martes, 6 de diciembre de 2022

DELICIOSO : EL CORRIENTAZO COMO AGENTE DE CAMBIO

 

“Delicioso” dirigida por Eric Besnard, nos cuenta un momento clave del estómago humano: el momento exacto en que a un visionario se le ocurrió abrir el primer restaurante y vender un corrientazo al medio día. Hoy, es un emprendimiento usual : comprar mesas y sillas y ubicarlas en el andén. Poner a funcionar la cocina familiar para ganarse unos pesos. Pero, ¿cómo empezó la cosa?

La verdad, es que desde 1765 fueron apareciendo los almorzaderos en Parìs y luego se extendieron por toda Francia. Fueron 15 cocineros que tenían una cosa en común: todos habían sido echados de algún castillo ricachón. Y ahí es donde “Delicioso” adquiere actualidad. Es imposible no hacer un paralelo con nuestros países. Muy parecido al hastío que generaba la tal nobleza francesa ( arbitraria, parásita, ladrona)

Pierre es un chef que lo dio todo para agradar a su jefe, el duque de Chamfort. Los castillos se habían convertido en sitios donde se gastaban los impuestos de la gente en extravagancias. Y la plebe lo sabía por boca de la servidumbre. ¿Se les hace parecido?

- Todo cine es político, incluso las películas que pretenden no serlo - me dijo Costa-Gavras una vez comiendo un corrientazo en un “paladar” habanero.

La pelicula aporta un dato inèdito de la Revolucion francesa, esto es, el papel que jugaron los restauranteros en la concientización de la gente. El restaurante casero como foco de descontento.

“Delicioso” nos incita a comer sabroso y a cuestionar a esa élite glotona y parásita que nos tiene estancados en la edad media.

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