El año pasado Spike Lee protestó porque los Premios
Oscar no incluyeron en sus nominaciones a directores o actores
negros: “¿Cómo es posible que por segundo año consecutivo todos los 20
contendores en la categoría de actores sean blancos? Y ni siquiera vayamos a
las otras ramas. (…) ¿Acaso no podemos actuar? ¡WTF!”.
También Jada Pinkett, esposa de Will Smith, se unió a
la causa: “¿Es momento de que la gente de
color reconozca cuánto poder, cuánta influencia hemos amasado, que ya no
necesitamos pedir ser invitados a ningún lado? Rogar por reconocimiento, o
pedirlo, disminuye dignidad y poder. Y somos gente digna, somos poderosos.”
Sí. Es cierto que a la industria de Hollywood la ha
dominado la gente blanca desde sus inicios. Blancos y viejitos. Pero también es
cierto que la corrección política no entra en el arte. Sería desastroso que un día
se equilibren las nominadas solo por la obligación de incluir gente negra. Cada grupo que se
sienta marginado en el arte podría protestar e invitar a boicots para que los
jurados de tal o cual festival se vean presionados a parcelar los premios de acuerdo
a una supuesta “inclusión”.
Incluso un sector de la prensa admitió que el año
pasado las producciones de actores negros no eran lo suficientemente buenas.
Éste año la cosa cambió. Podemos enumerar cuatro
producciones estupendas donde brillan los actores negros:
1-EL NACIMIENTO
DE UNA NACION: Es el ajuste de cuentas del director y actor negro Nat Parker
con el filme clásico de D.W Griffith. Donde Griffith proponía un racismo
rampante al punto de agradecerle a Ku Klux Klan sus asesinatos racistas, Parker
exhalta a Nat Turner, líder de la revuelta abolicionista en 1831. La ironía está
servida porque el nacimiento de USA como Estado se encuentra marcado por hechos
abominables como la esclavitud de la cual se nutrió la sociedad gringa y los
propietarios terratenientes: con un reguero de sangre. Parker ganó el Festival
de Sundance con esta historia èpica.
2.HIDDEN FIGURES:
Tres mujeres negras pusieron en órbita a John Glen , el decano de los astronautas
norteamericanos. Katherine Johnson y sus dos brillantes amigas, son
computadoras humanas, capaces de hacer a mano lo que hoy realiza cualquier
laptop. La fuerza del filme radica , precisamente, que siendo mujeres y negras
pudieran imponer su inteligencia en un medio dominado por hombres blancos. La
Nasa se conviritiò , sin quererlo, en la empresa pionera de inclusión.
3. LA REINA DE
KATWE: Otra vez se luce Lupita, la reina afro del Hollywood actual. Aunque
Lupita no sea la protagonista absoluta, interpreta a la mamá de la que se lleva la
mayor cantidad de metraje. Inspirada en la vida y milagros de Phiona Mutesi,
maestra internacional de ajedrez que hoy cuenta con 20 años de edad. En la
lejana Uganda sucede esta historia de garra, temple y lección pedagógica.
4. MOONLIGHT.
La única de la lista que no es directamente una “true story”. Moonlight
tiene una extraña fuerza narrativa. Un personaje arrollador. Es exactamente lo
opuesto a todo lo que hemos visto en los thrillers del bajo mundo del cine
independiente norteamericano. Fluye con un sentimiento de compasión y de
solidaridad. Nunca el futuro fue tan negro. Salud!!!
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