillo.
Es por ello, que se debe animar a los chicos de colegio y universidad a
contar historias de un minuto como lo hacía Lumiére. A que realicen el sueño de
Truffaut: el cine como acto de amor.
También, con ello, se involucra al espectador del futuro, en la formación de públicos.
TÓPICOS
Para tomar el futuro en el cine como eje temático es necesario dividir en:
1.
CIENCIA FICCIÓN: las películas que
pronostican un futuro cercano, caso INTERESTELAR (Nolan 2014)
2.
LA DISTOPIA: las películas que están en las
antípodas de la utopía. Son las películas de un futuro alienante caso UN MUNDO
FELIZ (múltiples versiones en cine) , 1984 ( Radford 1984), LOS HIJOS DE LOS
HOMBRES ( Cuarón 2006)
3.
FILMINUTOS: Que consiste en apropiarse
de la tecnología actual no como objeto alienante sino como sujeto creativo. El
filminuto que busca transformar la comunicación.
3 comentarios:
Maravilloso texto. Nace de la inteligencia de un hombre culto y no por culpa de un evento como el nuestro, que simplemente es un hecho que debìa existir y existe. Es una reflexión hermosa que nos ayuda, en esencia, a impedir que el cine muera. Pues no debe y mucho menos, puede morir.
Gracias por regalarnos una inspiración tan poderosa.
Que alegría saber que el cine tiene otros cien años de vida...
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