El 11 de septiembre se conmemoran 50 años del golpe de estado a Salvador Allende.
Previamente, el
departamento de Estado con Kissinger y Nixon a la cabeza, había alentado a las
tropas chilenas. “Es política firme y continua que Allende sea derrocado
mediante un golpe. Es imperativo que estas acciones se implementen de manera
clandestina y segura para que el gobierno de EE.UU. y la mano estadounidense
estén bien escondidos”. Así mismo ordenó a la CIA “hacer que la economía
grite”. Henry Kissinger se lamentaba de no haber atajado a Allende antes de
ganar las elecciones: “Allende ahora es presidente. El Departamento de
Estado cree que podemos coexistir con él, pero quiero asegurarme de que les
dirá a todos en el Gobierno de EE.UU. que no podemos permitir que tenga éxito,
porque tiene legitimidad. Fue elegido democráticamente. Supongamos que otros
gobiernos deciden seguir sus pasos, un Gobierno como el de Italia, por ejemplo.
¿Qué haremos entonces? ¿Qué vamos a decir cuando otros países comiencen a
elegir democráticamente a otros Salvadores Allendes”
Los golpistas esperaron
a que el presidente llegara a Palacio a las 7 y 30 de la mañana. A las 8 y 15
a.m. se inició el ataque terrestre y los militares leyeron la primera proclama.
Aguantando los tiros,
Allende leyó por las emisoras estatales el comunicado donde afirmaba que se
quedaría frenteando: "Tenemos que ver la respuesta, espero que sea
positiva, de los soldados de la patria que han jurado defender el régimen
establecido"
Inmediatamente el
almirante Merino contestó: "Esto no es un golpe de Estado (...) sólo se
persigue el restablecimiento de un Estado de derecho acorde con las
aspiraciones de todos los chilenos”
"Hago presente mi
decisión irrevocable de seguir defendiendo a Chile en su prestigio, en su
tradición, en su norma jurídica, en su Constitución” - contestó Allende, ya con casco y armado de fusil.
A la 9:30 de la mañana,
los militares le ofrecen un avión para escapar con su familia. "¡El
presidente no se rinde!"- exclamó.
Inmediatamente, le dan
un ultimátum. Si no se rinde lo bombardean, a lo que Allende vuelve a
contestar: "Mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes
alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile!, ¡viva el pueblo!, ¡vivan los trabajadores!".
Sólo se acordó una
tregua de diez minutos para evacuar al personal administrativo del Palacio.
Salimos corriendo de la
escuela San Roque para la casa y, en el televisor de doña Lola Montes, vimos el
bombardeo aéreo que se inició a las 12 del mediodía.
Mi viejo, junto a los
demás hacían corrillos y se llevaban las manos a la cabeza.
-
¡Se los
dije! - gritó un vecino
-
No se
preocupen –dijo mi viejo- Fidel enviará los cazas rusos
Alternábamos los ojos
entre mirar al cielo para ver los tales aviones pasar y voltear al televisor
blanco y negro. Pinochet había afilado los Hawker Hunter de la fuerza aérea
chilena para luego dar la puntada final con los rockets que incendiaron La
Moneda. Sobre las 2:00 p.m. fue encontrado Salvador Allende, en el sofá, junto
al fusil AK-MS.
Hacia las 20:00 horas se
oficializaba la suspensión del torneo nacional de futbol y se habilitaba el estadio
para detener y torturar a la resistencia. Un primer reporte hablaba de 5.600
detenidos.
Al otro día le conté a
la profe Silvia Inés, en el salón de segundo A, que vi a varios papás llorando.
En las casas nuestras
era frecuente encontrar afiches de cantantes y jugadores de futbol, pero el
único afiche de un político era el de Allende.
Ese día amargo, se
inició la masacre y también la andanada de películas. He mirado unas 47
películas inspiradas en esta tragedia, pero pueden llegar a cien según los
expertos.
En plena conmemoración, miraremos
“EL PACTO DE ADRIANA” de la realizadora chilena Lissette Orozco. El
documental, intimo, narrado en primera persona, cuenta la historia de su tía
Adriana quien fue su modelo a seguir en la familia. Era la super-Tía,
la que viajaba, hablaba inglés y la que traía regalos cada vez que llegaba del
exterior. Adriana Rivas trabajó en la DINA y fue secretara personal del temible
Manuel Contreras. Poco a poco, Lissette nos va mostrando la cara oculta de su tía.
Y de cómo Chile aun no cierra las heridas de la dictadura. “El Pacto de Adriana” se paseó triunfal
por los festivales de La Habana, premios Platino y por la Berlinale.
Otro articulos, sobre el
cine y el golpe en este blog: https://ventanadelcine.blogspot.com/2019/09/pinochet-y-cine-inventario-de-la-infamia.html
https://www.youtube.com/watch?v=BQ9E-rpZoz8&t=18s
No hay comentarios:
Publicar un comentario