Tony Goldwyn director de "Amores peligrosos" |
La película AMORES PELIGROSOS acaba de salir pero la oferta y demanda ya la
están matando. Estrenamos el pasado viernes 11 de octubre y Cine Colombia -el
distribuidor- la programó con 47 pantallas en todo el país. Ayer en la mañana
la revista Shock la calificó entre las 8 películas más taquilleras del pasado
fin de semana con 24.278 espectadores. En las horas de la tarde del 17 de
octubre, nos informaron que hasta el miércoles midió 30.917 espectadores, pero
que la cifra solo alcanzó para programarla en 6 salas en todo el país (es
posible que la programen adicionalmente en tres salas pero solo estará en las 2
funciones finales). Es decir, la película tiene los días de vida contados.
La lucha por sobrevivir en las carteleras es desigual y voraz. Una película
como Amores Peligrosos entra en competencia directa con películas como
Gravedad, Planes, Elysium, Dragon Ball Z, Runner Runner, algunas de ellas en
3D. Como adicionalmente vienen otros estrenos de películas internacionales, las
pocas copias que quedan en pantalla tienen ya cantada su desaparición, porque
solo sobreviven las más taquilleras.
Esta situación señala un problema grave que le está negando a la
cinematografía colombiana su pretensión de afianzar las bases para construir
una industria cinematográfica. Si miramos de manera general, es como poner a
competir los productos de los campesinos con productos subsidiados de la
industria internacional, solo que en este caso compiten las películas criollas
con los grandes nombres del emporio de distribución mundial, que cuentan con
grandes presupuestos de publicidad y actores de prestigio internacional.
El cine colombiano en el último año ha tenido una fuerte recaída en los
circuitos de exhibición, y esta situación hay que analizarla a la luz de las
políticas de programación, donde no hay ninguna regulación de protección al
cine nacional. Sencillamente se lo deja que enfrente la batalla con las grandes
multinacionales, porque el rasero con el que se mide es el número de
espectadores en un tiempo récord. Recordemos que FOCINE murió entre otras
razones, por problemas de distribución.
Frente a esta situación surgen los siguientes interrogantes. ¿Deben medir
las películas nacionales con el mismo rasero que las internacionales? ¿Qué
gestión debe hacer el Fondo de Desarrollo Cinematográfico para proteger la
distribución del cine nacional? ¿Qué futuro tiene el cine colombiano, si la
distribución condena al fracaso a la gran mayoría de sus producciones?
Mientras estos interrogantes se resuelven, la película Amores Peligrosos
tiene los días contados. Un hecho lamentable es que la película está muriendo,
no porque no tenga público, sino porque las cifras no son competitivas con las
macro campañas que hace el cine internacional. En seis pantallas de Cali y
Bogotá queda la ilusión de un film protagonizado por Marlon Moreno, Katty
Sáenz, Juanita Arias, Jean Paul Leroux y Felipe Cortés, que está a la espera de
que el público la acompañe para prolongar sus días de vida.
Amores Peligrosos es una propuesta de un cine que pretende ofrecer una
lectura crítica de la ciudad y el país, a través del retrato de una joven que
ha sido engañada, manoseada y violada por el narcotráfico, narrando bajo la
estructura de la tragedia, una historia que sigue amenazando las nuevas
generaciones.
Como no puedo quedarme con los brazos cruzados viendo morir el trabajo que
con gran esfuerzo hemos realizado todo un colectivo, a partir de hoy viernes
estaré en la sala de Unicentro-Cali presentado personalmente el film, y
ofreciendo un breve conversatorio para que la película no muera en el intento
de dialogar con su público.
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