Salgo de cine, y me entero de la falsa muerte de Pepe Mujica, el gran Pepe (tan uruguayo como Fernando Morena, como Obdulio Varela, como Eduardo Galeano y Nando Parrado)
No sé por qué Pepe
siempre me pareció un corazón embrujado. De esos discursos pausados pero
arrebatadores.
Pausada y arrebatadora
es la nueva película del maestro Fernando Trueba. Acá la bautizaron como “Isla
Perdida” pero realmente se llama “Haunted Heart”. Trueba tiene muchos referentes,
su cine está hecho de muchos cines porque antes que realizador, se declara cinéfilo.
Otra vez la comida, otra vez el agua. Dos ritos que nunca faltan en sus películas.
La comida como comunicación y el agua como expiación de culpas. Y el jazz.
Cuando estuvo en Cali, quedó
maravillado del Jazz de marimba de chonta del maestro Candelario. No en vano ha
dirigido documentales míticos como “Calle 54 “y “El milagro de Candeal”. Como
buen aventurero, Trueba se prueba en inglés. (ya lo había hecho en “Two Much” ,
una película agridulce donde lo mejor son sus créditos finales donde tocan
Cachao, Michael Camilo y Paquito).
Pero volvamos a su estadía
en Cali. Apenas estaba escribiendo con Carriere la que es mi película favorita
de su filmografía: “El artista y la modelo”. No había encontrado a la
protagonista. Dos meses después anunció que si, que había encontrado a un
angelito llamado Aida Folch. Una diva etérea quien interpretó a la última
modelo del viejo escultor.
Ohh sorpresa Aida vuelve
a aparecer treintona y más hermosa en “Haunted heart”. Junto al gringo Matt Dillon y al colombiano Juan Pablo Urrego.
Aida llega a la isla perdida en el archipiélago griego para alterar el orden
establecido.
A Trueba se le notan sus
grandes amores: Hitchcock (el espectador sabe más que la policía y da cátedra de
cómo filmar los besos) , Woody Allen ( los crímenes y las faltas) , Billy
Wilder ( los amores tóxicos pero encantadores ) y la música épica de Zbigniew
Preisner, que es como el mar pero en notas musicales ( ojo al tema que dejo aquí,
oídlo a todo volumen!)
Dos notas de afán:
Homenaje a Hitchcock pues al igual que el gordo, Trueba nos remite a la dialéctica
entre el amor y el deber. Y promueve desde hace rato , una cruzada para le den
el premio Nobel de literatura a Woody Allen. Trueba es un tipo de múltiples
miradas.
Cierre los ojos y déjese
embrujar por la melodía de Zbigniew Preisner:
https://www.youtube.com/watch?v=cPeFPW_-aUg
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