Nota: Con motivo del estreno de First Man , dirigida por Damien Chazelle y sus 4 nominaciones al Premio Oscar, estas fueron mis impresiones inmediatas al terminar la proyección.
Que un ser humano igual a uno, saliera disparado para la
luna, fue el suceso más espectacular de mi infancia. En el barrio solo había 4
televisores. Eran de cuatro patas y, claro, a blanco y negro. De los 4, el
taquillero era el de Doña Lola Montes. No solo por el tamaño sino porque tenía
una sala amplia y unos sofás donde daba gusto dormir si la película era mala.
Existían dos formas de apreciar la pantalla chica: parado
en la ventana o ingresando a la sala de Lola. La primera era gratis pero la
ventana indiscreta se encontraba a la intemperie y se tenía el agravante de
cuidar el puesto a toda costa. La segunda era mejor, VIP como se dice ahora,
pero costaba 4 centavos (Un billete largo si tenemos en cuenta que el sueldo
mínimo rondaba los 512 pesos.)
Se anunció que el superpájaro Apolo 11 zarparía el 16 de
Julio. Ya la prensa nos había contado que los rusos habían enviado, sin mucha
fortuna, a una perrita, pero los gringos si habían tenido éxito con el famoso
chimpancé Ham, quien murió de viejo y rodeado de la familia en 1983.
El caso es que estamos en Julio 16 de 1969. Al recreo, en
la escuela San Roque, mirábamos hacia el cielo para divisar al Apolo, en la infinita lejanía.
Algunos profesores desconfiaban del asunto: “Es imposible llegar hasta allá, todo hace parte de un montaje de
Hollywood”. Y las sospechas se encontraban cimentadas en que “2001
odisea espacial” se había estrenado el año anterior. Y allí, Stanley
Kubrick se daba un banquete con los efectos especiales. Ya nada era imposible
para Hollywood de manera que la idea del fraude no era paranoia. Para los más
escépticos, el fraude era motivado por la presión de ganarle a los
rusos. Nada más.
Cuatro días se demoró el aparato en llegar a la luna,
aunque el 21 de Julio pisaron la superficie Neil Amstrong y Aldrin. Y acá abajo
uno se preguntaba: ¿Que hizo la
tripulación durante el viaje? ¿Cómo se alimentaron? ¿Fueron al baño? ¿Se
cepillaron los dientes?
Kubrick en el set de 2001 Odisea espacial |
Inravisión, el instituto de televisión, anunció que
transmitiría la llegada de los astronautas vía satélite. El problema ahora
consistía en conseguir los 4 centavos de doña Lola.
Aparte de los profesores, los papás de todo nosotros
cuestionaban el costo del proyectito: $20.400 millones de dólares de aquel entonces!
Con eso se combate el hambre en el mundo, decían, se construyen miles de
universidades y sobra para pavimentar nuestro barrio.
Doña Lola, se frotaba las manos con el aluvión de
reservas que le llegaban a diario. En un gesto de generosidad, o de marketing
como se dice ahora, anunció que quien pagara por anticipado tendría derecho a
crispetas y limonada.
La tripulación llegó según lo prometido. El televisor de
doña Lola dio cuenta de los pasos que dio Armstrong y del tiempo que se
quedaron en picnic: 21 horas 36 minutos
20 segundos. Nos abrazamos en aquella sala como si los astronautas fuesen de la
familia nuestra o como si la selección Colombia hubiese derrotado al Brasil de
Pelé.
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