Aquel 19 me agarró en el
barrio El Jardín. Sobre la carrera 36 vivía la mona más bella del mundo. Dos
pretendientes le habíamos pedido el cuadre. En aquellos tiempos las chicas
aplicaban la perversión de “le doy la
respuesta en 5 días”. Y uno no pegaba el ojo esperando en esas noches
eternas. El día señalado era el 19 de diciembre. Los dos candidatos: Pipe
hincha del América y este pobre hombre, fanático del Deportivo Cali.
Ameriquita juega como
nunca y pierde como siempre. Pero eso iba a cambiar esa noche frente al Unión
Magdalena en el Pascual. La euforia fue la culpable de su veredicto. Prefirió
al rojo y yo quedé aturdido. Súmele la pólvora y los cohetes.
Qué carajo, el despecho
puede esperar. Y, con los panas americanos, nos parqueamos en Las Torres de
Maracaibo para iniciar el desfile. Estaba todo el parche de William "el
pecas" Ospina, estaba el combo de Poncho Peloteras el más teso de todos,
Chapulín, Gelato, Careniño, Cachivache y su primo Chéchere.
Una caravana que incluía
carretillas tiradas por caballos, motos Kawasaki 100, burras panaderas, gente a
pie, camionetas muecas como la del papá de la mona más linda del mundo.
Rodaba aguardiente Blanco
del Valle, como pasa de bueno. Todo el mundo chupaba. Mi combo puberto propuso
fajarse la primera borrachera de la vida, al gratin.
La caravana subió por la
carrera 39, en El Guabal se unieron los malandros y las cuchas de los
malandros. Llegó al Teatro Imbanaco y subió por la calle quinta hacia el norte.
En Santa Librada, se pegó al parche de los americanos de Siloco. Pasó por la
avenida Colombia y agarró a la izquierda a tomar la avenida sexta. Ahí, en el
puente de la cuarta norte, no se pudo seguir y quedamos en pausa porque el
equipo había llegado al restaurante de los italianos que quedaba al frente del
Teatro Bolívar. Como yo estudiaba en Santa Librada con Juan Carlos Lugo, primo
de Víctor Epifanio, nos colamos songorocosongo y llegamos al restaurante. Los
jugadores lanzaban besitos desde el Mezzanine. En medio de la algarabía, se
acuñó la frase “América el único equipo de futbol que tiene apellido”( América!
Hijueputa)
Nunca volví a ver una euforia como la de esa noche.
Tampoco a la mona más linda del mundo.
(Para escuchar la maravillosa canción de Alberto Beltrán pique aquí)
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