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Profe, mi papá iba a celebrar la sacada del aire de la
serie “Matarife”, mi mamá tampoco entiende que ha pasado.
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La sentencia T242 del 2022 de la corte constitucional deja
el camino libre a la serie. Si la leen (ahí dejo el link https://www.docdroid.net/OrTdTXp/sentencia-t-242-de-2022-exp-t-7927186-pdf
) sabrán que Uribe sólo ganó algunos
puntos de los tantos que pedía.
Aparte de eso, me interesa aclararle a tu mamá el tema
cinematográfico. “Matarife” es una serie inspirada en hechos reales. Lo que los
gringos llaman “true story”.
Usualmente, los cineastas esperan que el personaje
real muera para hacer la película. Lo audaz del autor es que se enfrentó a un
tipo que está vivo y que aún tiene mucho poder.
Supongo que tu padre y mi amigo el Ñato, están bravos porque se le acusa de criminal a Uribe sin que haya sentencia condenatoria. A los colombianos, los entes de control como la fiscalía, procuraduría y contraloría nos cuestan 3 billones de pesos al año. Con una burocracia espectacular pero no se pillan ni una. Y es el periodismo independiente el que saca la cara para delatar a los criminales. Si esos periodistas manejaran los órganos de control, otro gallo cantaría. Pero nos quedan los cineastas que se valen del lenguaje cinematográfico para explicar lo que la gran prensa esconde.
Hay ejemplos clásicos. Pinochet,
por ejemplo, que dio un golpe de estado sangriento, gobernó a sangre y tortura,
desapareció y mató en nombre de la salvación chilena y nunca pudo ser
condenado. Por la misma razón que Uribe: tenía la sartén por el mango. Ambos
tuvieron todas las garantías judiciales que le negaron a sus víctimas. ¿El
hecho de que Pinochet no hubiese sido condenado, lo convierte es inocente? Claro
que no. Y ahí quedan para la posteridad unas cien películas que nos lo cuentan.
Probablemente, Uribe muera en su cama de muerte natural, rodeado de los suyos,
como murió Pinochet. Pero a tus hijos y nietos les quedará la serie Matarife. Como
nos han quedado “Cien años de soledad”, “Cóndores no entierran todos los días”
y demás testimonios de la masacre que ejecutó la élite colombiana.
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