viernes, 5 de febrero de 2021

EL TEATRO CALIMA Y MI AMIGO EL SUICIDA

 

Era un 4 de febrero y mi amigo Wilson me recuerda que fue un lunes. José Edinson cursaba cuarto semestre de literatura en Univalle. Leía que daba miedo al punto de conocer muy bien a Bukowski y a Conrad por poner dos colosos. Le decíamos "Peter Alexander Tuta" porque su padrastro era el magnate de los buses Verde Plateada.

Al mancito le iba bien con las hembritas. Al morir dejó regadas varias novias sollozantes. Las turnaba para invitarlas al Cine Club cine ojo que funcionaba en el Teatro Calima los sábados al mediodía. 1.350 butacas que solo pudimos llenar dos veces.

Desde las 10 de la mañana del sábado, había que estar tomando posiciones en taquilla, en la entrada y en los baños para que no se fumara tanta bareta. El dueño del teatro nos había advertido que, si se quemaba chauma descaradamente, nos sacaba ventiados con su cine a otra parte. Así pues, el consumo tenía que ser moderado. Nosotros le insistíamos a los clientes que llegaran trabados desde la casa.

Éramos muy jóvenes y trabarse en la casa era imposible.

¿Que tipo de escritor habría sido José Edinson? Novela negra creo. Tenía entre ceja y ceja las historias del bajo mundo. Al punto que unos días antes de matarse me dejó el chicharrón de homenajearlo con un doblete: "Goodfellas" y "Érase una vez en América". Ambas protagonizadas por Robert Tulio De Niro. Ambas anuncian, de alguna manera, los métodos del Uribismo y del Trumpismo.

La nota de despedida la dejó en la solapa de "El corazón de las tinieblas". Narra el encuentro con La Parca donde ella le dice que fresco, que eso sucede rápido y sin nostalgia.

Yo lo lloré durante tres meses día a día, hasta que en sesiones de psicoanálisis llegué a la conclusión que mejor hacer un documental para la Tv regional. Fue la mejor catarsis. La cámara y el montaje como ayudantes del dolor. De hecho, se llamó "Los duelistas" en homenaje también a la ópera prima de Ridley Scott.

Hoy, me miro al espejo, deteriorado, ojeroso, cansado y sin pelo negro. Veo su foto y el hombre luce eternamente joven, dentadura perfecta. Ni una arruga. Aunque ese sentimiento de soledad y amargura nunca lo pudiera disimular ni en las fotos.

José Edinson fue nuestro primer suicida. El amigo que nos restregó a La Parca en la cara. No lo salvó el cine, ni la literatura, ni las hembritas. Fundido a negro. The End : 30 años después.

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Para ver el documental de ROSTROS Y RASTROS.

https://www.youtube.com/watch?v=IAIU9yaWQLM

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Aquí , el único registro en video de aquella maravillosa experiencia que fue el cine clubismo de los sábados:

También se puede mirar el video en el siguiente enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=jiCBTsq0Ogg&t=94s






3 comentarios:

Roberto Paramo dijo...

Que maravilla de documento José, mucha nostalgia de toda esta gente que hacía tanto por el arte. Muchas gracias

Jaime Alberto Escobar Devia dijo...

Buen documento, el texto narrado por alguien que a lo mejor vivió los excesos de la época y el video un gran documental de antaño. De verdad, me hizo recordar esos teatros colosos de barrio, que contaban con una sola sala pero sí muchas butacas, casi todas al mismo nivel, pero que dejaban ver a toda costa la inmensa pantalla de cine.No me crié en Cali, pero cada que veníamos de vacaciones,solíamos visitar con mi padre (que ya está en el Cielo) o mis primos de Los Libertadores a varios de esos inmensos teatros, y sobre todo en las funciones matinés de los domingos, para ver las películas del momento. Cómo no recordar 'El Niño y el Toro', 'Furia de Titanes', 'Los Diez Mandamientos', 'El Mártir del Calvario', 'La Niña de la mochila azul', en fin largometrajes que con sus historias marcaron mi vida...

Anónimo dijo...

Reconfortante y nostálgico para quienes asistíamos sin falta , gracias , recordar es vivir. , frase de cajón pero real.